Hechos 17

Pablo y Silas en Tesalónica

1 Después de pasar por Anfípolis y Apolonia, Pablo y Silas llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los Judíos.

2 Y Pablo, entró según su costumbre, y por tres días de reposo discutió con ellosbasándoseen las Escrituras,

3 explicando y presentando evidencia de que era necesario que el Cristo (el Mesías) padeciera y resucitara de entre los muertos, ydiciendo:”Este Jesús, a quien yo les anuncio, es el Cristo.”

4 Algunos de ellos creyeron, y se unieron a Pablo y a Silas, junto con una gran multitud de Griegos temerosos de Dios y muchas de las mujeres principales.

5 Pero los Judíos, llenos de envidia, llevaron algunos hombres malvados de la plaza pública, organizaron una turba y alborotaron la ciudad. Asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.

6 Al no encontrarlos, arrastraron a Jasón y a algunos de los hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: “Esos que han trastornado al mundo han venido acá también;

7 y Jasón los ha recibido. Todos ellos actúan contra los decretos del César, diciendo que hay otro rey, Jesús.”

8 Y alborotaron a la multitud y a las autoridades de la ciudad que oían esto.

9 Pero después de recibir una fianza de Jasón y de los otros, los soltaron.

Pablo y Silas Enviados a Berea

10 Enseguida los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas a Berea, los cuales, al llegar, fueron a la sinagoga de los Judíos.

11 Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras,para versi estas cosas eran así.

12 Por eso muchos de ellos creyeron, así como también un buen número de Griegos, hombres y mujeres de distinción.

13 Pero cuando los Judíos de Tesalónica supieron que la palabra de Dios había sido proclamada por Pablo también en Berea, fueron también allá para agitar y alborotar a las multitudes.

14 Entonces los hermanos inmediatamente enviaron a Pablo para que fuera hasta el mar; pero Silas y Timoteo se quedaron allí.

15 Los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas; y después de recibir órdenes de que Silas y Timoteo se unieran a él lo más pronto posible, se fueron.

Pablo en Atenas

16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía (se indignaba) dentro de él al contemplar la ciudad llena de ídolos.

17 Así que discutía en la sinagoga con los Judíos y con losGentilestemerosos de Dios, y diariamente en la plaza con los que estuvieran presentes.

18 También discutían con él algunos de los filósofos Epicúreos y Estoicos. Y algunos decían: “¿Qué quiere decir este palabrero?” “Parece ser un predicador de divinidades extrañas,” decían otros; porquelespredicaba a (anunciaba el evangelio de) Jesús y la resurrección.

19 Entonces tomaron a Pablo y lo llevaron al Areópago, diciendo: “¿Podemos saber qué es esta nueva enseñanza que usted proclama?

20 Porque le oímos decir cosas extrañas; por tanto, queremos saber qué significan.”

21 Pues todos los Atenienses y los extranjeros de visita allí, no pasaban el tiempo en otra cosa sino en decir o en oír algo nuevo.

22 Entonces Pablo poniéndose en pie en medio del Areópago, dijo: “Varones Atenienses, percibo que ustedes son muy religiosos en todo sentido.

23 Porque mientras pasaba y observaba los objetos de su adoración, hallé también un altar con esta inscripción: ‘AL DIOS DESCONOCIDO.’ Pues lo que ustedes adoran sin conocer, eso les anuncio yo.

24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que en élhay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manosde hombres,

25 ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas.

26 “De uno solo, Dios hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la superficie de la tierra, habiendo determinadosustiempos y las fronteras de los lugares donde viven,

27 para que buscaran a Dios, y de alguna manera, palpando, Lo hallen, aunque El no está lejos de ninguno de nosotros.

28 Porque en El vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de los poetas de ustedes han dicho: ‘Porque también nosotros somos linaje Suyo.’

29 “Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Naturaleza Divina sea semejante a oro, plata o piedra, esculpidos por el arte y el pensamiento humano.

30 Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan.

31 Porque El ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien El ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres cuando Lo resucitó de entre los muertos.”

32 Cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban, pero otros dijeron: “Le escucharemos otra vez acerca de esto.”

33 Entonces Pablo salió de entre ellos.

34 Pero algunos se unieron a él y creyeron, entre los cuales estaban Dionisio el Areopagita, una mujer llamada Dámaris y otros con ellos.

Hechos 18

Pablo en Corinto

1 Después de estoPablosalió de Atenas y fue a Corinto.

2 Allí se encontró con un Judío que se llamaba Aquila, natural del Ponto, quien acababa de llegar de Italia con Priscila su mujer, puesel emperadorClaudio había ordenado a todos los Judíos que salieran de Roma. Pablo fue a verlos,

3 y como él era del mismo oficio, se quedó con ellos y trabajabanjuntos,pues el oficio de ellos era hacer tiendas de campaña.

4 Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, tratando de persuadir a Judíos y a Griegos.

5 Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo comenzó a dedicarse por completo a lapredicación de lapalabra, testificando solemnemente a los Judíos que Jesús era el Cristo (el Mesías).

6 Pero cuando los Judíos se le opusieron y blasfemaron, él sacudió sus ropas y les dijo: “Su sangreseasobre sus cabezas; yo soy limpio; desde ahora me iré a los Gentiles.”

7 Partiendo de allí, se fue a la casa de unhombrellamado Ticio Justo, que adoraba a Dios, cuya casa estaba junto a la sinagoga.

8 Crispo, el oficial (principal) de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa. También muchos de los Corintios, al oír, creían y eran bautizados.

9 Por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: “No temas, sigue hablando y no calles;

10 porque Yo estoy contigo, y nadie te atacará para hacerte daño, porque Yo tengo mucha gente en esta ciudad.”

11 Entonces Pablo se quedóallíun año y seis meses, enseñando la palabra de Dios entre ellos.

Pablo ante Galión

12 Pero siendo Galión procónsul de Acaya, los Judíos se levantaron a una contra Pablo y lo trajeron ante el tribunal.

13 “Este persuade a los hombres a que adoren a Diosen formacontraria a la ley,” dijeron ellos.

14 Cuando Pablo iba a hablar, Galión dijo a los Judíos: “Si fuera cuestión de una injusticia o de un crimen depravado, oh Judíos, yo les toleraría, como sería razonable.

15 Pero si son cuestiones de palabras y nombres, y de su propia ley, allá ustedes; yo no estoy dispuesto a ser juez de estas cosas.”

16 Y los echó del tribunal.

17 Entonces todos ellos agarraron a Sóstenes, el oficial (principal) de la sinagoga, y lo golpeaban frente al tribunal, pero Galión no hacía caso de nada de esto.

Fin del Segundo Viaje Misionero de Pablo, y Principio del Tercero

18 Pablo, después de quedarse muchos días más, se despidió de los hermanos y se embarcó hacia Siria, y con él iban Priscila y Aquila. Y en Cencrea se hizo cortar el cabello, porque tenía hecho un voto.

19 Llegaron a Efeso y dejó allí a Priscila y Aquila. Y entrando Pablo a la sinagoga, discutía con los Judíos.

20 Cuando le rogaron que se quedara más tiempo, no consintió,

21 sino que se despidió de ellos, diciendo: “Volveré a ustedes otra vez, si Dios quiere.” Y embarcándose, se fue de Efeso.

22 Al llegar a Cesarea, subióa Jerusalénpara saludar a la iglesia, yluegodescendió a Antioquía.

23 Después de pasarallíalgún tiempo, Pablo fue recorriendo por orden la región de Galacia y de Frigia, fortaleciendo a todos los discípulos.

Apolos en Efeso

24 Llegó entonces a Efeso un Judío que se llamaba Apolos, natural de Alejandría, hombre elocuente,yque era poderoso en las Escrituras.

25 Este había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan.

26 Y comenzó a hablar abiertamente en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.

27 Cuando Apolos quiso pasar a Acaya, los hermanos lo animaron, y escribieron a los discípulos que lo recibieran. Cuando llegó, ayudó mucho a los que por la gracia habían creído,

28 porque refutaba vigorosamente en público a los Judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo (el Mesías).

Hechos 19

Pablo en Efeso

1 Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de haber recorrido las regiones superiores, llegó a Efeso y encontró a algunos discípulos,

2 y les preguntó: “¿Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron?” Ellos le respondieron: “No, ni siquiera hemos oído si hay un Espíritu Santo.”

3 Entonces Pablo les preguntó: “¿En québautismo,pues, fueron bautizados?” “En el bautismo de Juan,” contestaron ellos.

4 Y Pablo les dijo: “Juan bautizó con el bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran en Aquél que vendría después de él, es decir, en Jesús.”

5 Al oíresto,fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

6 Cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y profetizaban.

7 Eran en total unos doce hombres.

La Iglesia se Establece en Efeso

8 Pablo entró en la sinagoga, y por tres meses continuó hablando abiertamente, discutiendo y persuadiéndolesacerca del reino de Dios.

9 Pero cuando algunos se endurecieron y se volvieron desobedientes, hablando mal del Camino ante la multitud,Pablose apartó de ellos llevándose a los discípulos, y discutía diariamente en la escuela de Tirano.

10 Esto continuó por dos años, de manera que todos los que vivían en Asia (provincia occidental de Asia Menor) oyeron la palabra del Señor, tanto Judíos como Griegos.

11 Dios hacía milagros extraordinarios por mano de Pablo,

12 de tal manera que incluso llevaban pañuelos o delantales de su cuerpo a los enfermos, y las enfermedades los dejaban y los malos espíritus se iban de ellos.

13 Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: “Les ordenoque salgan,en el Nombre de Jesús a quien Pablo predica.”

14 Siete hijos de un tal Esceva, uno de los principales sacerdotes Judíos, eran los que hacían esto.

15 Pero el espíritu malo les respondió: “A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero ustedes, ¿quiénes son?”

16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo se lanzó sobre ellos, y los dominó y pudo más que ellos, de manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.

17 Supieron esto todos los habitantes de Efeso, tanto Judíos como Griegos. El temor se apoderó de todos ellos, y el nombre del Señor Jesús era exaltado.

18 También muchos de los que habían creído continuaban viniendo, confesando y declarando las cosas que practicaban.

19 Muchos de los que practicaban la magia, juntandosuslibros, los quemaban a la vista de todos. Calcularon su precio y hallaronque llegaba a50,000 monedas de plata (180 kg).

20 Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor.

Los Planes de Pablo

21 Pasadas estas cosas, Pablo decidió en el espíritu ir a Jerusalén después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: “Después que haya estado allí, debo visitar también Roma.”

22 Y habiendo enviado a Macedonia a dos de sus ayudantes, Timoteo y Erasto, él se quedó en Asia por algún tiempo.

El Tumulto de los Plateros

23 Por aquel tiempo se produjo un alboroto no pequeño por motivo del Camino.

24 Porque cierto platero que se llamaba Demetrio, que labraba templecillos de plata de Diana (Artemisa) y producía no pocas ganancias a los artífices,

25 reunió a éstos junto con los obreros deoficiossemejantes, y dijo: “Compañeros, ustedes saben que nuestra prosperidad depende de este comercio.

26 Pueden ver y oír que no sólo en Efeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que losdioseshechos con las manos no son diosesverdaderos.

27 Y no sólo corremos el peligro de que nuestro oficio caiga en descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Diana se considere sin valor, y que ella, a quien adora toda Asia y el mundo entero, sea despojada de su grandeza.”

28 Cuando oyeronesto,se llenaron de ira,ycomenzaron a gritar: “¡Grande es Diana de los Efesios!”

29 La ciudad se llenó de confusión y a una se precipitaron en el teatro, arrastrando consigo a Gayo y a Aristarco, los compañeros de viaje de Pablo,que erande Macedonia.

30 Cuando Pablo quiso ir a la multitud, los discípulos no se lo permitieron.

31 También algunas de las autoridades de la provincia de Asia, que eran amigos de Pablo, le enviaron mensaje y repetidamente le rogaron que no se aventuraraa presentarseen el teatro.

32 Así que unos gritaban una cosa y otros otra, porque había confusión en la asamblea, y la mayoría no sabía por qué razón se habían reunido.

33 Algunos de la multitud pensaronque se trataba deAlejandro, puesto que los Judíos lo habían empujado hacia adelante. Entonces Alejandro, haciendo señalde silenciocon la mano, quería hacer su defensa ante la asamblea.

34 Pero cuando se dieron cuenta de que era Judío, un clamor se levantó de todos ellos, gritando como por dos horas: “¡Grande es Diana de los Efesios!”

35 Entonces el secretario (que presidía las asambleas populares), después de calmar a la multitud, dijo: “Ciudadanos de Efeso, ¿hay acaso algún hombre que no sepa que la ciudad de los Efesios es guardiana del templo de la gran Diana y de laimagenque descendió del cielo?

36 Puesto que estos hechos son innegables, deben guardar calma y no hacer nada precipitadamente.

37 Porque han traído a estos hombres que ni roban templos, ni blasfeman a nuestra diosa.

38 Así pues, si Demetrio y los artífices que están con él tienen queja contra alguien, los tribunales están abiertos y los procónsules (gobernadores provinciales)dispuestos;presenten sus acusaciones unos contra otros.

39 Pero si demandan algo más que esto, se decidirá en asamblea legítima.

40 Porque ciertamente corremos peligro de ser acusados de crear problemas en relación con lo acontecido hoy, ya que no existe causajustificada para esto,y por ello no podremos explicar este alboroto.”

41 Y habiendo dicho esto, despidió la asamblea.

Hechos 20

Viaje de Pablo por Macedonia y Grecia

1 Después que cesó el alboroto, Pablo mandó llamar a los discípulos, y habiéndolosexhortado, despidiéndose, partió para ir a Macedonia.

2 Y después de recorrer aquellas regiones y de haberlos exhortado mucho, llegó a Grecia.

3 Pasóallítres meses, y habiéndose tramado un plan en su contra de parte de los Judíos cuando estaba por embarcarse para Siria, tomó la decisión de regresar por Macedonia.

4 Lo acompañaban Sópater de Berea,hijode Pirro; Aristarco y Segundo de los Tesalonicenses; Gayo de Derbe, y Timoteo; Tíquico y Trófimo de Asia (provincia occidental de Asia Menor).

5 Pero éstos se habían adelantado y nos esperaban en Troas.

6 Nos embarcamos en Filipos después de los días de la Fiesta de los Panes sin Levadura, y en cinco días llegamos adonde ellosestabanen Troas; y allí nos quedamos siete días.

Despedida de Pablo en Troas

7 El primerdíade la semana, cuando estábamos reunidos para partir el pan, Pablo les hablaba, pensando salir al día siguiente, y prolongó su discurso hasta la medianoche.

8 Había muchas lámparas en el aposento alto donde estábamos reunidos.

9 Y estaba sentado en la ventana un joven llamado Eutico. Como Pablo continuaba hablando,Euticofue cayendo en un profundo sueño hasta que, vencido por el sueño, se cayó desde el tercer piso y lo levantaron muerto.

10 Pero Pablo bajó y se tendió sobre él, y después de abrazarlo, dijo: “No se alarmen, porque está vivo.”

11 Volviendo arriba, después de partir el pan y de comer, conversó largamente con ellos hasta el amanecer, y entonces se marchó.

12 Al muchacho se lo llevaron vivo, y quedaron grandemente consolados.

Viaje de Troas a Mileto

13 Entonces nosotros, adelantándonos atomarla nave, salimos para Asón, con el propósito de recoger allí a Pablo, pues así lo había decidido, deseando él ir por tierrahasta Asón.

14 Cuando nos encontró en Asón, lo recibimos a bordo y nos dirigimos a Mitilene.

15 Saliendo de allí, al día siguiente llegamos frente a Quío; y al otrodíaatracamos en Samos. Habiendo hecho escala en Trogilio, aldíasiguiente llegamos a Mileto.

16 Porque Pablo había decidido dejar a un lado a Efeso para no detenerse en Asia, pues se apresuraba para estar, en Jerusalén el día de Pentecostés si le era posible.

17 Desde Mileto mandómensajea Efeso y llamó a los ancianos de la iglesia.

Despedida en Mileto

18 Cuando vinieron a él, les dijo: “Ustedes bien saben cómo he sido con ustedes todo el tiempo, desde el primer día que estuve en Asia.

19 He servido al Señor con toda humildad, con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los Judíos.

20 Bien sabencómo no rehuí declararles a ustedes nada que fuera útil, y de enseñarles públicamente y de casa en casa,

21 testificando solemnemente, tanto a Judíos como a Griegos, del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

22 “Ahora yo, atado en espíritu, voy a Jerusalén sin saber lo que allá me sucederá,

23 salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones.

24 Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.

25 “Y ahora, yo sé que ninguno de ustedes, entre quienes anduve predicando el reino, volverá a ver mi rostro.

26 Por tanto, les doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos,

27 pues no rehuí declararles todo el propósito de Dios.

28 “Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos (supervisores) para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con Su propia sangre.

29 Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre ustedes que no perdonarán el rebaño.

30 También de entre ustedes mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos.

31 Por tanto, estén alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas.

32 “Ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia, que es poderosa para edificarlosy darlesla herencia entre todos los santificados.

33 Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado.

34 Ustedes saben que estas manos me sirvieron para mispropiasnecesidades y las de los que estaban conmigo.

35 En todo les mostré que así, trabajando, deben ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: ‘Más bienaventurado es dar que recibir.'”

36 Cuando Pablo terminó de hablar, se arrodilló y oró con todos ellos.

37 Comenzaron todos a llorar desconsoladamente, y abrazando a Pablo, lo besaban.

38 Estaban afligidos especialmente por la palabra que había dicho de que ya no volverían a ver su rostro. Y lo acompañaron hasta el barco.

Hechos 21

Despedida en Tiro

1 Después de separarnos de ellos, salimos y navegamos con rumbo directo a Cos, al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara.

2 Al encontrar un barco que iba para Fenicia, subimos a bordo y nos hicimos a la vela.

3 Cuando vimosla isla deChipre, dejándola a la izquierda, navegamos hacia Siria, y desembarcamos en Tiro porque la nave debía dejar allí su cargamento.

4 Después de hallar a los discípulos, nos quedamos allí siete días, y ellos le decían a Pablo, por el Espíritu, que no fuera a Jerusalén.

5 Pasados aquellos días partimos y emprendimos nuestro viaje mientras que todos ellos, con sus mujeres e hijos, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad. Después de arrodillarnos y orar en la playa, nos despedimos unos de otros.

6 Entonces subimos al barco y ellos regresaron a sus hogares.

Pablo en Cesarea

7 Terminado el viaje desde Tiro, llegamos a Tolemaida, y después de saludar a los hermanos, nos quedamos con ellos un día.

8 Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete (diáconos), nos quedamos con él.

9 Este tenía cuatro hijas vírgenes que profetizaban.

10 Y deteniéndonos allí varios días, descendió de Judea cierto profeta llamado Agabo,

11 quien vino avernos, y tomando el cinto de Pablo, se ató las manos y los pies, y dijo: “Así dice el Espíritu Santo: ‘Así atarán los Judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los Gentiles.'”

12 Al escuchar esto, tanto nosotros como los que vivían allí le rogábamos que no subiera a Jerusalén.

13 Entonces Pablo respondió: “¿Qué hacen, llorando y quebrantándome el corazón? Porque listo estoy no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.”

14 Como no se dejaba persuadir, dejamos de insistir, diciéndonos: “Que se haga la voluntad del Señor.”

15 Después de estos días nos preparamos y comenzamos a subir hacia Jerusalén.

16 Nos acompañaron tambiénalgunosde los discípulos de Cesarea, quienes nos condujeron a Mnasón, de Chipre, un antiguo discípulo con quien deberíamos hospedarnos.

Pablo en Jerusalén

17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con regocijo.

18 Al día siguiente Pablo fue con nosotrosa vera Jacobo (Santiago, hermano de Jesús), y todos los ancianos estaban presentes.

19 Después de saludarlos, comenzó a referirles una por una las cosas que Dios había hecho entre los Gentiles mediante su ministerio.

20 Ellos, cuandolooyeron, glorificaban a Dios y le dijeron: “Hermano, ya ves cuántos miles hay entre los Judíos que han creído, y todos son celosos de la Ley (Mosaica).

21 Se les ha contado acerca de ti, que enseñas a todos los Judíos entre los Gentiles que se aparten de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las tradiciones.

22 Entonces, ¿qué eslo que se debe hacer?Porque sin duda la multitud se reunirápuesoirán que has venido.

23 “Por tanto, haz esto que te decimos. Tenemos cuatro hombres que han hecho un voto;

24 tómalos y purifícate junto con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza. Así todos sabrán que no hay nadaciertoen lo que se les ha dicho acerca de ti, sino que tú también vives (andas) ordenadamente, guardando la Ley.

25 Pero en cuanto a los Gentiles que han creído, nosotrosleshemos escrito, habiendo decidido que deben abstenerse de todo lo que ha sido sacrificado a los ídolos, de sangre y de comer carne de animales estrangulados y de fornicación.”

26 Entonces Pablo tomóconsigoa los hombres, y al día siguiente, purificándose junto con ellos, fue al templo, notificando de la terminación de los días de purificación, hasta que el sacrificio se ofreciera por cada uno de ellos.

El Tumulto en el Templo

27 Cuando estaban para cumplirse los siete días, los Judíos de Asia (provincia occidental de Asia Menor), al verlo en el templo alborotaron a todo el pueblo y le echaron mano,

28 gritando: “¡Hombres de Israel, ayúdennos! Este es el hombre que enseña a todos, por todas partes, contra nuestro pueblo, la Ley y este lugar. Además, incluso ha traído Griegos al templo, y ha profanado este lugar santo.”

29 Pues anteriormente habían visto a Trófimo el Efesio con él en la ciudad, y pensaban que Pablo lo había traído al templo.

30 Se alborotó toda la ciudad, y llegó el pueblo corriendo de todas partes. Apoderándose de Pablo lo arrastraron fuera del templo, y al instante cerraron las puertas.

31 Mientras procuraban matarlo, llegó aviso al comandante de la compañía (tropa)Romanaque toda Jerusalén estaba en confusión.

32 Inmediatamente tomó consigoalgunossoldados y centuriones, y corrió hacia ellos; cuando el pueblo vio al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo.

33 Entonces el comandante llegó y lo arrestó, y ordenó que lo ataran con dos cadenas, y preguntaba quién era y qué había hecho.

34 Pero entre la muchedumbre unos gritaban una cosayotros otra, y como él no pudo averiguar con certezalos hechos,debido al tumulto, ordenó que llevaran a Pablo al cuartel.

35 Cuando Pablo llegó a las gradas, los soldados tuvieron que cargarlo por causa de la violencia de la turba;

36 porque la multitud del puebloloseguía, gritando: “¡Muera!”

Defensa de Pablo en Jerusalén

37 Cuando estaban para meterlo en el cuartel, Pablo dijo al comandante: “¿Puedo decirte algo?” Y él dijo: “¿Sabes Griego?

38 ¿Entonces tú no eres el Egipcio que hace tiempo levantó una revuelta y sacó los 4,000 hombres de los asesinos al desierto?”

39 Pablo respondió: “Yo soy Judío de Tarso de Cilicia, ciudadano de una ciudad no sin importancia. Te suplico que me permitas hablar al pueblo.”

40 Cuando el comandante le concedió el permiso, Pablo, de pie sobre las gradas, hizo señal al pueblo con su mano, y cuando hubo gran silencio, les habló en el idioma Hebreo:

Hechos 22

1 “Hermanos y padres, escuchen mi defensa que ahorapresentoante ustedes,” decía Pablo.

2 Cuando oyeron que se dirigía a ellos en el idioma Hebreo, observaron aún más silencio. El continuó:

Pablo da Testimonio de su Conversión

3 “Yo soy Judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado bajo Gamaliel en estricta conformidad a la ley de nuestros padres, siendotanceloso de Dios como todos ustedes lo son hoy.

4 Perseguí este Camino hasta la muerte, encadenando y echando en cárceles tanto a hombres como a mujeres,

5 de lo cual pueden testificar el sumo sacerdote y todo el Concilio (Sanedrín) de los ancianos. De ellos recibí cartas para los hermanos (Judíos), y me puse en marcha para Damasco con el fin de traer presos a Jerusalén también a los (creyentes) que estaban allá, para que fueran castigados.

6 “Y aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco, como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi alrededor.

7 Caí al suelo y oí una voz que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?’

8 Y respondí: ‘¿Quién eres, Señor?’ Y El me dijo: ‘Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues.’

9 “Los que estaban conmigo vieron la luz, ciertamente, pero no comprendieron la voz de Aquél que me hablaba.

10 Y yo dije: ‘¿Qué debo hacer, Señor?’ Y el Señor me dijo: ‘Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas.’

11 “Pero como yo no veía por causa del resplandor (de la gloria) de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco.

12 “Y uno llamado Ananías, hombre piadoso según las normas de la Ley,yde quien daban buen testimonio todos los Judíos que vivían allí,

13 vino a mí, y poniéndosea mi lado,me dijo: ‘Hermano Saulo, recibe la vista.’ En ese mismo instantealcé los ojos ylo miré.

14 “Y él dijo: ‘El Dios de nuestros padres (antepasados) te ha designado para que conozcas Su voluntad, y para que veas al Justo y oigas palabra de Su boca.

15 Porque tú serás testigo Suyo a todos los hombres de lo que has visto y oído.

16 Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando Su nombre.’

17 “Cuando regresé a Jerusalén y me hallaba orando en el templo, caí en un éxtasis,

18 y vial Señorque me decía: ‘Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de Mí.’

19 “Entonces yo dije: ‘Señor, ellos saben bien que en las sinagogas, una tras otra, yo encarcelaba y azotaba a los que creían en Ti.

20 Cuando se derramaba la sangre de Tu testigo Esteban (mártir), allí estaba también yo dando mi aprobación, y cuidando los mantos de los que lo estaban matando.’

21 Pero El me dijo: ‘Ve, porque te voy a enviar lejos, a los Gentiles.'”

Pablo bajo Vigilancia del Comandante

22 La multitudlo oyó hasta que dijo esto,entoncesalzaron sus voces y dijeron: “¡Quita de la tierra a ese hombre! No se le debe permitir que viva.”

23 Como ellos vociferaban, y arrojaban sus mantos, y echaban polvo al aire,

24 el comandante ordenó que llevaran a Pablo al cuartel, diciendo que debía ser sometido a azotes para saber la razón por qué la gente gritaban contra él de aquella manera.

25 Cuando lo estiraron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba allí: “¿Les es lícito azotar a un ciudadano Romano sin haberle hecho juicio?”

26 Al oírestoel centurión, fue al comandante y le avisó: “¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano Romano.”

27 Vino el comandante aPabloy le dijo: “Dime, ¿eres ciudadano Romano?” “Sí,” contestó él.

28 Y el comandante respondió: “Yo adquirí esta ciudadanía por una gran cantidad de dinero.” “Pero yo soyciudadano Romanode nacimiento,” le dijo Pablo.

29 Entonces los que iban a someterlo aazotes, al instante lo soltaron. También el comandante tuvo temor cuando supo quePabloera ciudadano Romano, y porque lo había atadocon cadenas.

Pablo ante el Concilio (Sanedrín)

30 Al día siguiente, queriendo el comandante saber con certeza la causa por la cual los Judíos lo acusaban a Pablo, lo soltó, y ordenó a los principales sacerdotes y a todo el Concilio (Sanedrín) que se reunieran. Después llevó a Pablo y lo puso ante ellos.

Hechos 23

1 Entonces Pablo, mirando fijamente al Concilio (al Sanedrín), dijo: “Hermanos, hasta este día yo he vivido delante de Dios con una conciencia perfectamente limpia.”

2 Y el sumo sacerdote Ananías ordenó a los que estaban junto a él, que lo golpearan en la boca.

3 Entonces Pablo le dijo: “¡Dios lo golpeará a usted, pared blanqueada! ¿Se sienta usted para juzgarme conforme a la Ley, y viola la Ley ordenando que me golpeen?”

4 Los que estaban allí observando, dijeron: “¿Al sumo sacerdote de Dios injurias?”

5 Y Pablo dijo: “No sabía, hermanos, que él era el sumo sacerdote; porque escrito está: ‘No hablaras mal de una de las autoridades de tu pueblo.'”

6 Entonces Pablo, dándose cuenta de que una parte eran Saduceos y otra Fariseos, alzó la voz en el Concilio: “Hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseos. Se me juzga a causa de la esperanza de la resurrección de los muertos.”

7 Cuando dijo esto, se produjo un altercado entre los Fariseos y los Saduceos, y la asamblea se dividió.

8 Porque los Saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, pero los Fariseos creen todo esto.

9 Se produjo entonces un gran alboroto. Y levantándose algunos de los escribas del grupo de los Fariseos, discutían enérgicamente, diciendo: “No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?”

10 Al surgir un gran altercado, el comandante tuvo temor de que Pablo fuera despedazado por ellos, y ordenó que las tropas descendieran, lo sacaran de entre ellos a la fuerza y lo llevaran al cuartel.

11 A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: “Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de Mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma.”

Conspiración de los Judíos contra Pablo

12 Cuando se hizo de día, los Judíos tramaron una conspiración y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo.

13 Los que tramaron este plan eran más de cuarenta hombres,

14 los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: “Nos hemos comprometido bajo solemne juramento a no probar nada hasta que hayamos matado a Pablo.

15 Ahora pues, ustedes y el Concilio, avisen al comandante para que lo haga comparecer ante ustedes, como si quisieran hacer una investigación más minuciosa para resolver su caso. Nosotros por nuestra parte estamos listos para matarlo antes de que llegue.”

16 Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada, y fue y entró al cuartel y dio aviso a Pablo.

17 Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: “Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que informarle.”

18 El entonces, tomándoloconsigo,lo condujo al comandante, yledijo: “Pablo, el preso, me llamó y me pidió que te trajera a este joven, pues tiene algo que decirte.”

19 El comandante, tomándolo de la mano, y llevándolo aparte, le preguntó: “¿Qué es lo que tienes que informarme?”

20 Y el joven respondió: “Los Judíos se han puesto de acuerdo en pedirle que mañana lleve a Pablo al Concilio con el pretexto de hacer una indagación más a fondo sobre él.

21 Pero no les preste atención, porque más de cuarenta hombres de ellos, que se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado, esperan emboscados. Ellos ya están listos esperando promesa de parte suya.”

22 Entonces el comandante dejó ir al joven, encomendándole: “No digas a nadie que me has informado de estas cosas.”

23 Y llamando a dos de los centuriones, dijo: “Preparen 200 soldados para las nueve de la noche, con setenta jinetes y 200 lanceros, para que vayan a Cesarea.”

24 Debíanpreparar también cabalgaduras para Pablo y llevarlo a salvo al gobernador Félix.

Carta de Claudio Lisias a Félix

25 Tambiénel comandanteescribió una carta en estos términos:

26 “Claudio Lisias, al excelentísimo gobernador Félix: Salud.

27 Cuando este hombre fue arrestado por los Judíos, y estaba a punto de ser muerto por ellos, al saber que era Romano, fui con las tropas y lo rescaté.

28 Queriendo cerciorarme de la causa por la cual lo acusaban, lo llevé a su Concilio

29 y hallé que lo acusaban sobre cuestiones de su Ley, pero no de ningún cargo que mereciera muerte o prisión.

30 Cuando se me informó de que había un plan en contra del hombre, se lo envié enseguida, instruyendo también a sus acusadores que presenten los cargos contra él delante de usted.”

31 Así que los soldados, de acuerdo con las órdenesque tenían,tomaron a Pablo y lo llevaron de noche a (la ciudad de) Antípatris.

32 Al día siguiente regresaron al cuartel dejando que los de a caballo siguieran con él,

33 los cuales, después de llegar a Cesarea y de entregar la carta al gobernador, le presentaron también a Pablo.

34 Cuando el gobernador leyó la carta, preguntó de qué provincia era Pablo. Y al enterarse de que era de Cilicia,

35 dijo: “Te oiré cuando estén presentes también tus acusadores.” Y mandó que lo guardaran en el Pretorio (la residencia oficial del gobernador) de Herodes (Agripa I).

Hechos 24

Los Judíos Acusan a Pablo ante Félix

1 Cinco días más tarde el sumo sacerdote Ananías descendió a Cesarea con algunos ancianosycon un abogadollamadoTértulo; y presentaron al gobernador sus cargos contra Pablo.

2 Después que llamaron a Pablo, Tértulo comenzó a acusarlo, diciendoal gobernador:”Ya que por usted hemos obtenido mucha paz, y que por providencia suya se están llevando a cabo reformas en favor de esta nación,

3 nosotros, por todos los medios y en todas partes, reconocemosestocon profunda gratitud, oh excelentísimo Félix.

4 “Pero para no molestarle más, le suplico que, con suhabitualbondad, nos conceda una breve audiencia.

5 Pues hemos descubierto que este hombre es verdaderamente una plaga, y que provoca disensiones entre todos los Judíos por el mundo entero, yeslíder de la secta de los Nazarenos.

6 Hasta trató de profanar el templo. Entonces lo arrestamos y quisimos juzgarlo conforme a nuestra Ley.

7 “Pero interviniendo el comandante Lisias, con gran violencia lo quitó de nuestras manos,

8 mandando a sus acusadores que vinieran a usted. Si usted mismo lo interroga sobre todo lo que he dicho, podrá confirmar las cosas de que lo acusamos.”

9 Los Judíos se unieron también a la acusación, asegurando que,efectivamente,así era todo.

Defensa de Pablo

10 Después que el gobernador le hizo una señal para que hablara, Pablo respondió: “Sabiendo que por muchos años usted ha sido juez de esta nación, con gusto presento mi defensa,

11 puesto que usted puede comprobar el hecho de que no hace más de doce días que subí a Jerusalén a adorar.

12 Y ni en el templo, ni en las sinagogas, ni en la ciudadmismame encontraron discutiendo con nadie o provocando un tumulto.

13 Ni tampoco pueden probar de lo que ahora me acusan.

14 “Pero esto admito ante usted, que según el Camino que ellos llaman secta, yo sirvo al Dios de nuestros padres (antepasados), creyendo todo lo que es conforme a la Ley y lo que está escrito en los Profetas;

15 teniendola mismaesperanza en Dios que éstos también abrigan, de que ciertamente habrá una resurrección tanto de los justos como de los impíos.

16 Por esto, yo también me esfuerzo por conservar siempre una conciencia irreprensible delante de Dios y delante de los hombres.

17 “Después de varios años, he venido para traer limosnas a mi nación y a presentar ofrendas.

18 En esto estaba cuando me encontraron en el templo, después de haberme purificado, no con multitud ni con alboroto. Peroestaban allíciertos Judíos de Asia (provincia occidental de Asia Menor),

19 y que deberían haberse presentadoaquíante usted y acusarmesi tuvieran algo contra mí.

20 “O si no, que éstos mismos digan qué delito encontraron cuando comparecí ante el Concilio (Sanedrín),

21 a no ser por esta sola declaración que hice en voz alta mientras estaba entre ellos: ‘Por la resurrección de los muertos soy juzgado hoy ante ustedes.'”

22 Entonces Félix, que conocía con bastante exactitud acerca del Camino, dejóel fallopara después, diciendo: “Cuando venga el comandante Lisias decidiré el caso de ustedes.”

23 Y dio órdenes al centurión de que tuviera a Pablo bajo custodia, pero conalguna medidade libertad, y que no impidiera a ninguno de sus amigos que lo sirvieran.

Pablo Preso por Dos Años en Cesarea

24 Pero pocos días más tarde, llegó Félix con Drusila su mujer, que era Judía, y mandó traer a Pablo y lo oyóhablaracerca de la fe en Cristo Jesús.

25 Al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix, atemorizado dijo: “Vete por ahora, pero cuando tenga tiempo te mandaré llamar.”

26 Al mismo tiempo, tenía esperanza de que Pablo le diera dinero. Por eso acostumbraba llamarlo con frecuencia y conversar con él.

27 Pero transcurridos dos años, Porcio Festo llegó como sucesor de Félix, y deseando hacer un favor a los Judíos, Félix dejó preso a Pablo.

Hechos 25

Pablo ante Festo

1 Festo, entonces, tres días después de haber llegado a la provincia, subió a Jerusalén desde Cesarea.

2 Y los principales sacerdotes y los Judíos más influyentes le presentaron acusaciones contra Pablo, e insistían con Festo,

3 pidiéndole, el favor de que hiciera traer a Pablo a Jerusalén, preparando ellos,al mismo tiempo,una emboscada para matarlo en el camino.

4 Pero Festo respondió que Pablo estaba bajo custodia en Cesarea, y que en breve él mismo saldríapara allá.

5 Por tanto dijo: “Que los más influyentes de ustedes vayan allá conmigo, y si hay algo malo en el hombre, que lo acusen.”

Pablo Apela al César

6 Después de haberse quedado no más de ocho o diez días entre ellos, descendió a Cesarea, y al día siguiente se sentó en el tribunal y ordenó que trajeran a Pablo.

7 Cuando éste llegó, lo rodearon los Judíos que habían descendido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones que no podían probar,

8 mientras Pablo decía en defensa propia: “No he cometido ningún delito, ni contra la Ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra el César (Nerón).”

9 Pero Festo, queriendo hacer un favor a los Judíos, respondió a Pablo, y dijo: “¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén y a ser juzgado delante de mí por estasacusaciones?”

10 Entonces Pablo respondió: “Ante el tribunal del César estoy, que es donde debo ser juzgado. Ningún agravio he hecho alosJudíos, como también usted muy bien sabe.

11 Si soy, pues, un malhechor y he hecho algo digno de muerte, no rehúso morir. Pero si ninguna de esas cosas de que éstos me acusan esverdad,nadie puede entregarme a ellos. Apelo al César.”

12 Entonces Festo, habiendo deliberado con el consejo, respondió: “Al César has apelado, al César irás.”

Pablo ante Herodes Agripa II

13 Pasados varios días, el reyHerodesAgripa II y Berenice llegaron a Cesarea y fueron a saludar a Festo.

14 Como estuvieron allí muchos días, Festo presentó el caso de Pablo ante el rey, diciendo: “Hay un hombre que Félix dejó preso,

15 acerca del cual, estando yo en Jerusalén, los principales sacerdotes y los ancianos de los Judíos presentaron acusaciones contra él, pidiendo sentencia condenatoria contra él.

16 Yo les respondí que no es costumbre de los Romanos entregar a un hombre sin que antes el acusado confronte a sus acusadores, y tenga la oportunidad de defenderse de los cargos.

17 Así que cuando se reunieron aquí, sin ninguna demora, al día siguiente me senté en el tribunal y ordené traer al hombre.

18 Levantándose los acusadores, presentaban acusaciones contra él,perono de la clase de crímenes que yo suponía,

19 sino quesimplementetenían contra él ciertas cuestiones sobre su propia religión, y sobre cierto Jesús,yamuerto, de quien Pablo afirmaba que estaba vivo.

20 “Pero estando yo perplejo cómo investigar estas cuestiones, le pregunté si estaba dispuesto a ir a Jerusalén y ser juzgado de estas cosas allá.

21 Pero como Pablo apeló que se le tuviera bajo custodia para que el emperador Neróndierael fallo, ordené que continuara bajo custodia hasta que yo lo enviara al César.”

22 Entonces Agripa IIdijoa Festo: “A mí también me gustaría oír al hombre.” “Mañana lo oirás,” dijoFesto.

23 Así que al día siguiente, cuando Agripa II y Berenice entraron al auditorio en medio de gran pompa, acompañados por los comandantes y los hombres importantes de la ciudad, por orden de Festo, fue traído Pablo.

24 Y Festo dijo: “Rey Agripa y todos los demás aquí presentes con nosotros; éste es elhombreacerca del cual los Judíos, tanto en Jerusalén como aquí, me hicieron una petición declarando a gritos que no debe vivir más.

25 “Pero a mí me parece que no ha hecho nada digno de muerte, pero como él mismo apeló al emperador (Nerón), he decidido enviarloa Roma.

26 Sin embargo, no tengo nada definido sobre él para escribirle a mi señor. Por eso lo he traído ante ustedes, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que después de que se le interrogue, yo tenga algo que escribir.

27 Porque me parece absurdo, al enviar un preso, no informar también de los cargos en su contra.”

Hechos 26

Defensa de Pablo ante Herodes Agripa II

1 Agripa II dijo a Pablo: “Se te permite hablar en tu favor.” Entonces Pablo, extendiendo la mano, comenzó su defensa:

2 “Con respecto a todo aquello de que los Judíos me acusan, me considero afortunado,ohrey Agripa, de poder presentar hoy mi defensa delante de usted,

3 sobre todo, porque es experto en todas las costumbres y controversias entrelosJudíos. Por lo cual le ruego que me escuche con paciencia.

4 “Pues bien, todos los Judíos conocen mi vida desde mi juventud, que desde el principio transcurrió entre los de mi pueblo (mi nación) y en Jerusalén;

5 puesto que ellos han sabido de mí desde hace mucho tiempo, si están dispuestos a testificar, que vivícomoFariseo, de acuerdo con la secta más estricta de nuestra religión.

6 “Y ahora soy sometido a juicio por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres:

7 que nuestras doce tribus esperan alcanzar al servir fielmentea Diosnoche y día. Y por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los Judíos.

8 ¿Por qué se considera increíble entre ustedes que Dios resucite a los muertos?

9 “Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del nombre de Jesús de Nazaret.

10 Esto es precisamente lo que hice en Jerusalén. No sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto.

11 Castigándolos con frecuencia en todas las sinagogas, procuraba obligarlos a blasfemar, y enfurecido contra ellos, seguía persiguiéndolos aun hasta en las ciudades extranjeras.

Relato de la Conversión de Pablo

12 “Ocupado en esto, cuando iba para Damasco con autoridad y comisión de los principales sacerdotes,

13 al mediodía, oh rey,yendode camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía alrededor mío y de los que viajaban conmigo.

14 Después de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma Hebreo: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.’

15 “Yo entonces dije: ‘¿Quién eres, Señor?’ Y el Señor dijo: ‘Yo soy Jesús a quien tú persigues.

16 Pero levántate y ponte en pie; porque te he aparecido con el fin de designarte como ministro y testigo, no sólo de las cosas que has visto, sino también de aquéllas en que Me apareceré a ti.

17 Te rescataré del puebloJudíoy de los Gentiles, a los cuales Yo te envío,

18 para que les abras sus ojos a fin de que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en Mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados.’

19 “Por tanto, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,

20 sino que anunciaba, primeramente a los queestabanen Damasco ytambiénen Jerusalén, ydespuéspor toda la región de Judea, yauna los Gentiles, que debían arrepentirse y volverse a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

21 “Por esta causa,algunosJudíos me prendieron en el templo y trataron de matarme.

22 Así que habiendo recibido ayuda de Dios, continúo hasta este día testificando tanto a pequeños como a grandes, no declarando más que lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería:

23 que el Cristo (el Mesías) había de padecer,yque por motivo deSuresurrección de entre los muertos, El debía ser el primero en proclamar luz tanto al puebloJudíocomo a los Gentiles.”

Pablo Exhorta a Herodes Agripa II

24 MientrasPablodecía esto en su defensa, Festo dijo a gran voz: “¡Pablo, estás loco! ¡Tumucho saber te está haciendo perder la cabeza!”

25 Pero Pablo le respondió: “No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.

26 Porque el rey entiende estas cosas, y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto.

27 Rey Agripa, ¿cree ustedenlos profetas? Yo sé que cree.”

28 Entonces Agripa IIle dijoa Pablo: “En poco tiempo me persuadirás a que me haga Cristiano.”

29 Y Pablocontestó: “Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo usted, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas.”

30 El rey, el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos se levantaron,

31 y mientras se retiraban, hablaban entre sí, diciendo: “Este hombre no ha hecho nada que merezca muerte o prisión.”

32 Agripa II le dijo a Festo: “Este hombre podría haber sido puesto en libertad, si no hubiera apelado al César.”