Juan 19

1 Entonces, Pilato tomó a Jesús y Lo azotó.

2 Y los soldados tejieron una corona de espinas, la pusieron sobre Su cabeza y Lo vistieron con un manto de púrpura;

3 y acercándose a Jesús, Le decían: “¡Salve, Rey de los Judíos!” Y Le daban bofetadas.

4 Pilato salió otra vez, y les dijo: “Miren, Lo traigo fuera, para que sepan que no encuentro ningún delito en El.”

5 Y cuando Jesús salió fuera, llevaba la corona de espinas y el manto de púrpura. YPilatoles dijo: “¡Aquí está el Hombre!”

6 Cuando Lo vieron los principales sacerdotes y los guardias, gritaron: “¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!” Pilato les dijo: “Ustedes, pues, Lo toman y Lo crucifican, porque yo no encuentro ningún delito en El.”

7 Los Judíos le respondieron: “Nosotros tenemos una ley, y según esa ley El debe morir, porque pretendió ser el Hijo de Dios.”

8 Entonces Pilato, cuando oyó estas palabras, se atemorizó aún más.

9 Entró de nuevo al Pretorio (residencia oficial del gobernador) y dijo a Jesús: “¿De dónde eres Tú?” Pero Jesús no le dio respuesta.

10 Pilato entonces Le dijo: “¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte, y que tengo autoridad para crucificarte?”

11 Jesús respondió: “Ninguna autoridad tendrías sobre Mí si no se te hubiera dado de arriba; por eso el que Me entregó a ti tiene mayor pecado.”

12 Como resultado de esto, Pilato procuraba soltar a Jesús, pero los Judíos gritaron: “Si suelta a Este, usted no es amigo del César; todo el que se hace rey se opone al César.”

13 Entonces Pilato, cuando oyó estas palabras, sacó fuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en un lugar llamado el Empedrado, y en Hebreo Gabata.

14 Y era el día de la preparación para la Pascua; eran como las seis de la mañana (hora Romana). YPilatodijo a los Judíos: “Aquí está su Rey.”

15 “¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo!” gritaron ellos. “¿He de crucificar a su Rey?” les dijo Pilato. Los principales sacerdotes respondieron: “No tenemos más rey que el César.”

16 Así que entonces Pilato Lo entregó a ellos para que fuera crucificado.

Crucifixión y Muerte de Jesús

17 Tomaron, pues, a Jesús, y El salió cargando Su cruz alsitiollamado el Lugar de la Calavera, que en Hebreo se dice Gólgota,

18 donde Lo crucificaron, y con El a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio.

19 Pilato también escribió un letrero y lo puso sobre la cruz. Y estaba escrito: “JESUS EL NAZARENO, EL REY DE LOS JUDIOS.”

20 Entonces muchos Judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad; y estaba escrita en Hebreo, en Latínyen Griego.

21 Por eso los principales sacerdotes de los Judíos decían a Pilato: “No escribas, ‘el Rey de los Judíos;’ sino que El dijo: ‘Yo soy Rey de los Judíos.'”

22 Pilato respondió: “Lo que he escrito, he escrito.”

23 Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron Sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Ytomaron tambiénla túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza.

24 Por tanto, se dijeron unos a otros: “No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella,para verde quién será;” para que se cumpliera la Escritura: “Repartieron entre siMis vestidos,y sobreMi ropa echaron suertes.”

25 Por eso los soldados hicieron esto. Y junto a la cruz de Jesús estaban Su madre, y la hermana de Su madre, María, lamujerde Cleofas, y María Magdalena.

26 Y cuando Jesús vio a Su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a Su madre: “¡Mujer, ahí está tu hijo!”

27 Después dijo al discípulo: “¡Ahí está tu madre!” Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propiacasa.

28 Después de esto, sabiendo Jesús que todo ya se había consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: “Tengo sed.”

29 Había allí una vasija llena de vinagre. Colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre enuna rama dehisopo, y se la acercaron a la boca.

30 Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: “¡Consumado es! (¡Cumplido está!)” E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

31 Los Judíos entonces, como era el día de preparaciónpara la Pascua,a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo, porque ese día de reposo era muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran.

32 Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, ytambién lasdel otro que había sido crucificado con Jesús.

33 Cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas;

34 pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua.

35 Y el queloha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que ustedes también crean.

36 Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: “No sera quebradohuesoSuyo.”

37 Y también otra Escritura dice: “Miraran aAquel que traspasaron.”

Sepultura de Jesús

38 Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los Judíos, pidiópermisoa Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces José vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.

39 Y Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla de mirra y áloe como de treinta y tres kilos.

40 Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre los Judíos.

41 En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual todavía no habían sepultado a nadie.

42 Por tanto, por causa del día de la preparación de los Judíos, como el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.

Juan 20

La Resurrección

1 El primerdíade la semana María Magdalena fue temprano al sepulcro, cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedrayahabía sido quitada del sepulcro.

2 Entonces corrió y fue adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde Lo han puesto.”

3 Salieron, pues, Pedro y el otro discípulo, y fueron hacia el sepulcro.

4 Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro;

5 e inclinándose para miraradentro, vio las envolturas de lino puestasallí,pero no entró.

6 Entonces llegó también Simón Pedro tras él, entró al sepulcro, y vio las envolturas de lino puestasallí,

7 y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con las envolturas de lino, sino enrollado en un lugar aparte.

8 También entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó.

9 Porque todavía no habían entendido la Escritura de que Jesús debía resucitar de entre los muertos.

10 Los discípulos entonces se fueron de nuevo a sus casas.

Aparición de Jesús a María Magdalena

11 Pero María estaba fuera, llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó y miró dentro del sepulcro;

12 y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.

13 “Mujer, ¿por qué lloras?” le preguntaron. “Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde Lo han puesto,” les contestó ella.

14 Al decir esto, se volvió y vio a Jesús que estabaallí,pero no sabía que era Jesús.

15 “Mujer, ¿por qué lloras?” le dijo Jesús. “¿A quién buscas?” Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, Le dijo: “Señor, si usted Lo ha llevado, dígame dónde Lo ha puesto, y yo me Lo llevaré.”

16 “¡María!” le dijo Jesús. Ella, volviéndose, Le dijo en Hebreo: “¡Raboní!” (que quiere decir Maestro).

17 Jesús le dijo: “Suéltame (No Me agarres) porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos, y diles: ‘Subo a Mi Padre y Padre de ustedes, a Mi Dios y Dios de ustedes.'”

18 María Magdalena fue y anunció a los discípulos: “¡He visto al Señor!,” y que El le había dicho estas cosas.

Aparición a los Discípulos

19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertasdel lugardonde los discípulos se encontraban por miedo a los Judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: “Paz a ustedes.”

20 Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor.

21 Jesús les dijo otra vez: “Paz a ustedes; como el Padre Me ha enviado,asítambién Yo los envío.”

22 Después de decir esto, sopló sobreellosy les dijo: “Reciban el Espíritu Santo.

23 A quienes perdonen los pecados,éstosles son perdonados; a quienes retengan lospecados, éstosles son retenidos.”

Incredulidad de Tomás

24 Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo (el Gemelo), no estaba con ellos cuando Jesús vino.

25 Entonces los otros discípulos le decían: “¡Hemos visto al Señor!” Pero él les dijo: “Si no veo en Sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en Su costado, no creeré.”

26 Ocho días después, Sus discípulos estaban otra vez dentro (en la casa), y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y dijo: “Paz a ustedes.”

27 Luego dijo a Tomás: “Acerca aquí tu dedo, y mira Mis manos; extiende aquí tu mano y métela en Mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.”

28 “¡Señor mío y Dios mío!” Le dijo Tomás.

29 Jesús le dijo: “¿Porque Me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, ysin embargocreyeron.”

El Propósito de este Evangelio según Juan

30 Y muchas otras señales (milagros) hizo también Jesús en presencia de Sus discípulos, que no están escritas en este libro;

31 pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios; y para que al creer, tengan vida en Su nombre.

Juan 21

Jesús se manifiesta junto al Mar

1 Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera:

2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo (el Gemelo), Natanael de Caná de Galilea, loshijosde Zebedeo y otros dos de Sus discípulos.

3 “Me voy a pescar,” les dijo Simón Pedro. “Nosotros también vamos contigo,” le dijeron ellos. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada.

4 Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

5 Jesús les dijo: “Hijos, ¿acaso tienen algún pescado?” “No.” respondieron ellos.

6 Y El les dijo: “Echen la red al lado derecho de la barca y hallaránpesca.”Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces.

7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo a Pedro: “¡Es el Señor!” Oyendo Simón Pedro que era el Señor, se puso la ropa, porque se la había quitadopara poder trabajar, y se echó al mar.

8 Pero los otros discípulos vinieron en la barca, porque no estaban lejos de tierra, sino a unos 100 metros, arrastrando la redllenade peces.

9 Cuando bajaron a tierra, vieron brasasyapuestas y un pescado colocado sobre ellas, y pan.

10 Jesús les dijo: “Traigan algunos de los peces que acaban de sacar.”

11 Simón Pedro subióa la barca,y sacó la red a tierra, llena de peces grandes, ciento cincuenta y tresen total;y aunque había tantos, la red no se rompió.

12 Jesús les dijo: “Venganydesayunen.” Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: “¿Quién eres Tú?” sabiendo que era el Señor.

13 Jesús vino, tomó el pan y se lo dio; y lo mismohizo conel pescado.

14 Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.

Diálogo de Jesús con Pedro

15 Cuando acabaron de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón,hijode Juan, ¿Me amas más que éstos?” “Sí, Señor, Tú sabes que Te quiero,” Le contestó Pedro. Jesús le dijo: “Apacienta Mis corderos.”

16 Volvió a decirle por segunda vez: “Simón,hijode Juan, ¿Me amas?” “Sí, Señor, Tú sabes que Te quiero,” Le contestó Pedro. Jesús le dijo: “Pastorea Mis ovejas.”

17 Jesús le dijo por tercera vez: “Simón,hijode Juan, ¿Me quieres?” Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: “¿Me quieres?” Y Le respondió: “Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que Te quiero.” “Apacienta Mis ovejas,” le dijo Jesús.

18 “En verdad te digo, que cuando eras más joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras.”

19 Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con quePedroglorificaría a Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo: “Sígueme.”

20 Pedro, volviéndose, vio quelesseguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pechode Jesúsy Le había preguntado: “Señor, ¿quién es el que Te va a entregar?”

21 Entonces Pedro, al verlo, dijo a Jesús: “Señor, ¿y éste, qué?”

22 Jesús le dijo: “Si Yo quiero que él se quede hasta que Yo venga, ¿a ti, qué? Tú, Sígueme.”

23 Por eso el dicho se propagó entre los hermanos que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: “Si Yo quiero que se quede hasta que Yo venga, ¿a ti, qué?”

24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y el que escribió esto, y sabemos que su testimonio es verdadero.

25 Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría contener los libros que se escribirían.

Lucas 1

Introducción

1 Por cuanto muchos han tratado de poner en ordeny escribiruna historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas (y hay plena convicción),

2 tal como nos las dieron a conocer los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra (del evangelio),

3 también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírtelasordenadamente, excelentísimo Teófilo,

4 para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas (instruido oralmente).

Anuncio del Nacimiento de Juan el Bautista

5 Hubo en los días de Herodes (el Grande), rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet.

6 Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor.

7 No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.

8 Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el ordenindicadoa su grupo,

9 conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso.

10 Toda la multitud del pueblo estaba afuera orando a la hora de la ofrenda de incienso.

11 Y se le apareció a Zacarías un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.

12 Al verlo,Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él.

13 Pero el ángel le dijo: “No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan.

14 Tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán por su nacimiento,

15 porque él será grande delante del Señor. No beberá vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre,

16 y hará volver a muchos de los Israelitas al Señor su Dios.

17 El irá delante del Señor en el espíritu y poder de Elíaspara hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblobiendispuesto.”

18 Entonces Zacarías dijo al ángel: “¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada.”

19 El ángel le respondió: “Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.

20 Así que te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.”

21 El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de su tardanza en el templo.

22 Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo. El les hablaba por señas y permanecía mudo.

23 Cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.

24 Después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó por cinco meses, diciendo:

25 “Así ha obrado el Señor conmigo en los días en quese dignómirarmepara quitar mi afrenta entre los hombres.”

Anuncio del Nacimiento de Jesús

26 Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,

27 a una virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María.

28 Y entrando elángel,le dijo: “¡Salve, muy favorecida! El Señor está (sea) contigo; bendita eres tú entre las mujeres.”

29 Ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste.

30 Y el ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.

31 Concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo, y Le pondrás por nombre Jesús (el Señor salva).

32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios Le dará el trono de Su padre David;

33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su reino no tendrá fin.”

34 Entonces María dijo al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que soy virgen?”

35 El ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.

36 Tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y éste es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril.

37 Porque ninguna cosa será imposible para Dios.”

38 Entonces María dijo: “Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.” Y el ángel se fue de su presencia.

María Visita a Elisabet

39 En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá;

40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet.

41 Cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,

42 y exclamó a gran voz: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

43 ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?

44 Porque apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.

45 Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor.”

46 Entonces María dijo: “Mi alma engrandece al Señor,

47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

48 Porque ha mirado la humilde condición deestasu sierva; Pues desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.

49 Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; Y santo es Su nombre.

50 Yde generacion en generacionesSu misericordiapara los queLe temen.

51 Ha hecho proezas con Su brazo; Ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.

52 Ha quitado a los poderosos desustronos; Y ha exaltado a los humildes;

53 a los hambrientos ha colmado de bienesY ha despedido a los ricos con las manos vacías.

54 Ha ayudado a Israel, Su siervo, Para recuerdo de Su misericordia

55 Tal como dijo a nuestros padres, A Abraham y a su descendencia (simiente) para siempre.”

56 María se quedó con Elisabet como tres meses ydespuésregresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista

57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo.

58 Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado (engrandecido) Su gran misericordia hacia ella, y se regocijaban con ella.

59 Al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo iban a llamar Zacarías según el nombre de su padre.

60 “No, sino que se llamará Juan,” respondió la madre.

61 Y le dijeron: “No hay nadie en tu familia que tenga ese nombre.”

62 Entonces preguntaban por señas al padre, cómo lo quería llamar.

63 El pidió una tablilla y escribió lo siguiente: “Su nombre es Juan.” Y todos se maravillaron.

64 Al instante le fue abierta su boca ysueltasu lengua, y comenzó a hablar dando alabanza a Dios.

65 Y vino temor sobre todos los que vivían a su alrededor; y todas estas cosas se comentaban en toda la región montañosa de Judea.

66 Todos los quelasoíanlasguardaban en su corazón, diciendo: “¿Qué, pues, llegará a ser este niño?” Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él.

Profecía de Zacarías

67 Su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo:

68 “Benditoseael Señor, Dios de Israel, Porquenosha visitado y ha traído redención para Su pueblo,

69 Y nos ha levantado un cuerno de salvación En la casa de David Su siervo,

70 Tal como lo anunció por boca de Sus santos profetas desde los tiempos antiguos,

71 Salvación (Liberación)de nuestros enemigosYde la mano de todos los que nos aborrecen;

72 Para mostrar misericordia a nuestros padres, Y para recordar Su santo pacto,

73 El juramento que hizo a nuestro padre Abraham:

74 Concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos, Le sirvamos sin temor,

75 En santidad y justicia delante de El, todos nuestros días.

76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo; Porque irásdelante delSeñorpara prepararSus caminos;

77 Para dar a Su pueblo el conocimiento de la salvación Por el perdón de sus pecados,

78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que la Aurora nos visitará desde lo alto,

79 para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, Para guiar nuestros pies en el camino de paz.”

80 Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.

Lucas 2

Nacimiento de Jesús

1 Aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado (el Imperio Romano).

2 Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirenio era gobernador de Siria.

3 Todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad.

4 También José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén (Casa del Pan), por ser él de la casa y de la familia de David,

5 para inscribirse junto con María, comprometida para casarse con él, la cual estaba encinta.

6 Sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.

7 Y dio a luz a su Hijo primogénito; Lo envolvió en pañales y Lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Los Pastores y los Angeles

8 En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebañosdurantelas vigilias de la noche.

9 Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor.

10 Pero el ángel les dijo: “No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo;

11 porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo (el Mesías) el Señor.

12 Esto lesserviráde señal: hallarán a un Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.”

13 De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:

14 “Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz entre los hombres (de buena voluntad) en quienes El se complace.”

15 Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: “Vayamos, pues, hasta Belén (Casa del Pan) y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber.”

16 Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre.

17 Cuando Lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño.

18 Y todos los quelooyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores.

19 Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón.

20 Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.

21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al Niño, Le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que El fuera concebido en el seno materno.

Jesús Presentado en el Templo

22 Al cumplirse los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, Lo trajeron a Jerusalén (Ciudad de Paz) para presentar al Niño al Señor,

23 (como está escrito en la Ley del Señor: “Todo varon que abra la matriz (el primogenito)sera llamado santo para elSeñor),”

24 y para ofrecer un sacrificio conforme a lo que fue dicho en la Ley del Señor:”un par de tortolaso dos pichones.”

25 Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él.

26 Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo (al Mesías) del Señor.

27 Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús Lo trajeron para cumplir por El el rito de la Ley,

28 Simeón tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo:

29 “Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya En paz, conforme a Tu palabra;

30 Porque mis ojos han visto Tu salvación

31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;

32 Luz derevelacion a los gentiles, Y gloria de Tu pueblo Israel.”

33 Y los padres del Niño estaban asombrados de las cosas que de El se decían.

34 Simeón los bendijo, y dijo a Su madre María: “EsteNiñoha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción,

35 y una espada traspasará aun tu propia alma, a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.”

36 Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido consumarido siete años después de su matrimonio,

37 y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.

38 Llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

Crecimiento de Jesús

39 Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.

40 Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El.

El Niño Jesús Discute con los Maestros

41 Los padres de Jesús acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua.

42 Y cuando El cumplió doce años, subieronalláconforme a la costumbre de la fiesta.

43 Al regresar ellos, después de haber pasado todos los díasde la fiesta, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran Sus padres,

44 y suponiendo que iba en la caravana, anduvieron camino de un día, y comenzaron a buscar a Jesús entre los familiares y conocidos.

45 Cuando no Lo encontraron, volvieron y Lo buscaron en Jerusalén.

46 Después de tres días Lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

47 Todos los que Le oían estaban asombrados de Su entendimiento y de Sus respuestas.

48 Cuando Sus padres Lo vieron, se quedaron maravillados; y Su madre Le dijo: “Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, Tu padre y yo Te hemos estado buscando llenos de angustia.”

49 Entonces El les dijo: “¿Por qué Me buscaban? ¿Acaso no sabían que Me era necesario estar en la casa (en las cosas) de Mi Padre?”

50 Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho.

51 Descendió con sus padres y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y Su madre atesoraba todas estas cosas (las palabras) en su corazón.

52 Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura (edad) y en gracia para con Dios y los hombres.

Lucas 3

Predicación de Juan el Bautista

1 En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes (Antipas, hijo de Herodes el Grande) tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de la región de Iturea y Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,

2 durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

3 Y Juan fue por toda la región alrededor del Jordán, predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados;

4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías: “Voz del que clama en el desierto: ‘Preparen el camino delSeñor,hagan derechasSus sendas.

5 Todo vallesera rellenado,y todo monte y collado rebajado;lo torcido se hara recto,y las sendas asperasse volverancaminos llanos;

6 y toda carne (persona)verala salvacion deDios.'”

7 Por eso, Juan decía a las multitudes que acudían para que él las bautizara: “¡Camada de víboras! ¿Quién les enseñó a huir de la ira que vendrá?

8 Por tanto, den frutos dignos de arrepentimiento; y no comiencen a decirse a ustedes mismos: ‘Tenemos a Abraham por padre,’ porque les digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras.

9 El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.”

10 Y las multitudes le preguntaban: “¿Qué, pues, haremos?”

11 Juan les respondía: “El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.”

12 Vinieron también unos recaudadores de impuestos para ser bautizados, y le dijeron: “Maestro, ¿qué haremos?”

13 “No exijan (No colecten) más de lo que se les ha ordenado,” les respondió Juan.

14 Tambiénalgunossoldados le preguntaban: “Y nosotros, ¿qué haremos?” “A nadie quiten dinero por la fuerza,” les dijo, “nia nadieacusen falsamente, y conténtense con su salario.”

15 Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos se preguntaban en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo (el Mesías),

16 Juan les habló a todos: “Yo los bautizo con agua; pero viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de Sus sandalias. El los bautizará con el Espíritu Santo y fuego.

17 El bieldo está en Su mano para limpiar completamente Su era y recoger el trigo en Su granero; pero quemará la paja en un fuego que no se apaga.”

18 Y también con muchas otras exhortacionesJuananunciaba las buenas nuevas (el evangelio) al pueblo.

19 Pero Herodes (Antipas) el tetrarca (de Galilea), siendo reprendido por él por causa de Herodías, mujer de su hermano (Felipe), y por todas las maldades que Herodes había hecho,

20 añadió además a todas ellas, ésta: que encerró a Juan en la cárcel.

Bautismo de Jesús

21 Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado; y mientras El oraba, el cielo se abrió,

22 y el Espíritu Santo descendió sobre El en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo,que decía:”Tú eres Mi Hijo amado, en Ti Me he complacido.”

Genealogía de Jesús

23 Cuando Jesús comenzóSu ministerio, tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José,quien era hijode Elí,

24 y Elí,de Matat;Matat,de Leví;Leví,de Melqui;Melqui,de Jana;Jana,de José;

25 José,de Matatías;Matatías,de Amós;Amós,de Nahúm;Nahúm,de Esli;Esli,de Nagai;

26 Nagai,de Maat;Maat,de Matatías;Matatías,de Semei;Semei,de José;José,de Judá;

27 Judá,de Joana;Joana,de Resa;Resa,de Zorobabel;Zorobabel,de Salatiel;Salatiel,de Neri;

28 Neri,de Melqui;Melqui,de Adi;Adi,de Cosam;Cosam,de Elmodam;Elmodam,de Er;

29 Er,de Josué;Josué,de Eliezer;Eliezer,de Jorim;Jorim,de Matat;Matat,de Leví;

30 Leví,de Simeón;Simeón,de Judá;Judá,de José;José,de Jonán;Jonán,de Eliaquim;

31 Eliaquim,de Melea;Melea,de Mainán;Mainán,de Matata;Matata,de Natán;Natán,de David;

32 David,de Isaí;Isaí,de Obed;Obed,de Booz;Booz,de Salmón;Salmón,de Naasón;

33 Naasón,de Aminadab;Aminadab,de Admín;Admín,de Aram;Aram,de Esrom;Esrom,de Fares;Fares,de Judá;

34 Judá,de Jacob;Jacob,de Isaac;Isaac,de Abraham;Abraham,de Taré;Taré,de Nacor;

35 Nacor,de Serug;Serug,de Ragau;Ragau,de Peleg;Peleg,de Heber;Heber,de Sala;

36 Sala,de Cainán;Cainán,de Arfaxad;Arfaxad,de Sem;Sem,de Noé;Noé,de Lamec;

37 Lamec,de Matusalén;Matusalén,de Enoc;Enoc,de Jared;Jared,de Mahalaleel;Mahalaleel,de Cainán;

38 Cainán,de Enós;Enós,de Set;Set,de Adán;y Adán,de Dios.

Lucas 4

Jesús es Tentado

1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto

2 por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.

3 Entonces el diablo Le dijo: “Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.”

4 Jesús le respondió: “Escrito está: ‘No solo de pan vivira el hombre.'”

5 El diablo Lo llevó a una altura, y Le mostró en un instante todos los reinos del mundo.

6 “Todo este dominio y su gloria Te daré,” Le dijo el diablo; “pues a mí me ha sido entregado, y a quien quiero se lo doy.

7 Por tanto, si Te postras delante de mí (me adoras), todo será Tuyo.”

8 Jesús le respondió: “Escrito está: ‘AlSeñor tuDios adoraras,y aElsolo serviras.'”

9 Entoncesel diabloLo llevó a Jerusalén y Lo puso sobre el pináculo del templo, y Le dijo: “Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí,

10 pues escrito está: ‘A Sus angelesTe encomendara para queTe guarden,’

11 y: ‘en las manosTe llevaran,para queTu pie no tropiece en piedra.'”

12 Jesús le respondió: “Se ha dicho: ‘No tentarasalSeñor tuDios.'”

13 Cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se alejó de El esperando un tiempooportuno.

Ministerio en Galilea

14 Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las nuevas (la fama) acerca de El se divulgaron por todaaquellaregión.

15 Y enseñaba en sus sinagogas, siendo alabado por todos.

Jesús en Nazaret

16 Jesús llegó a Nazaret, donde había sido criado, y según Su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer.

17 Le dieron el libro (el rollo) del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito:

18 “ElEspiritu delSeñor esta sobreMi,porqueMe ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviadopara proclamar libertad a los cautivos,y la recuperacion de la vista a los ciegos;para poner en libertad a los oprimidos;

19 para proclamar el año favorable delSeñor.”

20 Cerrando el libro (el rollo),lodevolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en El.

21 Y comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido esta Escritura que han oído.”

22 Todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de Su boca, y decían: “¿No es éste el hijo de José?”

23 Entonces El les dijo: “Sin duda Me citarán este refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo;esto es,todo lo que oímos que se ha hecho en Capernaúm, hazlo también aquí en Tu tierra.'”

24 Y Jesús añadió: “En verdad les digo, que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra.

25 Pero en verdad les digo, que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis mesesycuando hubo gran hambre sobre toda la tierra;

26 sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta,en la tierrade Sidón.

27 Muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el Sirio.”

28 Y todos en la sinagoga se llenaron de ira cuando oyeron estas cosas,

29 y levantándose, echaron a Jesús fuera de la ciudad, y Lo llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para tirar a Jesús desde allí.

30 Pero El, pasando por en medio de ellos, se fue.

Jesús Enseña en Capernaúm

31 Jesús descendió a Capernaúm, ciudad de Galilea, y les enseñaba en los días de reposo.

32 Todos se admiraban de Su enseñanza porque Su mensaje (palabra) era con autoridad.

33 Y había en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz:

34 “Déjanos. ¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién Tú eres: el Santo de Dios.”

35 Jesús entonces lo reprendió, diciendo: “¡Cállate y sal de él!” Y después que el demonio lo derribó en mediode ellos,salió de él sin hacerle ningún daño.

36 Todos se quedaron asombrados, y discutían entre sí: “¿Qué mensaje es éste? Porque con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos y salen.”

37 Y Su fama se divulgaba por todos los lugares de aquella región.

Jesús Sana a la Suegra de Simón y a Muchos Otros

38 Levantándose, Jesússalióde la sinagoga y entró en casa de Simón (Pedro). La suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta, y Le rogaron por ella.

39 Inclinándose sobre ella, Jesús reprendió la fiebrey la fiebrela dejó; al instante ella se levantó y les servía.

40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

41 También de muchos salían demonios, gritando: “¡Tú eres el Hijo de Dios!” Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo (el Mesías).

Jesús Recorre Otras ciudades

42 Cuando se hizo de día, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. Las multitudes Lo buscaban, y llegaron adonde Elestabay procuraban detener a Jesús para que no se separara de ellos.

43 Pero El les dijo: “También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas (el evangelio) del reino de Dios, porque para esto Yo he sido enviado.”

44 Y predicaba en las sinagogas de los Judíos (de Judea y Galilea).

Lucas 5

Llamamiento de los Primeros Discípulos

1 Aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret,

2 vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes.

3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara un poco de tierra; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca.

4 Al terminar de hablar, dijo a Simón: “Sal a la parte más profunda y echen sus redes para pescar.”

5 Simón Le contestó: “Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque Tú lo pides (a Tu palabra), echaré las redes.”

6 Cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían.

7 Entonces hicieron señas a sus compañerosque estabanen la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

8 Al veresto,Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: “¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!”

9 Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la gran pesca que habían hecho;

10 y lo mismoles sucediótambién a Jacobo (Santiago) y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres.”

11 Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, siguieron a Jesús.

Curación de un Leproso

12 Estando Jesús en una de las ciudades,había allíun hombre lleno de lepra, y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y Le rogó: “Señor, si quieres, puedes limpiarme.”

13 Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: “Quiero; sé limpio.” Y al instante la lepra lo dejó.

14 Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. “Pero anda,”le dijo,”muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio.”

15 Su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oíra Jesúsy ser sanadas de sus enfermedades.

16 Perocon frecuenciaEl se retiraba a lugares solitarios y oraba.

Curación de un Paralítico

17 Y un día que El estaba enseñando, estabanallísentadosalgunosFariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, ydeJerusalén; y el poder del Señor estaba con El para sanar.

18 Y unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús.

19 No hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús.

20 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo: “Hombre, tus pecados te son perdonados.”

21 Entonces los escribas y Fariseos comenzaron a razonar, diciendo: “¿Quién es Este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”

22 Conociendo Jesús sus pensamientos, les respondió: “¿Por qué razonan en sus corazones?

23 ¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados te son perdonados,’ o decir: ‘Levántate y anda’?

24 Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados,” dijo al paralítico: “A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.”

25 Al instante se levantó delante de ellos, tomóla camillaen que había estado acostado, y se fue a su casa glorificando a Dios.

26 El asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios; y se llenaron de temor, diciendo: “Hoy hemos visto cosas extraordinarias.”

Llamamiento de Leví y la Cena en su Casa

27 Después de esto, Jesús salió y se fijó en un recaudador de impuestos llamado Leví (Mateo), sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: “Sígueme.”

28 Y él, dejándolo todo, se levantó y Lo seguía.

29 Leví Le ofreció un gran banquete en su casa, y había un grupo grande de recaudadores de impuestos y de otros que estaban sentadosa la mesacon ellos.

30 Y los Fariseos y sus escribas se quejaban a los discípulos de Jesús, diciendo: “¿Por qué comen y beben ustedes con los recaudadores de impuestos y con los pecadores?”

31 Jesús les respondió: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.

32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.”

Pregunta sobre el Ayuno

33 Ellos dijeron a Jesús: “Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los Fariseos también hacen lo mismo, pero los Tuyos comen y beben.”

34 Entonces Jesús les dijo: “¿Acaso pueden hacer que los acompañantes del novio ayunen mientras el novio está con ellos?

35 Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, entonces ayunarán en aquellos días.”

36 También les dijo una parábola: “Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; porque entonces romperá el nuevo, y el pedazo del nuevo no armonizará con el viejo.

37 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán,

38 sino que el vino nuevo debe echarse en odres nuevos.

39 Y nadie, después de bebervinoañejo, deseavinonuevo, porque dice: ‘El añejo es mejor.'”

Lucas 6

Jesús, Señor del Día de Reposo

1 Aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por unos sembrados, y Sus discípulos arrancaban y comían espigas, restregándolasentre las manos.

2 Pero algunos de los Fariseos dijeron: “¿Por qué hacen ustedes lo que no es lícito en el día de reposo?”

3 Jesús les respondió: “¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando tuvo hambre, él y los que con él estaban;

4 cómo entró en la casa de Dios, y tomó y comió los panes consagrados, que a nadie es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y diotambiéna sus compañeros?”

5 También les decía: “El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.”

Jesús Sana al Hombre de la Mano Seca

6 Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca.

7 A fin de encontrar de qué acusar a Jesús, los escribas y los Fariseos Lo observaban atentamentepara versi sanaba en el día de reposo.

8 Pero El sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca (paralizada): “Levántate y ven acá.” Y él, levantándose, se puso de pie.

9 Entonces Jesús les dijo: “Yo les pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla?”

10 Después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: “Extiende tu mano.” Y él lo hizoasí,y su mano quedó sana.

11 Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.

Jesús Escoge a los Doce Apóstoles

12 En esos días Jesús se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.

13 Cuando se hizo de día, llamó a Sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles:

14 Simón, a quien también llamó Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo (Santiago) y Juan; Felipe y Bartolomé;

15 Mateo y Tomás; Jacobo (Santiago),hijode Alfeo, y Simón, al que llamaban el Zelote;

16 Judas,hijode Jacobo (Santiago), y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor.

17 Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano.Habíauna gran multitud de Sus discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,

18 que habían ido para oír a Jesús y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados.

19 Y toda la multitud procuraba tocar a Jesús, porque de El salía un poder que a todos sanaba.

Las Bienaventuranzas

20 Volviendo su vista hacia Sus discípulos, decía: “Bienaventuradosustedeslos pobres, porque de ustedes es el reino de Dios.

21 Bienaventurados ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados ustedes los que ahora lloran, porque reirán.

22 Bienaventurados son ustedes cuando los hombres los aborrecen, cuando los apartan de sí, los colman de insultos y desechan su nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.

23 Alégrense en ese día y saltende gozo,porque su recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas.

24 Pero ¡ay de ustedes los ricos! Porque ya están recibiendo todo su consuelo.

25 ¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados! Porque tendrán hambre. ¡Ayde ustedes,los que ahora ríen! Porque se lamentarán y llorarán.

26 ¡Ayde ustedes,cuando todos los hombres hablen bien de ustedes! Porque de la misma manera trataban sus padres a los falsos profetas.

El Amor Verdadero y su Recompensa

27 “Pero a ustedes los que oyen, les digo: amen a sus enemigos; hagan bien a los que los aborrecen;

28 bendigan a los que los maldicen; oren por los que los insultan.

29 Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica.

30 A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, nose loreclames.

31 Y así como quieran que los hombres les hagan a ustedes, hagan con ellos de la misma manera.

32 Si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque también los pecadores aman a los que los aman.

33 Si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué mérito tienen? Porque también los pecadores hacen lo mismo.

34 Si prestan a aquéllos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la mismacantidad.

35 Antes bien, amen a sus enemigos, y hagan bien, y presten no esperando nada a cambio, y su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos.

36 Sean ustedes misericordiosos, así como su Padre es misericordioso.

El Juicio Hacia los Demás

37 “No juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados.

38 Den, y les será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en sus regazos. Porque con la medida con que midan, se les volverá a medir.”

39 Les dijo también una parábola: “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en un hoyo?

40 Un discípulo no está por encima de su maestro; pero tododiscípulo,después de que se ha preparado bien, será como su maestro.

41 ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?

42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, déjame sacarte la mota que está en tu ojo,’ cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota que está en el ojo de tu hermano.

43 Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa, árbol malo que produzca fruto bueno.

44 Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porquelos hombresno recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza.

45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y elhombremalo, del maltesorosaca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.

Los Dos Cimientos

46 “¿Por qué ustedes Me llaman: ‘Señor, Señor,’ y no hacen lo que Yo digo?

47 Todo el que viene a Mí y oye Mis palabras y las pone en práctica, les mostraré a quién es semejante:

48 es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida.

49 Pero el que ha oído y no ha hechonada,es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sinecharcimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa.”

Lucas 7

Jesús Sana al Siervo del Centurión

1 Cuando terminó todas Sus palabras (todo Su discurso) al pueblo que Le oía, Jesús se fue a Capernaúm.

2 Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir.

3 Al oírhablarde Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo.

4 Cuando ellos llegaron a Jesús, Le rogaron con insistencia, diciendo: “El centurión es digno de que le concedas esto;

5 porque él ama a nuestro pueblo (nuestra nación) y fue él quien nos edificó la sinagoga.”

6 Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: “Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo;

7 por eso ni siquiera me consideré digno de ir a Ti, tan sólo di la palabra y mi siervo será sanado.

8 Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: ‘Ve,’ y va; y a otro: ‘Ven,’ y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto,’ y lo hace.”

9 Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que Lo seguía: “Les digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande.”

10 Cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.

Jesús Resucita al Hijo de la Viuda de Naín

11 Aconteció poco después que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y Sus discípulos iban con El acompañados por una gran multitud.

12 Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella.

13 Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: “No llores.”

14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: “Joven, a ti te digo: ¡Levántate!”

15 El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.

16 El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha surgido entre nosotros.” También decían: “Dios ha visitado a Su pueblo.”

17 Este dicho que se decía de El, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecina.

Jesús y los Discípulos de Juan

18 Entonces los discípulos de Juan le informaron de todas estas cosas.

19 Y llamando Juan a dos de sus discípulos, los envió a preguntar al Señor: “¿Eres Tú el que ha de venir, o esperamos a otro?”

20 Cuando los hombres llegaron a El, dijeron: “Juan el Bautista nos ha enviado para que Te preguntáramos: ‘¿Eres Tú el que ha de venir, o esperamos a otro?'”

21 En esa misma hora curó a muchos de enfermedades, aflicciones y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista.

22 Entonces El les respondió: “Vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído: losciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitadosy alospobres se les anuncia el evangelio.

23 Y bienaventurado es el que no se escandaliza de Mí.”

Jesús Habla de Juan el Bautista

24 Cuando los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: “¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

25 Pero, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Miren, los que visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes.

26 Pero, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, les digo, y uno que es más que un profeta.

27 Este es aquél de quien está escrito: ‘He aqui,Yo envioMi mensajero delante deTi,quien prepararaTu camino delante deTi.’

28 Les digo que entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.”

29 Al oíresto,todo el pueblo y los recaudadores de impuestos reconocieron la justicia de Dios, y fueron bautizados con el bautismo de Juan.

30 Pero los Fariseos y los intérpretes de la ley (expertos en la Ley de Moisés) rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.

31 “¿A qué, entonces, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?

32 Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza y se llaman unos a otros, y dicen: ‘Les tocamos la flauta, y no bailaron; entonamos endechas, y no lloraron.’

33 Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino, y ustedes dicen: ‘Tiene un demonio.’

34 Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.’

35 Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos.”

Jesús Perdona a una Pecadora

36 Uno de los Fariseos pidió a Jesús que comiera con él; y entrando El en la casa del Fariseo, se sentóa la mesa.

37 Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentadoa la mesaen casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;

38 y poniéndose detrásde Ela Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas ylossecaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies ylosungía con el perfume.

39 Pero al verestoel Fariseo que Lo había invitado, dijo para sí: “Si Este fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que Lo está tocando, que es una pecadora.”

40 Y Jesús le dijo: “Simón, tengo algo que decirte.””Di, Maestro,” le contestó.

41 “Cierto prestamista tenía dos deudores; unoledebía 500 denarios (salario de 500 días) y el otro cincuenta;

42 yno teniendo ellos con qué pagar, perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, lo amará más?”

43 “Supongo que aquél a quien le perdonó más,” respondió Simón. Y Jesús le dijo: “Has juzgado correctamente.”

44 Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: “¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casayno Me diste agua para Mis pies, pero ella ha regado Mis pies con sus lágrimas ylosha secado con sus cabellos.

45 No Me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar Mis pies.

46 No ungiste Mi cabeza con aceite, pero ella ungió Mis pies con perfume.

47 Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama.”

48 Entonces Jesús le dijo a la mujer: “Tus pecados han sido perdonados.”

49 Los que estaban sentadosa la mesacon El comenzaron a decir entre sí: “¿Quién es Este que hasta perdona pecados?”

50 Pero Jesús dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado, vete en paz.”