Jeremías 19

La Vasija Rota

1 Así dijo el Señor: “Ve y compra una vasija de barro de un alfarero, y toma contigo a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de los sacerdotes.

2 Entonces sal al Valle de Ben (Hijo de) Hinom, que está a la entrada de la puerta de los tiestos, y proclama allí las palabras que Yo te diré.

3 “Dirás: ‘Oigan la palabra del Señor, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: “Voy a traer tal calamidad sobre este lugar, que a todo el que oiga de ella le zumbarán los oídos.

4 “Porque ellos Me han abandonado, han hecho extraño este lugar y han ofrecido sacrificios (quemado incienso) en él a otros dioses, que ni ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá habían conocido, yporquehan llenado este lugar de sangre de inocentes

5 y han edificado los lugares altos de Baal para quemar a sus hijos en el fuegocomoholocaustos a Baal, cosa que nunca mandé, ni de la cual hablé, ni Me pasó por la mente.

6 “Por tanto, vienen días,” declara el Señor”cuando este lugar no se llamará más Tofet ni Valle de Ben Hinom, sino Valle de la Matanza.

7 Y haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y los haré caer a espada delante de sus enemigos y a mano de los que buscan su vida, y entregaré sus cadáveres por alimento a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.

8 También convertiré esta ciudad en desolación y burla; todo aquél que pase por ella se quedará atónito y silbará a causa de toda su destrucción.

9 Les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada uno comerá la carne de su prójimo durante el sitio y en la aflicción con que los afligirán sus enemigos y los que buscan su vida.”‘

10 “Entonces romperás la vasija a la vista de los hombres que te acompañen,

11 y les dirás: ‘Así dice el Señorde los ejércitos: “De igual manera romperé Yo a este pueblo y a esta ciudad, como quien rompe una vasija de alfarero, que no se puede reparar más; ylosenterrarán en Tofet por no haberotrolugar donde enterrarlos.

12 “Así haré con este lugar y con sus habitantes,” declara el Señor, “poniendo esta ciudad como Tofet.

13 Y las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán como el lugar de Tofet, inmundas, a causa de todas las casas en cuyos terrados ofrecieron sacrificios (quemaron incienso) a todo el ejército del cielo y derramaron libaciones a otros dioses.”‘”

14 Entonces Jeremías volvió de Tofet, adonde lo había enviado el Señora profetizar, y poniéndose en pie en el atrio de la casa del Señor, dijo a todo el pueblo:

15 “Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas sus aldeas la calamidad que he declarado contra ella, porque se han hecho tercos para no hacer caso a Mis palabras.'”

Jeremías 20

Profecía contra Pasur

1 Cuando el sacerdote Pasur, hijo de Imer, que era el oficial principal en la casa del Señor, oyó a Jeremías profetizar estas cosas,

2 hizo azotar al profeta Jeremías y lo puso en el cepo queestabaen la parte superior de la Puerta de Benjamín, la cualconducíaa la casa del Señor.

3 Al día siguiente, cuando Pasur soltó a Jeremías del cepo, Jeremías le dijo: “No es Pasur el nombre con que el Señorte llamaahora,sino Magor Misabib (terror por todas partes).

4 Porque así dice el Señor: ‘Te voy a convertir en terror para ti mismo y para todos tus amigos; ellos caerán por la espada de tus enemigos, y tus ojos lo verán. Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, y él los llevará como desterrados a Babilonia y los matará a espada.

5 También entregaré toda la riqueza de esta ciudad, todos sus productos y todas las cosas de gran valor, aun todos los tesoros de los reyes de Judá, los entregaré en manos de sus enemigos, que los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia.

6 Y tú, Pasur, con todos los moradores de tu casa, irás al cautiverio y entrarás en Babilonia; allí morirás y allí serás enterrado, tú y todos tus amigos a quienes has profetizado falsamente.'”

Lamento del Profeta

7 Me persuadiste, oh Señor, y quedé persuadido; Fuiste más fuerte que yo y prevaleciste. He sido el hazmerreír cada día; Todos se burlan de mí.

8 Porque cada vez que hablo, grito; Proclamo: ¡Violencia, destrucción! Pues la palabra del Señorha venido a ser para mí Oprobio y escarnio cada día.

9 Pero si digo: “No Lo recordaré Ni hablaré más en Su nombre,” Esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente Encerrado en mis huesos. Hago esfuerzos por contenerlo, Y no puedo.

10 Porque he oído las murmuraciones de muchos: “¡Terror por todas partes! ¡Denúncienlo,vamos a denunciarlo!” Todos mis amigos de confianza, Esperando mi caída,dicen:”Tal vez será persuadido, prevaleceremos contra él Y tomaremos nuestra venganza contra él.”

11 Pero el Señorestá conmigo como campeón temible; Por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán. Quedarán muy avergonzados, pues no triunfaron,Tendránafrenta perpetua que nunca será olvidada.

12 Oh Señorde los ejércitos, que pruebas al justo, Que ves las entrañas y el corazón, Vea yo Tu venganza sobre ellos, Pues a Ti he encomendado mi causa.

13 Canten al Señor, alaben al Señor, Porque ha librado el alma del pobre De manos de los malvados.

14 Maldito el día en que nací; El día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.

15 Maldito el hombre que dio la noticia A mi padre, diciéndole: “¡Te ha nacido un hijo varón!” Haciéndolo muy feliz.

16 Sea ese hombre como las ciudades Que el Señordestruyó sin piedad; Oiga gritos de mañana Y alaridos al mediodía,

17 Porque no me mató en el vientre Para que mi madre hubiera sido mi sepultura, Y su vientre embarazado para siempre.

18 ¿Por qué salí del vientre Para ver pena y aflicción, Y que acaben en vergüenza mis días?

Jeremías 21

Profecía sobre la Destrucción de Jerusalén

1 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señorcuando el rey Sedequías le envió a él a Pasur, hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, para decirle:

2 “Consulta ahora de nuestra parte al Señor, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos hace la guerra. Tal vez el Señorhaga con nosotros conforme a todas Sus maravillas, para queel enemigose retire de nosotros.”

3 Entonces Jeremías les dijo: “Así le dirán a Sedequías:

4 ‘Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo haré volver atrás las armas de guerra que ustedes tienen en sus manos, con las cuales pelean contra el rey de Babilonia y contra los Caldeos que los sitian fuera de los muros, y las reuniré en medio de esta ciudad.

5 Yo mismo pelearé contra ustedes con mano extendida y brazo poderoso, aun con ira, furor y gran enojo.

6 Heriré a los habitantes de esta ciudad, y hombres y animales morirán por una gran pestilencia.

7 Y después,” declara el Señor, “a Sedequías, rey de Judá, a sus siervos, al pueblo y a los que sobrevivan en esta ciudad de la pestilencia, de la espada y del hambre, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada. No los perdonará ni les tendrá piedad ni compasión.”‘

8 “También dirás a este pueblo: ‘Así dice el Señor: “Ahora pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte.

9 El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre y de pestilencia; pero el que salga y se entregue a los Caldeos que los sitian, vivirá, y tendrá su propia vida como botín.

10 Porque he puesto Mi rostro contra esta ciudad para mal, y no para bien,” declara el Señor. “Será entregada en manos del rey de Babilonia, quien le prenderá fuego.”‘

11 “Entoncesdilea la casa del rey de Judá: ‘Oigan la palabra del Señor,

12 Casa de David, así dice el Señor: “Hagan justicia cada mañana, Y liberen al despojado de manos desuopresor, No sea que Mi furor salga como fuego, Y arda y no haya quienloapague, A causa de la maldad de las obras de ustedes.

13 Yo estoy contra ti, moradora del valle, Roca de la llanura,” declara el Señor, “Los que dicen: ‘¿Quién descenderá contra nosotros? ¿Quién entrará en nuestras moradas?’

14 Yo los castigaré conforme al fruto de sus obras,” declara el Señor, Y prenderé fuego en su bosque Que consumirá todos sus alrededores.”‘”

Jeremías 22

Profecías contra los Reyes de Judá

1 Así dice el Señor: “Desciende a la casa del rey de Judá y habla allí esta palabra:

2 ‘Escucha la palabra del Señor, oh rey de Judá, que te sientas sobre el trono de David, tú, tus siervos y tu pueblo que entran por estas puertas.

3 Así dice el Señor: “Practiquen el derecho y la justicia, y liberen al despojado de manos desuopresor. Tampoco maltratennihagan violencia al extranjero, al huérfano o a la viuda, ni derramen sangre inocente en este lugar.

4 Porque si en verdad observan este mandato, entonces entrarán reyes por las puertas de esta casa, y se sentarán en el lugar de David, en su trono.Entraránmontados en carros y caballos, el rey, sus siervos y su pueblo.

5 Pero si no obedecen estas palabras, juro por mí mismo,” declara el Señor, “que esta casa vendrá a ser una desolación.”‘”

6 Porque así dice el Señoracerca de la casa del rey de Judá: “ErescomoGalaad para Mí,Comola cumbre del Líbano; Pero ciertamente te convertiré en un desierto,Comociudades deshabitadas.

7 Designaré contra ti destructores, Cada uno con sus armas, Y cortarán tus cedros más selectos Ylosecharán al fuego.

8 “Pasarán muchas naciones junto a esta ciudad, y cada cual dirá a su prójimo: ‘¿Por qué ha hecho así el Señora esta gran ciudad?’

9 Entonces responderán: ‘Porque abandonaron el pacto del Señorsu Dios, y se postraron ante otros dioses y les sirvieron.'”

10 No lloren por el muerto ni hagan duelo por él, Lloren amargamente por el que se vacautivo, Porque jamás volverá Ni verá su tierra natal.

11 Porque así dice el Señoracerca de Salum (Joacaz), hijo de Josías, rey de Judá, que reinó en lugar de su padre Josías,yque salió de este lugar: “Nunca más volverá aquí;

12 sino que en el lugar adonde lo llevaron cautivo, allí morirá, y no verá más esta tierra.

13 “Ay del que edifica su casa sin justicia Y sus aposentos altos sin derecho, Que a su prójimo hace trabajar de balde Y no le da su salario.

14 El que dice: ‘Me edificaré una casa espaciosa Con amplios aposentos altos’; Y le abre ventanas,Larecubre de cedro ylapinta de rojo.

15 ¿Acaso te harás rey porque compites en cedro? ¿No comió y bebió tu padre Y practicó el derecho y la justicia? Por eso le fue bien.

16 Defendió la causa del pobre y del necesitado; Entonceslefue bien. ¿No es esto conocerme?” declara el Señor.

17 “Pero tus ojos y tu corazón Sólo están para tu propia ganancia, Para derramar sangre inocente, Y para practicar la opresión y la violencia.”

18 Por tanto, así dice el Señoracerca de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: “No llorarán por él: ‘¡Ay, hermano mío!’ o ‘¡Ay, hermana!’ No llorarán por él: ‘¡Ay, señor!’ o ‘¡Ay, su gloria!’

19 Será enterrado con entierro de asno: Será arrastrado y tirado fuera de las Puertas de Jerusalén.

20 Sube al Líbano y clama, Y da voces en Basán; Clama también desde Abarim, Porque han sido destruidos todos tus amantes.

21 Te hablé en tu prosperidad, Pero dijiste: ‘No escucharé.’ Esta ha sido tu costumbre desde tu juventud, Que nunca has escuchado mi voz.

22 A todos tus pastores arrasará el viento, Y tus amantes irán al cautiverio; Entonces ciertamente serás avergonzada y humillada A causa de toda tu maldad.

23 Tú que moras en el Líbano, Anidada en los cedros, ¡Cómo gemirás cuando te vengan los dolores, Dolores como de mujer de parto!

24 “Vivo Yo,” declara el Señor, “aunque Conías, hijo de Joacim, rey de Judá, fuera un anillo en Mi mano derecha, aun de allí lo arrancaría.

25 “Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, sí, en manos de los que temes: en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los Caldeos.

26 Te arrojaré a ti y a la madre que te dio a luz a otro país donde no nacieron, y allí morirán.

27 Pero a la tierra a la cual con toda el alma anhelan volver, a ella no volverán.

28 “¿Es acaso este hombre Conías una vasija despreciada y rota? ¿Es un objeto indeseable? ¿Por qué han sido arrojados él y sus descendientes Y echados a una tierra que no conocían?

29 ¡Oh tierra, tierra, tierra!, Oye la palabra del Señor.

30 Así dice el Señor: ‘Inscriban a este hombrecomosin hijos, Hombre que no prosperará en sus días; Porque ninguno de sus descendientes logrará Sentarse sobre el trono de David Ni gobernar de nuevo en Judá.'”

Jeremías 23

Los Malos Pastores y Regreso del Remanente

1 “¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de Mis prados!,” declara el Señor.

2 Por tanto, así dice el Señor, Dios de Israel, acerca de los pastores que apacientan a Mi pueblo: “Ustedes han dispersado Mis ovejas y las han ahuyentado, y no se han ocupado de ellas. Por eso Yo me encargaré de ustedes por la maldad de sus obras,” declara el Señor.

3 “Yo mismo reuniré el remanente de Mis ovejas de todas las tierras adonde las he echado, y las haré volver a sus pastos; y crecerán y se multiplicarán.

4 Pondré sobre ellas pastores que las apacentarán, y nunca más tendrán temor, ni se aterrarán, ni faltará ninguna de ellas,” declara el Señor.

5 “Vienen días,” declara el Señor, “en que levantaré a David un Renuevo justo; Y El reinarácomorey, actuará sabiamente, Y practicará el derecho y la justicia en la tierra.

6 En sus días Judá será salvada, E Israel morará seguro; Y éste es Su nombre por el cual será llamado: ‘El Señor, justicia nuestra.’

7 “Por tanto, vienen días,” declara el Señor, “cuando no dirán más: ‘Vive el Señor, que hizo subir a los Israelitas de la tierra de Egipto,’

8 sino: ‘Vive el Señorque hizo subir y trajo a los descendientes de la casa de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras adonde los había echado.’ Entonces habitarán en su propio suelo.”

9 En cuanto a los profetas: Quebrantado está mi corazón dentro de mí, Tiemblan todos mis huesos; Estoy como un ebrio, Como un hombre a quien domina el vino, Por causa del SeñorY por causa de Sus santas palabras.

10 Porque la tierra está llena de adúlteros; Porque a causa de la maldición se ha enlutado la tierra, Se han secado los pastos del desierto. Pues es mala la carrera de ellos Y su poderío no es recto.

11 “Porque tanto el profeta como el sacerdote están corrompidos; Aun en Mi casa he hallado su maldad,” declara el Señor.

12 “Por tanto, su camino será para ellos como sendas resbaladizas; Serán empujados a las tinieblas y en ellas caerán; Porque traeré sobre ellos calamidad En el año de su castigo,” declara el Señor.

13 “Además, entre los profetas de Samaria he visto algo ofensivo: Profetizaban ennombre deBaal y extraviaban a Mi pueblo Israel.

14 También entre los profetas de Jerusalén he visto algo horrible: Cometían adulterio y andaban en mentiras; Fortalecían las manos de los malhechores, Sin convertirse ninguno de su maldad. Todos ellos son para Mí como Sodoma, Y sus habitantes como Gomorra.

15 Por tanto, así dice el Señorde los ejércitos acerca de los profetas: ‘Voy a darles de comer ajenjo Y hacerles que beban agua envenenada, Porque de los profetas de Jerusalén Ha salido la corrupción a todo el país.'”

16 Así dice el Señorde los ejércitos: “No escuchen las palabras de los profetas que les profetizan. Ellos los conducen hacia lo vano;Lescuentan las visiones de su propia fantasía, No de la boca del Señor.

17 Dicen de continuo a los que Me desprecian: ‘El Señorha dicho: “Tendrán paz”‘; Y a todo el que anda en la terquedad de su corazón Dicen: ‘No vendrá calamidad sobre ustedes.’

18 Pero ¿quién ha estado en el consejo del Señor, Y vio y oyó Su palabra? ¿Quién ha prestado atención a Su palabra ylaha escuchado?

19 La tempestad del Señorha salido con furor, Un torbellino impetuoso Descargará sobre la cabeza de los impíos.

20 No se apartará la ira del SeñorHasta que haya realizado y llevado a cabo los propósitos de Su corazón. En los postreros días lo entenderán claramente.

21 Yo no envié aesosprofetas, Pero ellos corrieron; No les hablé, Mas ellos profetizaron.

22 Pero si ellos hubieran estado en Mi consejo, Habrían hecho oír Mis palabras a Mi pueblo, Y lo habrían hecho volver de su mal camino Y de la maldad de sus obras.

23 ¿Acaso soy Yo un Dios sólo de cerca,” declara el Señor, “y no un Dios de lejos?”

24 “¿Podrá alguien esconderse en escondites De modo que Yo no lo vea?” declara el Señor. “¿No lleno Yo los cielos y la tierra?” declara el Señor.

25 He oído lo que dicen los profetas que profetizan mentira en Mi nombre, diciendo: ‘¡He tenido un sueño, he tenido un sueño!’

26 ¿Hasta cuándo? ¿Qué hay en los corazones de los profetas que profetizan la mentira, de los profetasque proclamanel engaño de su corazón,

27 que tratan de que Mi pueblo se olvide de Mi nombre con los sueños que se cuentan unos a otros, tal como sus padres olvidaron Mi nombre a causa de Baal?

28 El profeta que tenga un sueño, que cuentesusueño, pero el que tenga Mi palabra, que hable Mi palabra con fidelidad. ¿Qué tieneque verla paja con el grano?” declara el Señor.

29 ¿No es Mi palabra como fuego,” declara el Señor, “y como martillo que despedaza la roca?”

30 Por tanto, estoy contra los profetas,” declara el Señor, “que se roban Mis palabras el uno al otro.

31 Estoy contra los profetas,” declara el Señor, “que usan sus lenguas y dicen: ‘ElSeñor} declara.’

32 Estoy contra los que profetizan sueños falsos,” declara el Señor, “y los cuentan y hacen errar a Mi pueblo con sus mentiras y sus presunciones, cuando Yo no los envié ni les di órdenes, ni son de provecho alguno para este pueblo,” declara el Señor.

33 Así que cuando te pregunte este pueblo, o el profeta, o un sacerdote: ‘¿Cuál es el oráculo (la profecía) del Señor?’ les dirás: ‘¿Cuál oráculo?’ El Señordeclara: ‘Yo los abandonaré.’

34 Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que diga: ‘Oráculo (Profecía) del Señor,’ traeré castigo sobre tal hombre y sobre su casa.

35 Así dirá cada uno a su prójimo y cada uno a su hermano: ‘¿Qué ha respondido el Señor? ¿Qué ha hablado el Señor?’

36 Y no se acordarán más del oráculo (la profecía) del Señor, porque la palabra de cada uno le será por oráculo, pues han pervertido las palabras del Dios viviente, del Señorde los ejércitos, nuestro Dios.

37 Jeremías, así dirás al profeta: ‘¿Qué te ha respondido el Señor? ¿Qué ha hablado el Señor?’

38 Pero si ustedes dicen: ‘¡Oráculo (Profecía) del Señor!’ entonces así dice el Señor: ‘Por cuanto han dicho esta palabra: “¡Oráculo del Señor!” habiendo Yo enviado a decirles: “No digan: ‘¡Oráculo del Señor!'”

39 Por tanto, ciertamente me olvidaré de ustedes y los echaré de Mi presencia, junto con la ciudad que les di a ustedes y a sus padres;

40 y pondré sobre ustedes oprobio eterno y humillación eterna que nunca será olvidada.”

Jeremías 24

Las Dos Cestas de Higos

1 Después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, desterró a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a los oficiales de Judá junto con los artesanos y herreros de Jerusalén, y los llevó a Babilonia, el Señorme mostró dos cestas de higos colocadas delante del templo del Señor.

2 Una cesta tenía higos muy buenos, como los primeros higos maduros; y la otra tenía higos muy malos, que de podridos no se podían comer.

3 Entonces el Señorme dijo: “¿Qué ves, Jeremías?” Yo dije: “Higos; los higos buenos son muy buenos, pero los malos son muy malos, que de podridos no se pueden comer.”

4 Entonces vino a mí la palabra del Señor:

5 “Así dice el Señor, Dios de Israel: ‘Como a estos higos buenos, así consideraré como buenos a los desterrados de Judá que Yo he echado de este lugar a la tierra de los Caldeos.

6 Porque pondré Mis ojos sobre ellos para bien, y los traeré de nuevo a esta tierra; los edificaré y nolosderribaré, los plantaré y nolosarrancaré.

7 Les daré un corazón para que Me conozcan, porque Yo soy el Señor; y ellos serán Mi pueblo y Yo seré su Dios, pues volverán a Mí de todo corazón.

8 Pero como a los higos malos que de podridos no se pueden comer,’ así dice el Señor, ‘de la misma manera abandonaré a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales, al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra y a los que habitan en la tierra de Egipto.

9 Los haré motivo de espantoyde calamidad para todos los reinos de la tierra, de oprobio y refrán, de burla y maldición en todos los lugares adonde los dispersaré.

10 Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres.'”

Jeremías 25

Setenta Años de Cautiverio

1 Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá (ésteerael primer año de Nabucodonosor, rey de Babilonia),

2 la cual el profeta Jeremías habló a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén, diciéndoles:

3 “Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta hoy, en estos veintitrés años ha venido a mí la palabra del Señor, y les he hablado repetidas veces, pero no han escuchado.

4 Y el Señorles envió repetidas veces a todos Sus siervos los profetas, pero ustedes no escucharon ni pusieron atención.

5 “Ellos les decían: ‘Vuélvase ahora cada uno de su camino y de la maldad de sus obras, y habitarán en la tierra que el Señorles dio a ustedes y a sus padres para siempre.

6 No vayan tras otros dioses para servirles y postrarse ante ellos, no Me provoquen a ira con la obra de sus manos, y no les haré ningún mal.’

7 “Pero no Me han escuchado,” declara el Señor, “de modo que Me provocaron a ira con la obra de sus manos para su propio mal.

8 “Por tanto, así dice el Señorde los ejércitos: ‘Por cuanto no han obedecido Mis palabras,

9 mandaré a buscar a todas las familias del norte,’ declara el Señor, ‘y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, Mi siervo. Los traeré contra esta tierra, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de alrededor; los destruiré por completo y los haré objeto de horror, de burla y de eterna desolación.

10 Además, haré cesar de ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, el sonido de las piedras de molino y la luz de la lámpara.

11 Toda esta tierra será desolaciónyhorror, y estas naciones servirán setenta años al rey de Babilonia.

12 Después que se hayan cumplido los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a esa nación por su iniquidad,’ declara el Señor, ‘y a la tierra de los Caldeos la haré una desolación eterna.

13 Y traeré sobre esa tierra todas las palabras que he hablado contra ella, todo lo que está escrito en este libro que Jeremías ha profetizado contra todas las naciones.

14 (Pues también a ellos los harán esclavos muchas naciones y grandes reyes, y les pagaré conforme a sus hechos y conforme a la obra de sus manos).'”

La Ira de Dios contra las Naciones

15 Porque así me ha dicho el Señor, Dios de Israel: “Toma de Mi mano esta copa del vino del furor, y haz que beban de ella todas las naciones a las cuales Yo te envío.

16 Ellas beberán y se tambalearán y enloquecerán a causa de la espada que enviaré en medio de ellas.”

17 Entonces tomé la copa de la mano del Señor, e hice beberde ellaa todas las naciones a las cuales me envió el Señor:

18 a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus príncipes, para ponerlos por desolación, horror, burla y maldición, como hasta hoy;

19 a Faraón, rey de Egipto, a sus siervos, a sus príncipes y a todo su pueblo;

20 a todos los extranjeros, a todos los reyes de la tierra de Uz, a todos los reyes de la tierra de los Filisteos (es decir, Ascalón, Gaza, Ecrón y al remanente de Asdod);

21 a Edom, a Moab y a los hijos de Amón;

22 a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón y a los reyes de las costas que están más allá del mar;

23 a Dedán, a Tema, a Buz y a todos los que se rapan las sienes;

24 a todos los reyes de Arabia y a todos los reyes de los extranjeros que habitan en el desierto;

25 a todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam y a todos los reyes de Media;

26 a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los reinos del mundo que están sobre la superficie de la tierra. El rey de Sesac (Babilonia) beberá después de ellos.

27 “Tú les dirás: ‘Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: “Beban, embriáguense, vomiten, cáiganse y no se levanten a causa de la espada que Yo enviaré en medio de ustedes.”‘

28 Y sucederá que si rehúsan tomar la copa de tu mano para beber, les dirás: “Así dice el Señorde los ejércitos: ‘Ciertamente van a beber.

29 Porque Yo comienzo a causar mal enestaciudad que se llama por Mi nombre, ¿y quedarán ustedes sin castigo alguno? No quedarán sin castigo, porque llamo a la espada contra todos los habitantes de la tierra,” declara el Señorde los ejércitos.’

30 “Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras, y les dirás: ‘El Señorrugirá desde lo alto, Y dará Su voz desde Su santa morada; Rugirá fuertemente contra Su rebaño. Dará gritos como los que pisanlas uvasContra todos los habitantes de la tierra.

31 Ha llegado el estruendo hasta el fin de la tierra, Porque el Señortiene un pleito contra las naciones; Entra en juicio contra toda carne; A los impíos, los entrega a la espada,’ declara el Señor.”

32 Así dice el Señorde los ejércitos: “El mal va De nación en nación, Y una gran tempestad se levanta De los confines de la tierra.

33 “En aquel día los muertos por el Señorestarán desde un extremo de la tierra hasta el otro. No los llorarán, ni los recogerán, ni los sepultarán; serán como estiércol sobre la superficie de la tierra.

34 “Den gemidos, pastores, y clamen; Revuélquenseen ceniza, mayorales del rebaño; Porque se han cumplido los días de su matanza y de su dispersión, Y caerán como vaso escogido.

35 No habrá huida para los pastores, Ni escape para los mayorales del rebaño.

36 Se oyeel sonido del clamor de los pastores, Y el gemido de los mayorales del rebaño, Porque el Señorestá destruyendo sus pastos,

37 Y son silenciados los rebaños apacibles A causa de la ardiente ira del Señor.

38 El ha abandonado como un león Su guarida, Porque su tierra se ha convertido en horror Por el furor de laespadaopresora, Y a causa de Su ardiente ira.”

Jeremías 26

Plan para Matar a Jeremías

1 Al comienzo del reinado de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra del Señor:

2 “Así dice el Señor: ‘Ponte en el atrio de la casa del Señor, y habla a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del Señor, todas las palabras que te he mandado decirles. No omitas ni una palabra.

3 Tal vez escuchen y cada uno se vuelva de su mal camino, y Yo me arrepienta del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus obras.’

4 Tú les dirás: ‘Así dice el Señor: “Si no Me escuchan, para andar en Mi ley que he puesto delante de ustedes,

5 para que escuchen las palabras de Mis siervos los profetas que les he enviado repetidas veces, pero no los han escuchado,

6 entonces pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición para todas las naciones de la tierra.”‘”

7 Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa del Señor.

8 Cuando Jeremías terminó de decir todo lo que el Señorle había mandado que hablara a todo el pueblo, lo apresaron los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, diciendo: “De cierto, morirás.

9 ¿Por qué has profetizado en nombre del Señor, diciendo: ‘Esta casa será como Silo y esta ciudad quedará desolada sin habitante alguno?'” Y todo el pueblo se congregó contra Jeremías en la casa del Señor.

10 Cuando los jefes de Judá oyeron estas cosas, subieron de la casa del rey a la casa del Señor, y se sentaron a la entrada de la Puerta Nueva de lacasadel Señor.

11 Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los jefes y a todo el pueblo, y les dijeron: “¡Sentencia de muerte para este hombre!, porque ha profetizado contra esta ciudad, como han oído con sus propios oídos.”

12 Entonces Jeremías habló a todos los jefes y a todo el pueblo, y les dijo: “El Señorme ha enviado a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las palabras que han oído.

13 Ahora bien, enmienden sus caminos y sus obras, y obedezcan al Señorsu Dios, y el Señorse arrepentirá del mal que ha pronunciado contra ustedes.

14 En cuanto a mí, estoy en sus manos; hagan de mí como mejor y más recto sea a sus ojos.

15 Pero sepan bien que si me matan, sangre inocente echarán sobre ustedes y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque en verdad el Señorme ha enviado a ustedes para hablar en sus oídos todas estas palabras.”

16 Entonces los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: “Que no haya sentencia de muerte para este hombre, porque en nombre del Señornuestro Dios nos ha hablado.”

17 Y se levantaron algunos de los ancianos del país y hablaron a toda la asamblea del pueblo, y dijeron:

18 “Miqueas de Moréset profetizó en días de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá: ‘Así ha dicho el Señorde los ejércitos: “Sion será aradacomoun campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, Y el monte del santuarioserácomo los lugares altos de un bosque.”‘

19 ¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo Judá le dieron muerte a Miqueas? ¿No temió él al Señory suplicó el favor del Señor, y el Señorse arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos? Nosotros, pues, estamos cometiendo un gran mal contra nosotros mismos.”

20 Hubo también un hombre que profetizó en el nombre del Señor, Urías, hijo de Semaías de Quiriat Jearim. El profetizó contra esta ciudad y contra esta tierra palabras semejantes a todas las de Jeremías.

21 Cuando el rey Joacim y todos sus valientes y todos los jefes oyeron sus palabras, el rey procuró matarlo; pero Urías se enteró, tuvo miedo, huyó y se fue a Egipto.

22 Entonces el rey Joacim envió hombres a Egipto: a Elnatán, hijo de Acbor, y aotroshombres con él, a Egipto.

23 Y trajeron a Urías de Egipto y lo llevaron al rey Joacim, quien lo mató a espada y echó su cadáver a la fosa común.

24 Pero la mano de Ahicam, hijo de Safán, estaba con Jeremías, de manera que no fue entregado en manos del pueblo para que le dieran muerte.

Jeremías 27

Orden de Someterse a Nabucodonosor

1 Al principio del reinado de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra de parte del Señora Jeremías:

2 Así me ha dicho el Señor: “Hazte coyundas y yugos y póntelos al cuello,

3 y envía palabra al rey de Edom, al rey de Moab, al rey de Amón, al rey de Tiro y al rey de Sidón por medio de los mensajeros que vienen a Jerusaléna vera Sedequías, rey de Judá.

4 Y ordénales que digan a sus señores: ‘Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel, así le dirán a sus señores:

5 “Yo hice la tierra, los hombres y los animales que están sobre la superficie de la tierra con Mi gran poder y con Mi brazo extendido, y la doy a quien Me place.

6 Y ahora Yo he puesto todas estas tierras en manos de Mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y también le he dado las bestias del campo para que le sirvan.

7 Y todas las naciones le servirán a él, a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que llegue también la hora a su propia tierra; entonces muchas naciones y grandes reyes lo harán su siervo.

8 Y sucederá que la nación o el reino que no sirva a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, a esa nación castigaré con espada, con hambre y con pestilencia,” declara el Señor, “hasta que Yo la haya destruido por su mano.

9 Ustedes, pues, no escuchen a sus profetas, a sus adivinos, a sus soñadores, a sus agoreros ni a sus hechiceros que les dicen: ‘No servirán al rey de Babilonia.’

10 Porque ellos les profetizan mentira, para alejarlos a ustedes de su tierra, y para que Yo los expulse y perezcan.

11 Pero la nación que ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y le sirva, la dejaré en su tierra,” declara el Señor”y la cultivará y habitará en ella.”‘”

12 Y a Sedequías, rey de Judá, hablé palabras como éstas: “Pongan su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, y sírvanle a él y a su pueblo, y vivirán.

13 ¿Por qué han de morir, tú y tu pueblo, por la espada, el hambre y la pestilencia, tal como ha hablado el Señorde la nación que no sirva al rey de Babilonia?

14 No escuchen las palabras de los profetas que les dicen: ‘No servirán al rey de Babilonia,’ porque les profetizan mentira.

15 “Yo no los he enviado,” declara el Señor, “y ellos profetizan mentira en Mi nombre, para que Yo los expulse y perezcan ustedes y los profetas que les profetizan.”

16 Entonces hablé a los sacerdotes y a todo este pueblo, y les dije: “Así dice el Señor: No escuchen las palabras de sus profetas que les profetizan: ‘Los utensilios de la casa del Señorserán devueltos en breve de Babilonia,’ porque ellos les profetizan mentira.

17 No los escuchen; sirvan al rey de Babilonia y vivirán. ¿Por qué ha de convertirse en ruinas esta ciudad?

18 Pero si ellos son profetas, y si la palabra del Señorestá con ellos, que supliquen ahora al Señorde los ejércitos para que los utensilios que quedan en la casa del Señor, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén, no sean llevados a Babilonia.

19 Porque así dice el Señorde los ejércitos acerca de las columnas, del mar, de las basas y de los demás utensilios que quedan en esta ciudad,

20 los cuales no tomó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando llevó al destierro a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, de Jerusalén a Babilonia con todos los nobles de Judá y de Jerusalén.

21 Sí, así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los utensilios que quedan en la casa del Señor, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén:

22 ‘A Babilonia serán llevados, y allí quedarán hasta el día en que Yo los visite,’ declara el Señor. ‘Entonces los traeré y los restituiré a este lugar.'”

Jeremías 28

Falsa Profecía de Hananías

1 En el mismo año, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, el profeta Hananías, hijo de Azur, que era de Gabaón, me dijo en la casa del Señoren presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:

2 “Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: ‘He quebrado el yugo del rey de Babilonia.

3 Dentro de dos años haré volver a este lugar todos los utensilios de la casa del Señor, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó de este lugar y llevó a Babilonia.

4 Y a Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que fueron a Babilonia, Yo los haré volver a este lugar,’ declara el Señor, ‘porque romperé el yugo del rey de Babilonia.'”

5 Entonces el profeta Jeremías respondió al profeta Hananías en presencia de los sacerdotes y en presencia de todo el pueblo que estaba de pie en la casa del Señor;

6 y el profeta Jeremías dijo: “Amén, así lo haga el Señor. Confirme el Señortus palabras, que has profetizado para que sean devueltos los utensilios de la casa del Señoryvuelvantodos los desterrados de Babilonia a este lugar.

7 Pero oye ahora esta palabra que voy a hablar a tus oídos y a oídos de todo el pueblo:

8 Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti desde la antigüedad, profetizaron guerra, calamidad y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos.

9 Si un profeta profetiza paz, cuando la palabra del profeta se cumpla, ese profeta será conocidocomoel que el Señoren verdad ha enviado.”

10 Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías y lo rompió.

11 Y Hananías dijo en presencia de todo el pueblo: “Así dice el Señor: ‘De esta manera romperé dentro de dos años el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones.'” Luego el profeta Jeremías se fue por su camino.

12 Después que Hananías había roto el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino a Jeremías la palabra del Señor:

13 “Ve y habla a Hananías: ‘Así dice el Señor: “Has roto yugos de madera, pero en su lugar harás yugos de hierro.”

14 ‘Porque así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: “Yugo de hierro he puesto sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le servirán. Y le he dado también las bestias del campo.”‘”

15 Y el profeta Jeremías dijo al profeta Hananías: “Escucha ahora, Hananías, el Señorno te ha enviado, y tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira.

16 Por tanto, así dice el Señor: ‘Te voy a quitar de sobre la superficie de la tierra. Este año morirás, porque has aconsejado la rebelión contra el Señor.'”

17 Y murió el profeta Hananías aquel mismo año, en el mes séptimo.