Jeremías 29

Carta a los Desterrados

1 Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos del destierro, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había llevado al destierro de Jerusalén a Babilonia.

2 (Esto sucediódespués de salir de Jerusalén el rey Jeconías, junto con la reina madre, los oficiales de la corte, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los herreros).

3 La carta que fue enviadapor mano de Elasa, hijo de Safán, y de Gemarías, hijo de Hilcías, a quienes Sedequías, rey de Judá, envió a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, decía:

4 “Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados que envié al destierro de Jerusalén a Babilonia:

5 ‘Edifiquen casas y habítenlas,planten huertos y coman de su fruto.

6 Tomen mujeres y tengan hijos e hijas, tomen mujeres para sus hijos y den sus hijas a maridos para que den a luz hijos e hijas, y multiplíquense allí y no disminuyan.

7 Y busquen el bienestar (la paz) de la ciudad adonde los he desterrado, y rueguen al Señorpor ella; porque en su bienestar tendrán bienestar.’

8 “Porque así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Que no los engañen sus profetas, que están en medio de ustedes, ni sus adivinos, ni escuchen los sueños que tienen.

9 Porque les profetizan falsamente en Mi nombre. Yo no los he enviado,’ declara el Señor.

10 “Pues así dice el Señor: ‘Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, Yo los visitaré y cumpliré Mi buena palabra de hacerlos volver a este lugar.

11 Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes,’ declara el Señor’planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza.

12 Ustedes me invocarán y vendrán a rogarme, y Yo los escucharé.

13 Me buscarán yMeencontrarán, cuando Me busquen de todo corazón.

14 Me dejaré hallar de ustedes,’ declara el Señor, ‘y restauraré su bienestar (haré volver a sus cautivos) y los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los expulsé,’ declara el Señor, ‘y los traeré de nuevo al lugar desde donde los envié al destierro.’

15 “Por cuanto ustedes han dicho: ‘El Señornos ha levantado profetas en Babilonia’

16 (pues así dice el Señoracerca del rey que se sienta sobre el trono de David, y acerca de todo el pueblo que habita en esta ciudad, sus hermanos que no fueron con ustedes al destierro),

17 así dice el Señorde los ejércitos: ‘Yo envío contra ellos la espada, el hambre y la pestilencia, y los pondré como higos reventados que de podridos no se pueden comer.

18 Los perseguiré con la espada, con el hambre y con la pestilencia, y los haré motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, para que sean maldición, horror, burla y oprobio entre todas las naciones adonde los he arrojado.

19 Porque ellos no han escuchado Mis palabras,’ declara el Señor, ‘las que les envié repetidas veces por medio de Mis siervos los profetas; pero no escucharon,’ declara el Señor.

20 “Oigan, pues, la palabra del Señor, todos ustedes los desterrados, a quienes he enviado de Jerusalén a Babilonia.”

21 “Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Acab, hijo de Colaías, y acerca de Sedequías, hijo de Maasías, que les profetizan mentira en Mi nombre: ‘Yo los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará delante de los ojos de ustedes.

22 Por causa de ellos será tomadaestamaldición por todos los desterrados de Judá que están en Babilonia: “Que el Señorte haga como a Sedequías y como a Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego.

23 Porque obraron neciamente en Israel, cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos y hablaron en Mi nombre palabras falsas que no les mandé. Yo soy el que sabe y soy testigo,” declara el Señor.'”

24 Y a Semaías el Nehelamita le dirás:

25 “Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Por cuanto has enviado cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalén, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, diciéndolea Sofonías:

26 “El Señorte ha puesto por sacerdote en lugar del sacerdote Joiada, para estar encargado en la casa del Señorde todo loco que profetice, a fin de que lo pongas en el cepo y la argolla.

27 Entonces ¿por qué no has reprendido a Jeremías de Anatot que les profetiza a ustedes?

28 Porque él nos ha enviadoun mensajea Babilonia, diciéndonos: ‘El destierroserá largo; edifiquen casas y habítenlas,planten huertos y coman de su fruto.'”‘”

29 Y el sacerdote Sofonías leyó esta carta a oídos del profeta Jeremías.

30 Entonces vino a Jeremías la palabra del Señor:

31 “Envía unmensajea todos los desterrados, diciéndoles: ‘Así dice el Señoracerca de Semaías el Nehelamita: “Por cuanto Semaías les ha profetizado sin que Yo lo haya enviado, y les ha hecho confiar en una mentira,”

32 por tanto, así dice el Señor: “Voy a castigar a Semaías el Nehelamita y a su descendencia. No tendrá a nadie que habite en medio de este pueblo, ni verá el bien que voy a hacer a Mi pueblo,” declara el Señor”porque predicó la rebelión contra el Señor.”‘”

Jeremías 30

Promesa de Liberación

1 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor:

2 “Así dice el Señor, Dios de Israel: ‘Escribe en un libro todas las palabras que te he hablado.

3 Porque, vienen días,’ declara el Señor, ‘cuando restauraré el bienestar (haré volver a los cautivos) de Mi pueblo, Israel y Judá.’ El Señordice: ‘También los haré volver a la tierra que di a sus padres y la poseerán.'”

4 Estas son las palabras que el Señorhabló acerca de Israel y de Judá:

5 “Porque así dice el Señor: ‘He oído voces de terror, De pánico, y no de paz.

6 Pregunten ahora, y vean Si el varón da a luz. ¿Por qué veo a todos los hombresConlas manos sobre sus caderas, como mujer de parto? ¿Y por qué se han puesto pálidos todos los rostros?

7 ¡Ay! Porque grande es aquel día, No hay otro semejante a él. Es tiempo de angustia para Jacob, Mas de ella será librado.

8 En aquel día,’ declara el Señorde los ejércitos, ‘quebraré el yugo de su cuello y romperé sus coyundas, y extranjeros no lo esclavizarán más,

9 sino que servirán al Señorsu Dios, y a David su rey, a quien Yo levantaré para ellos.

10 Así que tú no temas, Jacob, siervo Mío,’ declara el Señor, ‘ni te atemorices, Israel; Porque te salvaré de lugar remoto, Y a tu descendencia de la tierra de su cautiverio. Y volverá Jacob, y estará tranquilo Y seguro, y nadieloatemorizará.

11 Porque Yo estoy contigo,’ declara el Señor’para salvarte; Pues acabaré con todas las naciones entre las que te he esparcido, Pero no acabaré contigo, Sino que te castigaré con justicia. De ninguna manera te dejaré sin castigo.’

12 Porque así dice el Señor: ‘Incurable es tu quebranto, Y grave tu herida.

13 No hay quien defienda tu causa;Nohay cura paratullaga, No hay mejoría para ti.

14 Todos tus amantes te han olvidado, Ya no te buscan; Porque con herida de enemigo te han herido, Con castigo dehombrecruel, Por lo grande de tu iniquidadYlo numeroso de tus pecados.

15 ¿Por qué gritas a causa de tu quebranto? Tu dolor es incurable. Por lo grande de tu iniquidadYlo numeroso de tus pecados, Te he hecho esto.

16 Por tanto, todos los que te devoran serán devorados, Y todos tus adversarios, todos ellos, irán al cautiverio. Todos los que te saquean serán saqueados, Y a todos los que te despojan los daré al despojo.

17 Porque Yo te devolveré la salud, Y te sanaré de tus heridas,’ declara el Señor, ‘porque te han llamado la Desechada, diciendo: “Esta es Sion, nadie se preocupa por ella.”‘

18 Así dice el Señor: ‘Restauraré el bienestar de las tiendas de Jacob, Y tendré misericordia de sus moradas. La ciudad será reedificada sobre sus ruinas, Y el palacio se asentará como estaba.

19 Saldrá de ellos elcantode acción de gracias Y la voz de los que se divierten. Los multiplicaré y no disminuirán, Los honraré y no serán despreciados.

20 Y serán sus hijos como antes, Su congregación delante de Mí será confirmada, Y castigaré a todos sus opresores.

21 Uno de ellos será su guía, De en medio de ellos saldrá su gobernante. Lo haré acercarse y él se llegará a Mí; Porque ¿quién se atrevería a arriesgar su vida para llegarse a Mí?’ declara el Señor.

22 Ustedes serán Mi pueblo, Y Yo seré su Dios.'”

23 La tempestad del SeñorHa salido con furor; Una tempestad devastadora Descargará sobre la cabeza de los malvados.

24 La ardiente ira del Señorno se aplacará Hasta que haya hecho y cumplido Los propósitos de Su corazón. En los postreros días ustedes entenderán esto.

Jeremías 31

Gozo en Lugar de Duelo

1 “En aquel tiempo,” declara el Señor. “Yo seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán Mi pueblo.”

2 Así dice el Señor: “Ha hallado gracia en el desierto El pueblo que escapó (sobrevivió) de la espada: Israel, cuando iba en busca de su reposo.”

3 Desde lejos el Señorse le apareció,y le dijo:”Con amor eterno te he amado, Por eso te he sacado con misericordia.

4 De nuevo te edificaré, y serás reedificada, Virgen de Israel; De nuevo tomarás tus panderos, Y saldrás a las danzas con los que se divierten.

5 De nuevo plantarás viñas En los montes de Samaria; Los plantadoreslasplantarán Ylasdisfrutarán.

6 Porque habrá un día en que clamarán los guardas En la región montañosa de Efraín: ‘Levántense y subamosaSion, Al Señornuestro Dios.'”

7 Porque así dice el Señor: “Griten con alegría por Jacob, Y den voces por la primera de las naciones. Proclamen, den alabanza, y digan: ‘Oh Señor, salva a Tu pueblo, Al remanente de Israel.’

8 Yo los traigo del país del norte, Y los reuniré de los confines de la tierra, Entre ellos los ciegos y los cojos, La mujer encinta y también la que está dando a luz.Unagran compañía volverá acá.

9 Con llanto vendrán, Y entre súplicas los guiaré. Los haré andar junto a arroyos de aguas, Por camino derecho en el cual no tropezarán; Porque soy un padre para Israel, Y Efraín es Mi primogénito.”

10 Oigan, naciones, la palabra del Señor, Anuncien en las costas lejanas, Y digan: “El que dispersó a Israel lo reunirá, Y lo guardará como un pastor a su rebaño.”

11 Porque el Señorha rescatado a Jacob Y lo ha redimido de manos más fuertes que él.

12 “Vendrán y gritarán de júbilo en lo alto de Sion, Y radiarán de gozo por la bondad del Señor: Por el grano, por el vino y por el aceite, Y por las crías de las ovejas y de las vacas. Su alma será como huerto regado, Y nunca más languidecerán.

13 Entonces la virgen se alegrará en la danza, Y los jóvenes y los ancianos a una; Cambiaré su duelo en gozo, Los consolaré y los alegraré de su tristeza.

14 Y llenaré con abundancia el alma de los sacerdotes, Y Mi pueblo se saciará de Mi bondad,” declara el Señor.

15 Así dice el Señor: “Se oye una voz en Ramá, Lamento y llanto amargo. Raquel llora por sus hijos; Rehúsa ser consolada, por sus hijos Que ya no existen.”

16 Así dice el Señor: “Reprime tu voz del llanto, Y tus ojos de las lágrimas; Hay pago para tu trabajo,” declara el Señor, “pues volverán de la tierra del enemigo.

17 Y hay esperanza para tu porvenir,” declara el Señor, “los hijos volverán a su territorio.

18 Ciertamente he oído a Efraín lamentarse: ‘Me has castigado, y castigado fui Como becerro indómito. Hazme volver para que sea restaurado, Pues Tú, Señor, eres mi Dios.

19 Porque después que me aparté, me arrepentí, Y después que comprendí, me di golpes en el muslo; Me avergoncé y también me humillé, Porque llevaba el oprobio de mi juventud.’

20 ¿No es Efraín Mi hijo amado? ¿No es un niño encantador? Pues siempre que hablo contra él, Lo recuerdo aún más. Por eso Mis entrañas se conmueven por él, Ciertamente tendré de él misericordia,” declara el Señor.

21 “Levanta para ti señales, Coloca para ti majanos; Presta atención a la calzada, Al camino que anduviste. Vuelve, virgen de Israel, Vuelve a estas tus ciudades.

22 ¿Hasta cuándo andarás errante, Hija infiel? Porque el Señorha creado algo nuevo en la tierra: La mujer rodeará al hombre.”

23 Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: “Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando Yo restaure su bienestar (haga volver a sus cautivos): ‘El Señorte bendiga, morada de justicia, Monte santo.’

24 Y morarán juntos en ella Judá y todas sus ciudades, los labradores y los que van con los rebaños.

25 Porque Yo he de satisfacer al alma cansada y he de saciar a toda alma atribulada.”

26 En esto me desperté y miré, y mi sueño me resultó agradable.

El Nuevo Pacto

27 “Vienen días,” declara el Señor, “en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal.

28 Y como velé sobre ellos para arrancar y para derribar, para derrocar para destruir y para traer calamidad, así velaré sobre ellos para edificar y para plantar,” declara el Señor.

29 “En aquellos días no dirán más: ‘Los padres comieron uvas agrias, Y los dientes de los hijos tienen la dentera,’

30 sino que cada cual por su propia iniquidad morirá. Todo hombre que coma uvas agrias, sus dientes tendrán la dentera.

31 “Vienen días,” declara el Señor”en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto,

32 no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos,” declara el Señor.

33 “Porque éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,” declara el Señor. “Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo.

34 No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: ‘Conoce al Señor,’ porque todos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande,” declara el Señor, “pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.”

35 Así dice el Señor, El que da el sol para luz del día, Y las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, El que agita el mar para que bramen sus olas; El Señorde los ejércitos es Su nombre:

36 “Si estas leyes se apartan De Mi presencia,” declara el Señor, “también la descendencia de Israel dejará De ser nación en Mi presencia para siempre.”

37 Así dice el Señor: “Si los cielos arriba pueden medirse, Y explorarse abajo los cimientos de la tierra, También Yo desecharé toda la descendencia de Israel Por todo lo que hayan hecho,” declara el Señor.

38 “Vienen días,” declara el Señor, “en que la ciudad será reedificada para el Señor, desde la Torre de Hananelhastala Puerta del Angulo.

39 Y el cordel de medir saldrá más allá, directamente hasta la colina de Gareb, y girará hasta Goa.

40 Y todo el valle de los cadáveres y de las cenizas, y todos los campos hasta el arroyo Cedrón, hasta la esquina de la Puerta de los Caballos hacia el oriente, serán santos al Señor.La ciudadno será arrancada ni derribada nunca jamás.”

Jeremías 32

Jeremías Compra un Campo en Anatot

1 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señoren el año décimo de Sedequías, rey de Judá, que fue el año dieciocho de Nabucodonosor.

2 En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba encerrado en el patio de la guardia, queestaba enla casa del rey de Judá,

3 porque Sedequías, rey de Judá, lo había encerrado, diciéndole: “¿Por qué profetizas: ‘Así dice el Señor: “Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él la tomará;

4 y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de los Caldeos, sino que ciertamente será entregado en manos del rey de Babilonia que hablará con él cara a cara, y sus ojos verán sus ojos;

5 y Nabucodonosor llevará a Sedequías a Babilonia, y allí estará hasta que Yo lo visite,” declara el Señor, “y si ustedes pelean contra los Caldeos, no tendrán éxito”‘?”

6 Entonces Jeremías dijo: “Vino a mí la palabra del Señory me dijo:

7 ‘Hanamel, hijo de tu tío Salum, viene a verte y te dirá: “Cómprate el campo que tengo en Anatot, porque tú tienes el derecho de rescate para comprarlo.”‘

8 Y Hanamel, hijo de mi tío, vino a verme al patio de la guardia conforme a la palabra del Señor, y me dijo: ‘Te ruego que compres el campo que tengo en Anatot, que está en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de posesión y el rescate es tuyo; cómpralo para ti.’ Entonces supe que ésta era la palabra del Señor.

9 “Así que compré a Hanamel, hijo de mi tío, el campo que estaba en Anatot, y le pesé la plata, diecisiete siclos (194 gramos) de plata.

10 Firmé la escritura y la sellé, llamé testigos y pesé la plata en la balanza.

11 Luego tomé la escritura de compra, lacopiasellada con los términos y condiciones, ytambiénlacopiaabierta;

12 y entregué la escritura de compra a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, en presencia de Hanamel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que firmaron la escritura de comprayen presencia de todos los Judíos que se encontraban en el patio de la guardia.

13 Y en presencia de ellos, ordené a Baruc:

14 Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: “Toma estas escrituras, esta escritura de compra sellada y esta escritura abierta, y ponlas en una vasija de barro para que duren mucho tiempo.”

15 Porque así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: “De nuevo se comprarán casas, campos y viñas en esta tierra.”‘

16 “Después de haber entregado la escritura de compra a Baruc, hijo de Nerías, oré al Señor:

17 ‘¡Ah, Señor Dios! Ciertamente, Tú hiciste los cielos y la tierra con Tu gran poder y con Tu brazo extendido. Nada es imposible para Ti,

18 que muestras misericordia a millares, pero que castigas la iniquidad de los padres en sus hijos después de ellos. Oh grande y poderoso Dios, el Señorde los ejércitos es Su nombre.

19 ‘El esgrande en consejo y poderoso en obras, cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus obras.

20 ‘Tú realizaste señales y portentos en la tierra de Egipto hasta este día, y en Israel y entre los hombres, y te has hecho un nombre, comose vehoy.

21 Sacaste a Tu pueblo Israel de la tierra de Egipto con señales y portentos, con mano fuerte y con brazo extendido y con gran terror,

22 y les diste esta tierra, que habías jurado dar a sus padres, tierra que mana leche y miel.

23 Ellos entraron y tomaron posesión de ella, pero no obedecieron Tu voz ni anduvieron en Tu ley. No hicieron nada de todo lo que les mandaste hacer; por tanto Tú has hecho venir sobre ellos toda esta calamidad.

24 Los terraplenes de asalto han llegado a la ciudad para tomarla. La ciudad va a ser entregada en manos de los Caldeos que pelean contra ella, por causa de la espada, el hambre y la pestilencia. Lo que habías hablado ha venido a ser, y Túloestás viendo.

25 Tú me has dicho, oh Señor Dios: “Cómprate el campo con dinero, y llama testigos”; aunque la ciudad sea entregada en manos de los Caldeos.'”

26 Entonces vino palabra del Señora Jeremías:

27 “Yo soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí?”

28 Por tanto, así dice el Señor: “Voy a entregar esta ciudad en mano de los Caldeos y en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él la tomará.

29 Los Caldeos que atacan esta ciudad entrarán y prenderán fuego a la ciudad y la quemarán, junto con las casas en las que han ofrecido incienso a Baal sobre sus terrazas y han derramado libaciones a otros dioses para provocarme a ira.

30 Porque los Israelitas y los hijos de Judá sólo han hecho lo malo ante Mis ojos desde su juventud. Ciertamente los Israelitas no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manos,” declara el Señor.

31 “Porque motivo de Mi ira y de Mi furor ha sido esta ciudad para Mí, desde el día en que la edificaron hasta hoy, de modo que será quitada de Mi presencia

32 por todo el mal que los Israelitas y los hijos de Judá hicieron para provocarme a ira, ellos, sus reyes, sus jefes, sus sacerdotes, sus profetas, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén.

33 Ellos Me dieron la espalda, y no el rostro. Aunque les enseñaba, enseñándoles una y otra vez, no escucharon ni aceptaron corrección,

34 sino que pusieron sus abominaciones en la casa que es llamada por Mi nombre, profanándola.

35 También edificaron los lugares altos de Baal que están en el Valle de Ben Hinom, para hacer pasarpor el fuegoa sus hijos y a sus hijasen honor deMoloc. Esto nunca les había mandado, ni Me pasó por la mente que ellos cometieran tal abominación, para hacer que Judá pecara.

36 “Ahora pues, así dice el Señor, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual ustedes dicen: ‘Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilencia.’

37 Yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los he echado en Mi ira, en Mi furor y con gran enojo, y los haré volver a este lugar y los haré morar seguros.

38 Ellos serán Mi pueblo, y Yo seré su Dios;

39 y les daré un solo corazón y un solo camino, para que Me teman siempre, para bien de ellos y de sus hijos después de ellos.

40 Haré con ellos un pacto eterno, de que Yo no me apartaré de ellos para hacerles bien, e infundiré Mi temor en sus corazones para que no se aparten de Mí.

41 Me regocijaré en ellos haciéndoles bien, y ciertamente los plantaré en esta tierra, con todo Mi corazón y con toda Mi alma.

42 Porque así dice el Señor: ‘Como he traído a este pueblo toda esta gran calamidad así he de traer sobre ellos todo el bien que les prometo.

43 Y se comprarán campos en esta tierra de la cual ustedes dicen: “Es una desolación, sin hombres ni animales; entregada está en mano de los Caldeos.”

44 La gente comprará campos por dinero, firmarán y sellarán escrituras y llamarán a testigos, en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, en las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la llanura y en las ciudades del Neguev (región del sur), porque restauraré su bienestar,'” declara el Señor.

Jeremías 33

Promesas de Restauración

1 Entonces vino la palabra del Señora Jeremías por segunda vez, mientras él estaba aún detenido en el patio de la guardia:

2 “Así dice el Señorque hizo la tierra, el Señorque la formó para establecerla; el Señores Su nombre:

3 ‘Clama a Mí, y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.’

4 Porque así dice el Señor, Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y acerca de las casas de los reyes de Judá, las cuales han sido derribadaspara hacer defensascontra los terraplenes de asalto y contra la espada:

5 Mientrasellosvienen a pelear contra los Caldeos que llenaránla ciudadcon los cadáveres de los hombres que herí en Mi ira y en Mi furor, pues Yo había escondido Mi rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad.

6 Pero ciertamente Yo le traeré salud y sanidad; los sanaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

7 Restauraré el bienestar de Judá y el bienestar de Israel y los reedificaré como eran al principio.

8 Los limpiaré de toda la maldad que cometieron contra Mí, y perdonaré todas las iniquidades con que pecaron contra Mí y con las que se rebelaron contra Mí.

9 Yla ciudadserá para Mí un nombre de gozo, de alabanza y de gloria ante todas las naciones de la tierra, las cuales oirán de todo el bien que Yo le hago, y temerán y temblarán a causa de todo el bien y de toda la paz que Yo le doy.’

10 “Así dice el Señor: ‘En este lugar, del cual ustedes dicen: “Es una desolación, sin hombres y sin animales,” en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén que están desoladas, sin hombres, sin habitantes y sin animales, se oirá de nuevo

11 voz de gozo y voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, la voz de los que dicen: “Den gracias al Señorde los ejércitos, Porque el Señores bueno, Porque para siempre es Su misericordia”;yde los que traen ofrenda de acción de gracias a la casa del Señor. Porque restauraré el bienestar deestatierra como fueron al principio,’ dice el Señor.

12 “Así dice el Señorde los ejércitos: ‘En este lugar desolado, sin hombres y sin animales, y en todas sus ciudades, habrá de nuevo morada de pastores que hagan descansar sus rebaños.

13 En las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la llanura, en las ciudades del Neguev (región del sur), en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, volverán a pasar las ovejas bajo las manos del que las cuenta,’ declara el Señor.

14 Vienen días,’ declara el Señor, ‘en que cumpliré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá.

15 En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar de David un Renuevo justo, y El hará juicio y justicia en la tierra.

16 En aquellos días Judá estará a salvo y Jerusalén morará segura, y éstees el nombrecon el cual será llamada: el Señores nuestra justicia.’

17 “Porque así dice el Señor: ‘Nunca le faltará a David quien se siente sobre el trono de la casa de Israel.

18 ‘Tampoco a los sacerdotes Levitas les faltará quien en Mi presencia ofrezca holocausto, queme ofrendas de cereal y prepare sacrificios todos los días.'”

19 Y vino palabra del Señora Jeremías:

20 “Así dice el Señor: ‘Si ustedes pudieran romper Mi pacto con el día y Mi pacto con la noche, de modo que el día y la noche no vinieran a su tiempo,

21 entonces también se podría romper Mi pacto con Mi siervo David, y él no tendría hijo para reinar sobre su trono con los sacerdotes Levitas, Mis ministros.

22 Como no se puede contar el ejército del cielo, ni se puede medir la arena del mar, así multiplicaré la descendencia de Mi siervo David y de los Levitas que Me sirven.'”

23 Y vino palabra del Señora Jeremías:

24 “¿No has observado lo que dice este pueblo: ‘Las dos familias que el Señorescogió, El las ha desechado’? Desprecian a Mi pueblo, ya no son una nación ante sus ojos.

25 Así dice el Señor: ‘Si nohubiera permanecidoMi pactoconel día yconla noche,y siYo no hubiera establecido las leyes del cielo y de la tierra,

26 entonces hubiera desechado la descendencia de Jacob y de Mi siervo David, para no tomar de su descendencia quien gobernara sobre la descendencia de Abraham, de Isaac y de Jacob. Pero Yo restauraré su bienestar y tendré misericordia de ellos.'”

Jeremías 34

Profecía contra Sedequías

1 La palabra que vino a Jeremías de parte del Señor, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército y todos los reinos de la tierra que estaban bajo su dominio y todos los pueblos, peleaban contra Jerusalén y contra todas sus ciudades:

2 “Así dice el Señor, Dios de Israel: ‘Ve y habla a Sedequías, rey de Judá, y dile: “Así dice el Señor: ‘Yo entrego esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él le prenderá fuego.

3 Tú no escaparás de su mano, sino que ciertamente serás capturado y entregado en su mano. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y él te hablará cara a cara, y a Babilonia irás.'”‘

4 Sin embargo oye la palabra del Señor, oh Sedequías, rey de Judá. Así dice el Señoracerca de ti: ‘No morirás a espada;

5 en paz morirás. Como quemaronespeciaspor tus padres, los reyes anteriores que te precedieron, así quemaránespeciaspor ti, ycon”¡Ay, señor!” harán lamento por ti.’ Porque Yo he hablado la palabra,” declara el Señor.

6 Entonces el profeta Jeremías habló a Sedequías, rey de Judá, todas estas palabras en Jerusalén

7 mientras el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades que quedaban en Judá,es decir,Laquis y Azeca, puessóloéstas quedaban como ciudades fortificadas entre las ciudades de Judá.

8 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor, después que el rey Sedequías había hecho un pacto con todo el pueblo quehabíaen Jerusalén para proclamarles libertad:

9 que cada uno debía poner en libertad a su siervo y a su sierva Hebreos, para que nadie retuviera a un Judío, hermano suyo, en servidumbre.

10 Y obedecieron todos los oficiales y todo el pueblo que habían entrado en el pacto, de que cada uno dejara en libertad a su siervo y cada uno a su sierva, de modo que nadie los mantuviera más en servidumbre; obedecieron ylospusieronen libertad.

11 Pero después se arrepintieron y volvieron a tomar a los siervos y a las siervas a quienes habían dejado en libertad, y los sometieron a servidumbre como siervos y como siervas.

12 Entonces vino la palabra del Señora Jeremías, diciendo:

13 “Así dice el Señor, Dios de Israel: ‘Yo hice un pacto con los padres de ustedes el día que los saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre (de esclavos). Les dije:

14 Después de siete años cada uno de ustedes pondrá en libertad al hermano Hebreo que le fue vendido y que le ha servido por seis años, y lo dejará ir libre; pero sus padres no Me escucharon, ni prestaron atención.

15 Aunque recientemente se habían arrepentido y habían hecho lo que es recto ante Mis ojos, cada uno proclamando libertad a su prójimo, habiendo hecho un pacto delante de Mí en la casa que es llamada por Mi nombre.

16 Sin embargo ustedes se han vuelto atrás y han profanado Mi nombre. Cada uno ha tomado de nuevo a su siervo y cada uno a su sierva, a quienes habían dejado libres según su deseo, y los han sometido a servidumbre como siervos y como siervas.”‘

17 “Por tanto, así dice el Señor: ‘Ustedes no Me han obedecido, al no proclamar libertad cada uno a su hermano y cada uno a su prójimo. Por eso proclamo contra ustedes libertad,’ declara el Señor’a la espada, a la pestilencia y al hambre; y haré de ustedes motivo de espanto para todos los reinos de la tierra.

18 Y entregaré a los hombres que han transgredido Mi pacto, que no han cumplido las palabras del pacto que hicieron delante de Mí,cuandocortaron en dos el becerro y pasaron entre las dos mitades:

19 a los oficiales de Judá, a los oficiales de Jerusalén, a los oficiales de la corte, a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra que pasaron entre las mitades del becerro.

20 ‘A ellos los entregaré en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan su vida. Sus cadáveres servirán de comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra.

21 Y a Sedequías, rey de Judá, y a sus oficiales los entregaré en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida y en manos del ejército del rey de Babilonia, que se ha retirado de ustedes.

22 Yo daré órdenes,’ declara el Señor, ‘y los haré volver a esta ciudad, y pelearán contra ella, la tomarán y le prenderán fuego; y haré de las ciudades de Judá una desolación sin habitantes.'”

Jeremías 35

Ejemplo de los Recabitas

1 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señoren los días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá:

2 “Ve a la casa de los Recabitas, habla con ellos, llévalos a la casa del Señor, a una de las cámaras, y dales a beber vino.”

3 Entonces tomé a Jaazanías, hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, y a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la casa de los Recabitas,

4 y los llevé a la casa del Señor, a la cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, hombre de Dios. Esta cámaraestabacerca de la cámara de los oficiales, queestabaencima de la cámara de Maasías, hijo de Salum, guarda del umbral.

5 Entonces puse delante de los hombres de la casa de los Recabitas jarras y tazas llenas de vino, y les dije: “Beban vino.”

6 Pero ellos dijeron: “No beberemos vino, porque Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, nos ordenó: ‘No beberán vino jamás, ni ustedes ni sus hijos.

7 Tampoco edificarán casa, ni sembrarán simiente, ni plantarán viña, ni poseerán ninguna, sino que habitarán en tiendas todos sus días, para que vivan muchos días en la tierra donde son peregrinos.’

8 Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas,

9 y de no edificarnos casa en donde morar, y de no tener viña, ni campo, ni siembra.

10 Hemos habitado solamente en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todo lo que nos mandó nuestro padre Jonadab.

11 Pero sucedió que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra la tierra, dijimos: ‘Vengan y huyamos a Jerusalén ante el ejército de los Caldeos y ante el ejército de los Arameos.’ Por eso habitamos en Jerusalén.”

12 Entonces vino palabra del Señora Jeremías:

13 “Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ve y dile a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: “¿No aprenderán a escuchar Mis palabras?” declara el Señor.

14 “Las palabras de Jonadab, hijo de Recab, que mandó a sus hijos de no beber vino, son guardadas. Por eso no bebenvinohasta hoy, porque han obedecido el mandato de su padre. Pero Yo he hablado a ustedes repetidas veces, con todo no Me han escuchado.

15 “También les he enviado a todos Mis siervos los profetas, enviándolosrepetidas veces, a decirles:’Vuélvase ahora cada uno de su mal camino, enmienden sus obras y no vayan tras otros dioses para adorarlos, y habitarán en la tierra que les he dado, a ustedes y a sus padres; pero no me prestaron atención, ni Me escucharon.

16 ‘Ciertamente los hijos de Jonadab, hijo de Recab, han guardado el mandato que su padre les ordenó, pero este pueblo no Me ha escuchado.'”‘

17 “Por tanto así dice el Señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ciertamente traigo sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén toda la calamidad que he pronunciado contra ellos, porque les hablé, pero no escucharon, y los llamé, pero no respondieron.'”

18 Entonces Jeremías dijo a la casa de los Recabitas: “Así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Por cuanto han obedecido el mandato de su padre Jonadab, guardando todos sus mandatos y haciendo conforme a todo lo que él les ordenó,

19 por tanto, así dice el Señorde los ejércitos, el Dios de Israel: “A Jonadab, hijo de Recab, no le faltará hombre que esté delante de Mí todos los días.”‘”

Jeremías 36

El Rollo de Jeremías Leído en el Templo

1 En el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra a Jeremías de parte del Señor:

2 “Toma un rollo y escribe en él todas las palabras que te he hablado acerca de Israel, acerca de Judá y acerca de todas las naciones, desde el día que te hablé, desde los días de Josías, hasta hoy.

3 Tal vez la casa de Judá oiga toda la calamidad que pienso traer sobre ellos, y se vuelva cada uno de su mal camino; entonces perdonaré su iniquidad y su pecado.”

4 Llamó, pues, Jeremías a Baruc, hijo de Nerías, y Baruc escribió al dictado de Jeremías, en un rollo, todas las palabras que el Señorle había hablado.

5 Entonces Jeremías dio órdenes a Baruc: “Estoy detenido; no puedo entrar en la casa del Señor.

6 Ve, pues, y lee en el rollo que has escrito al dictado mío, las palabras del Señora oídos del pueblo, en la casa del Señorun día de ayuno. También las leerás a oídos de todoslos deJudá que vienen de sus ciudades.

7 Tal vez su súplica llegue delante del Señor, y todos se vuelvan de su mal camino, porque grande es la ira y el furor que el Señorha pronunciado contra este pueblo.”

8 Baruc, hijo de Nerías, hizo conforme a todo lo que el profeta Jeremías le había mandado, y leyó en el libro las palabras del Señor, en la casa del Señor.

9 Y en el año quinto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, todo el pueblo en Jerusalén y todo el pueblo que vino de las ciudades de Judá a Jerusalén proclamaron ayuno delante del Señor.

10 Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías a oídos de todo el pueblo en la casa del Señor, en la cámara de Gemarías, hijo del escriba Safán, en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva de la casa del Señor.

11 Al oír Micaías, hijo de Gemarías, hijo de Safán, todas las palabras del Señorque estabanen el libro,

12 descendió a la casa del rey, a la cámara del escriba. Y estaban sentados allí todos los oficiales: el escriba Elisama, Delaía, hijo de Semaías, Elnatán, hijo de Acbor, Gemarías, hijo de Safán, Sedequías, hijo de Ananías, y todos losdemásoficiales.

13 Micaías les declaró todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó en el libro a oídos del pueblo.

14 Entonces todos los oficiales enviaron a Jehudí, hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, a decir a Baruc: “Toma en tu mano el rollo en el que has leído a oídos del pueblo y ven.” Y Baruc, hijo de Nerías, tomó el rollo en su mano y fue a ellos.

15 Y le dijeron: “Siéntate ahora, y léenoslo.” Y Baruc se lo leyó.

16 Cuando oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros atemorizados, y dijeron a Baruc: “Ciertamente haremos saber al rey todas estas palabras.”

17 Y le preguntaron a Baruc: “Cuéntanos ahora cómo escribiste todas estas palabras. ¿Fue al dictado suyo?”

18 Baruc les respondió: “El me dictó todas estas palabras, y yo las escribí con tinta en el libro.”

19 Entonces los oficiales dijeron a Baruc: “Ve, escóndete, tú y Jeremías, y que nadie sepa donde están.”

El Rollo Quemado y Escrito de Nuevo

20 Después de haber depositado el rollo en la cámara del escriba Elisama, los oficiales entraron al atrio donde estaba el rey, y contaron a oídos del rey todas las palabras.

21 Entonces el rey envió a Jehudí a buscar el rollo, y éste lo tomó de la cámara del escriba Elisama, y Jehudí lo leyó al rey y a todos los oficiales que estaban junto al rey.

22 El rey estaba sentado en la casa de invierno (en el mes noveno), y había un brasero encendido delante de él.

23 Y sucedía que después que Jehudí había leído tres o cuatro columnas,el reylo cortaba con el cuchillo del escriba yloechaba al fuego queestabaen el brasero, hasta consumir todo el rollo en el fuego queestabaen el brasero.

24 Ni el rey ni ninguno de sus siervos que oyeron todas estas palabras tuvieron temor ni rasgaron sus vestiduras.

25 Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemara el rollo, él no les hizo caso.

26 Luego el rey ordenó a Jerameel, hijo del rey, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdeel, que prendieran al escriba Baruc y al profeta Jeremías, pero el Señorlos escondió.

27 Entonces vino la palabra del Señora Jeremías, después que el rey había quemado el rollo y las palabras que Baruc había escrito al dictado de Jeremías:

28 “Vuelve a tomar otro rollo y escribe en él todas las palabras que antes había en el primer rollo que quemó Joacim, rey de Judá.

29 Y a Joacim, rey de Judá, le dirás: ‘Así dice el Señor: “Tú has quemado este rollo, diciendo: ‘¿Por qué has escrito en él que ciertamente vendrá el rey de Babilonia y destruirá esta tierra, y hará desaparecer de ella a hombres y animales?'”

30 ‘Por tanto, así dice el Señoracerca de Joacim, rey de Judá: “No tendrá quien se siente sobre el trono de David, y su cadáver quedará tirado al calor del día y a la escarcha de la noche.

31 “Lo castigaré, a él, a su descendencia y a sus siervos por su iniquidad, y traeré sobre ellos, sobre los habitantes de Jerusalén y sobre los hombres de Judá toda la calamidad que les he anunciado, sin que ellos escucharan.”‘”

32 Entonces Jeremías tomó otro rollo y se lo dio al escriba Baruc, hijo de Nerías, y éste escribió en él al dictado de Jeremías todas las palabras del libro que Joacim, rey de Judá, había quemado en el fuego, y aun se le añadieron muchas palabras semejantes.

Jeremías 37

Jeremías Encarcelado

1 Sedequías, hijo de Josías, a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, había hecho rey en la tierra de Judá, reinó en lugar de Conías, hijo de Joacim.

2 Pero ni él, ni sus siervos, ni el pueblo de la tierra escucharon las palabras que el Señorhabía hablado por medio del profeta Jeremías.

3 Sin embargo el rey Sedequías envió a Jucal, hijo de Selemías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, a decir al profeta Jeremías: “Ruega ahora por nosotros al Señornuestro Dios.”

4 Y Jeremías entraba y salía en medio del pueblo, porquetodavíano lo habían puesto en la cárcel.

5 Entretanto, el ejército de Faraón había salido de Egipto, y cuando los Caldeos que tenían sitiada a Jerusalén oyeron la noticia acerca de ellos, levantaron elsitiode Jerusalén.

6 Entonces vino la palabra del Señoral profeta Jeremías:

7 “Así dice el Señor, Dios de Israel: ‘Así dirán al rey de Judá, que los envió a Mí para consultarme: “El ejército de Faraón que salió para ayudarles a ustedes, volverá a su tierra de Egipto.

8 Y los Caldeos volverán y pelearán contra esta ciudad, la capturarán y le prenderán fuego.”‘

9 “Así dice el Señor: ‘No se engañen, diciendo: “Ciertamente los Caldeos se apartarán de nosotros,” porque no se apartarán.

10 Pues aunque ustedes hubieran derrotado a todo el ejército de los Caldeos que peleaba contra ustedes, ysóloquedaran heridos entre ellos, se levantaría cada uno en su tienda, y prenderían fuego a esta ciudad.'”

11 Y cuando el ejército de los Caldeos levantóel sitiode Jerusalén por causa del ejército de Faraón,

12 Jeremías trató de salir de Jerusalén para ir a la tierra de Benjamín a tomar allí posesión de una propiedad en el pueblo.

13 Estando él a la Puerta de Benjamín,habíaallí un capitán de la guardia que se llamaba Irías, hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciéndole: “Tú vas a pasarte a los Caldeos.”

14 Pero Jeremías dijo: “¡No es verdad! No voy a pasarme a los Caldeos.” Sin embargo él no le hizo caso. Apresó, pues, a Jeremías y lo llevó a los oficiales.

15 Entonces los oficiales se enojaron contra Jeremías y lo azotaron, y lo encarcelaron en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en prisión.

16 Entró, pues, Jeremías en el calabozo, es decir, en la celda abovedada; y allí permaneció Jeremías muchos días.

17 El rey Sedequías envió a sacarlo, y en su palacio el rey le preguntó secretamente, yledijo: “¿Hay palabra del Señor?” “La hay,” respondió Jeremías. Y añadió: “En manos del rey de Babilonia será entregado.”

18 Dijo también Jeremías al rey Sedequías: “¿Enqué he pecado contra usted, o contra sus siervos, o contra este pueblo para que me haya puesto en prisión?

19 ¿Dónde, pues, están sus profetas que les profetizaban: ‘El rey de Babilonia no vendrá contra ustedes ni contra esta tierra’?

20 Pero ahora, le ruego que escuche, oh rey mi señor; venga ahora mi súplica delante de usted, y no me haga volver a la casa del escriba Jonatán, no sea que yo muera allí.”

21 Entonces el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías en el patio de la guardia y le dieran una torta de pan al día de la calle de los panaderos, hasta que se acabara todo el pan en la ciudad. Así que Jeremías permaneció en el patio de la guardia.

Jeremías 38

Jeremías en la Cisterna

1 Y Sefatías, hijo de Matán, Gedalías, hijo de Pasur, Jucal, hijo de Selemías, y Pasur, hijo de Malquías, oyeron las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo:

2 “Así dice el Señor: ‘El que se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de pestilencia, pero el que se pase a los Caldeos, vivirá y tendrá su vida por botín y seguirá viviendo.’

3 Así dice el Señor: ‘Ciertamente esta ciudad será entregada en manos del ejército del rey de Babilonia, y él la tomará.'”

4 Entonces dijeron los oficiales al rey: “Den muerte ahora a este hombre, porque él desanima a los hombres de guerra que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo diciéndoles tales palabras. Este hombre no busca el bien de este pueblo, sino el mal.”

5 El rey Sedequías dijo: “El está en sus manos; pues el rey nada puedehacercontra ustedes.”

6 Entonces ellos tomaron a Jeremías, y bajándolo con cuerdas lo echaron en la cisterna de Malaquías, hijo del rey, que había en el patio de la guardia. En la cisterna no había agua, sino lodo, así que Jeremías se hundió en el lodo.

7 Ebed Melec el Etíope, eunuco del palacio del rey, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. Estando el rey sentado a la Puerta de Benjamín,

8 salió Ebed Melec del palacio real y habló al rey y le dijo:

9 “Oh rey, mi señor, estos hombres han obrado mal en todo lo que han hecho al profeta Jeremías echándolo en la cisterna. El morirá donde está a causa del hambre, porque no hay más pan en la ciudad.”

10 Entonces el rey ordenó al etíope Ebed Melec: “Toma bajo tu mando tres hombres de aquí, y saca al profeta Jeremías de la cisterna antes que muera.”

11 Ebed Melec tomó a los hombres bajo su mando, entró en el palacio del rey allugardebajo del cuarto del tesoro y tomó de allí ropas raídas y trapos viejos, y con sogas los bajó a Jeremías en la cisterna.

12 Y el etíope Ebed Melec dijo a Jeremías: “Ponte ahora estas ropas raídas y trapos bajo tus brazos, debajo de las sogas”; y así lo hizo Jeremías.

13 Tiraron de Jeremías con las sogas y lo subieron de la cisterna. Y Jeremías se quedó en el patio de la guardia.

El Rey Consulta a Jeremías

14 Entonces el rey Sedequías mandó que le trajeran al profeta Jeremías a la entrada tercera quehabíaen la casa del Señor; y el rey le dijo a Jeremías: “Voy a preguntarte una cosa; no me ocultes nada.”

15 Y Jeremías dijo a Sedequías: “Si se la hago saber a usted, ¿no es cierto que me matará? Además si le doy un consejo, no me escuchará.”

16 Pero el rey Sedequías le juró en secreto a Jeremías: “Vive el Señor, que nos dio esta vida, que ciertamente no te mataré ni te entregaré en manos de esos hombres que buscan tu vida.”

17 Entonces Jeremías dijo a Sedequías: “Así dice el Señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Si en verdad usted se pasa a los oficiales del rey de Babilonia, entonces vivirá, y esta ciudad no será incendiada, y usted y su casa vivirán.

18 Pero si usted no se pasa a los oficiales del rey de Babilonia, entonces esta ciudad será entregada en manos de los Caldeos; y ellos la incendiarán y usted no escapará de su mano.'”

19 Entonces el rey Sedequías respondió a Jeremías: “Tengo temor de los Judíos que se han pasado a los Caldeos, no sea que me entreguen en sus manos y me maltraten.”

20 Pero Jeremías dijo: “No lo entregarán. Le ruego que escuche la voz del Señoren lo que le digo, y le irá bien y vivirá.

21 Pero si sigue usted rehusando pasarse, ésta es la palabra que el Señorme ha mostrado:

22 ‘Todas las mujeres que quedan en el palacio del rey de Judá, serán llevadas a los oficiales del rey de Babilonia, y ellas dirán: “Te han engañado y han prevalecido contra ti; Tus buenos amigos, Mientras tus pies estaban hundidos en el lodo, Se volvieron atrás.”

23 ‘Todas sus mujeres y sus hijos serán llevados a los Caldeos. Tampoco usted escapará de sus manos, sino que será apresado por la mano del rey de Babilonia, y esta ciudad será incendiada.'”

24 Entonces Sedequías dijo a Jeremías: “Que nadie sepa de estas palabras, y no morirás.

25 Pero si los oficiales se enteran de que he hablado contigo, y vienen a ti y te dicen: ‘Dinos ahora lo que dijiste al rey y lo que el rey te dijo, no nosloocultes, y no te mataremos,’

26 tú les dirás: ‘Presentaba al rey mi súplica de que no me hiciera volver a la casa de Jonatán, a morir allí.'”

27 Luego vinieron todos los oficiales a Jeremías y lo interrogaron. Y él les informó conforme a todas estas palabras que el reylehabía ordenado; y no volvieron a preguntarle, ya que de la conversación nadie había oído nada.

28 Así Jeremías quedó en el patio de la guardia hasta el día en que Jerusalén fue tomada.