1 Reyes 15

Reinado de Abiam

1 En el año dieciocho del rey Jeroboam, hijo de Nabat, Abiam comenzó a reinar sobre Judá.

2 Reinó tres años en Jerusalén; y el nombre de su madreeraMaaca, hija de Abisalom.

3 Y Abiam anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él. Su corazón no estuvo dedicado por completo al Señorsu Dios, como el corazón de su padre David.

4 Pero por amor a David, el Señorsu Dios le dio una lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él y sosteniendo a Jerusalén.

5 Porque David había hecho lo recto ante los ojos del Señor, y no se había apartado de nada de lo que El le había ordenado durante todos los días de su vida, excepto en el caso de Urías el Hitita.

6 Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días de su vida.

7 Los demás hechos de Abiam y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá? Y hubo guerra entre Abiam y Jeroboam.

8 Y durmió Abiam con sus padres y lo sepultaron en la ciudad de David; y su hijo Asa reinó en su lugar.

Reinados de Asa y Nadab

9 En el año veinte de Jeroboam, rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá.

10 Reinó cuarenta y un años en Jerusalén; y el nombre de su abuelaeraMaaca, hija de Abisalom.

11 Asa hizo lo recto ante los ojos del Señor, como David su padre.

12 También expulsó de la tierra a los sodomitas de cultos paganos, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho.

13 También quitó a Maaca su abuela deserreina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de Asera. Además Asa derribó su horrible imagen ylaquemó junto al torrente Cedrón.

14 Pero los lugares altos no fueron quitados; sin embargo el corazón de Asa estuvo dedicado por completo al Señortodos sus días.

15 Trajo a la casa del Señorlas cosas consagradas por su padre y sus propias cosas consagradas: plata, oro y utensilios.

16 Y hubo guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todos sus días.

17 Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Ramá para prevenir quenadiesaliera o entrara en ayuda de Asa, rey de Judá.

18 Entonces Asa tomó toda la plata y el oro que había quedado en los tesoros de la casa del Señory en los tesoros de la casa del rey, y los puso en manos de sus siervos. Y el rey Asa los envió a Ben Adad, hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciéndole:

19 “Hayaalianza entre tú y yo,como huboentre mi padre y tu padre. Te envío un presente de plata y de oro. Ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí.”

20 Ben Adad escuchó al rey Asa y envió a los jefes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y conquistó Ijón, Dan, Abel Bet Maaca, y toda Cineret, además de toda la tierra de Neftalí.

21 Y cuando Baasalooyó, dejó de fortificar Ramá, y se quedó en Tirsa.

22 Entonces el rey Asa hizo una proclamación a todo Judá, sin excepción, y se llevaron las piedras de Ramá y la madera con que Baasa había estado edificando. Y con ellas el rey Asa fortificó Geba de Benjamín y Mizpa.

23 Los demás hechos de Asa y todo su poderío, todo lo que hizo y las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá? Sólo que en el tiempo de su vejez se enfermó de los pies.

24 Durmió Asa con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David su padre; y su hijo Josafat reinó en su lugar.

25 Y Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa, rey de Judá, y reinó sobre Israel dos años.

26 E hizo lo malo ante los ojos del Señor, y anduvo en el camino de su padre y en el pecado con que hizo pecar a Israel.

27 Entonces Baasa, hijo de Ahías, de la casa de Isacar, conspiró contra él, y Baasa lo hirió en Gibetón, que pertenecía a los Filisteos, mientras Nadab y todo Israel sitiaban a Gibetón.

28 Baasa lo mató en el tercer año de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar.

29 Y en cuanto fue rey, Baasa hirió a toda la casa de Jeroboam. No dejó con vida a ninguno de los de Jeroboam, hasta destruirlos, conforme a la palabra que el Señorhabía hablado por medio de Su siervo Ahías el Silonita,

30 por los pecados que Jeroboam había cometido, y con los cuales había hecho pecar a Israel,ypor la provocación con que provocó a ira al Señor, Dios de Israel.

31 Los demás hechos de Nadab y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?

32 Hubo guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todos los díasque vivieron.

Reinado de Baasa

33 En el tercer año de Asa, rey de Judá, Baasa, hijo de Ahías, comenzó a reinar sobre todo Israel en Tirsa,y reinóveinticuatro años.

34 Hizo lo malo ante los ojos del Señor, y anduvo en el camino de Jeroboam y en el pecado con que hizo pecar a Israel.

1 Reyes 16

1 Y la palabra del Señorvino a Jehú, hijo de Hananí, contra Baasa:

2 “Yo te levanté del polvo y te hice príncipe sobre Mi pueblo Israel, y has andado en el camino de Jeroboam, y has hecho pecar a Mi pueblo Israel provocándome a ira con sus pecados.

3 Por tanto, consumiré a Baasa y a su casa, y haré su casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat.

4 El que de Baasa muera en la ciudad, se lo comerán los perros, y el que de él muera en el campo, se lo comerán las aves del cielo.”

5 Los demás hechos de Baasa, lo que hizo y su poderío, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?

6 Y durmió Baasa con sus padres y fue sepultado en Tirsa; y su hijo Ela reinó en su lugar.

7 También, la palabra del Señorvino por medio del profeta Jehú, hijo de Hananí, contra Baasa y su casa, no sólo por todo el mal que hizo ante los ojos del Señor, provocándolo a ira con la obra de sus manos, siendo semejante a la casa de Jeroboam, sino también por haber destruido a ésta.

Reinados de Ela, Zimri y Omri

8 En el año veintiséis de Asa, rey de Judá, Ela, hijo de Baasa, comenzó a reinar sobre Israel en Tirsay reinódos años.

9 Y su siervo Zimri, jefe de la mitad de sus carros, conspiró contra él. YEla estabaen Tirsa bebiendohastaemborracharse en la casa de Arsa, queeramayordomo de la casa en Tirsa.

10 Entonces Zimri entró, lo hirió, y le dio muerte en el año veintisiete de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar.

11 Y sucedió que cuando comenzó a reinar, tan pronto como se sentó en su trono, mató a toda la casa de Baasa; no dejó ni un solo varón, ni de sus parientes ni de sus amigos.

12 Así Zimri destruyó toda la casa de Baasa, conforme a la palabra que el Señorhabía hablado contra Baasa por medio del profeta Jehú,

13 por todos los pecados de Baasa y por los pecados de su hijo Ela, con los cuales pecaron y con los que hicieron pecar a Israel, provocando a ira con sus ídolos al Señor, Dios de Israel.

14 Los demás hechos de Ela y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?

15 En el año veintisiete de Asa, rey de Judá, Zimri reinó siete días en Tirsa. Y el pueblo estaba acampado contra Gibetón, que pertenecía a los Filisteos.

16 El pueblo que estaba acampado oyó decir: “Zimri ha conspirado y también ha matado al rey.” Entonces, ese mismo día en el campamento, todo Israel hizo a Omri, jefe del ejército, rey sobre Israel.

17 Entonces Omri subió desde Gibetón, y todo Israel con él, y sitiaron a Tirsa.

18 Cuando Zimri vio que la ciudad era tomada, entró en la ciudadela de la casa del rey, prendió fuego a la casa del rey y murió,

19 a causa de los pecados que había cometido, haciendo lo malo ante los ojos del Señor, andando en el camino de Jeroboam, y por el pecado que cometió, haciendo pecar a Israel.

20 Los demás hechos de Zimri, y la conspiración que llevó a cabo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?

21 Entonces el pueblo de Israel se dividió en dos partes: la mitad del pueblo siguió a Tibni, hijo de Ginat, para hacerlo rey; laotramitad siguió a Omri.

22 Pero el pueblo que siguió a Omri prevaleció sobre el pueblo que siguió a Tibni, hijo de Ginat. Y Tibni murió, y Omri comenzó a reinar.

23 En el año treinta y uno de Asa, rey de Judá, Omri comenzó a reinar sobre Israel,y reinódoce años; seis años reinó en Tirsa.

24 Y compró a Semer el Monte Samaria por 68 kilos de plata; edificó sobre el monte, y a la ciudad que edificó puso por nombre Samaria, del nombre de Semer, dueño del monte.

25 Omri hizo lo malo ante los ojos del Señor, y obró más perversamente que todos los quefueronantes que él;

26 pues anduvo en todos los caminos de Jeroboam, hijo de Nabat, y en los pecados con que hizo pecar a Israel, provocando al Señor, Dios de Israel, con sus ídolos.

27 Los demás hechos que Omri hizo y el poderío que mostró ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?

28 Y durmió Omri con sus padres y fue sepultado en Samaria; y su hijo Acab reinó en su lugar.

Reinado de Acab

29 Acab, hijo de Omri, comenzó a reinar sobre Israel en el año treinta y ocho de Asa, rey de Judá, y Acab, hijo de Omri, reinó veintidós años sobre Israel en Samaria.

30 Y Acab, hijo de Omri, hizo lo malo a los ojos del Señormás que todos los quefueronantes que él.

31 Como si fuera poco el andar en los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel, hija de Et Baal, rey de los Sidonios, y fue a servir a Baal y lo adoró.

32 Edificó un altar a Baal en la casa de Baal que edificó en Samaria.

33 Acab hizo también una Asera (deidad femenina). Así Acab hizo más para provocar al Señor, Dios de Israel, que todos los reyes de Israel que fueron antes que él.

34 En tiempos de Acab, Hiel de Betel (Casa de Dios) reedificó Jericó.A costa de la vidade Abiram su primogénito puso sus cimientos, ya costa de la vidade su hijo menor Segub levantó sus puertas, conforme a la palabra que el Señorhabía hablado por medio de Josué, hijo de Nun.

1 Reyes 17

Elías Predice la Sequía

1 Elías el Tisbita,que erade los moradores de Galaad, dijo a Acab: “Vive el Señor, Dios de Israel, delante de quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por la palabra de mi boca.”

2 Y vino a Elías la palabra del Señor, diciendo:

3 “Sal de aquí y dirígete hacia el oriente, y escóndete junto al arroyo Querit, que está al oriente del Jordán.

4 Y beberás del arroyo, y he ordenado a los cuervos que te sustenten allí.”

5 El fue e hizo conforme a la palabra del Señor, pues fue y habitó junto al arroyo Querit, que está al oriente del Jordán.

6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne al atardecer, y bebía del arroyo.

7 Sucedió que después de algún tiempo el arroyo se secó, porque no había caído lluvia en la tierra.

Elías y la Viuda de Sarepta

8 Vino después a él la palabra del Señor, diciendo:

9 “Levántate, ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y quédate allí; porque yo he mandado a una viuda de allí que te sustente.”

10 El se levantó y fue a Sarepta. Cuando llegó a la entrada de la ciudad, allí estaba una viuda recogiendo leña, entonces la llamó yledijo: “Te ruego que me consigas un poco de agua en un vaso para que yo beba.”

11 Cuando ella iba a conseguirla,la llamó yledijo: “Te ruego que me traigastambiénun bocado de pan en tu mano.”

12 Pero ella respondió: “Vive el Señortu Dios, que no tengo pan, sólotengoun puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija y estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y prepararlopara mí y para mi hijo, para que comamos y muramos.”

13 Entonces Elías le dijo: “No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña torta de eso y tráemela;después harás para ti y para tu hijo.

14 Porque así dice el Señor, Dios de Israel: ‘No se acabará la harina en la tinaja ni se agotará el aceite en la vasija, hasta el día en que el Señormande lluvia sobre la superficie de la tierra.'”

15 Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías, y ella, él y la casa de ella comieron pormuchosdías.

16 La harina de la tinaja no se acabó ni se agotó el aceite de la vasija, conforme a la palabra que el Señorhabía hablado por medio de Elías.

17 Pero sucedió que después de estas cosas, se enfermó el hijo de la mujer dueña de la casa; y su enfermedad fue tan grave que no quedó aliento en él.

18 Y ella le dijo a Elías: “¿Qué tengo que ver contigo, oh hombre de Dios? ¡Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo!”

19 “Dame a tu hijo,” le respondió Elías. Y él lo tomó de su regazo y lo llevó a la cámara alta donde él vivía, y lo acostó en su propia cama.

20 Y clamó al Señor: “Oh Señor, Dios mío, ¿has traído también mal a la viuda con quien estoy hospedado haciendo morir a su hijo?”

21 Entonces se tendió tres veces sobre el niño, y clamó al Señor: “Oh Señor, Dios mío, Te ruego que el alma de este niño vuelva a él.”

22 El Señorescuchó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él y revivió.

23 Y Elías tomó al niño, lo bajó de la cámara alta a la casa y se lo dio a su madre; y Elías dijo: “Mira, tu hijo vive.”

24 Entonces la mujer dijo a Elías: “Ahora conozco que tú eres hombre de Dios, y que la palabra del Señoren tu boca es verdad.”

1 Reyes 18

Encuentro de Elías y Acab

1 Después demuchos días, la palabra del Señorvino a Elías en el tercer año, diciéndole: “Ve, muéstrate a Acab, y enviaré lluvia sobre la superficie de la tierra.”

2 Y Elías fue a mostrarse a Acab. Y el hambreeraintensa en Samaria.

3 Y Acab llamó a Abdías queeramayordomo de la casa. (Y Abdías temía (reverenciaba) en gran manera al Señor;

4 pues cuando Jezabel destruyó a los profetas del Señor, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua.)

5 Entonces Acab dijo a Abdías: “Ve por la tierra a todas las fuentes de agua y a todos los valles; quizá hallaremos hierba y conservaremos con vida los caballos y los mulos, y no tendremos que matar parte del ganado.”

6 Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por otro.

7 Abdías estaba en el camino cuando Elías le salió al encuentro, yAbdíaslo reconoció y cayó sobre su rostro, y le dijo: “¿Es usted Elías, mi señor?”

8 El le respondió: “Yo soy. Ve, dile a tu señor: ‘Aquí está Elías.'”

9 Y él dijo: “¿Qué pecado he cometido, que entrega a su siervo en manos de Acab para que me mate?

10 Vive el Señorsu Dios, que no hay nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarlo; y cuando decían: ‘No estáaquí,’hacía jurar al reino o a la nación que no lo habían hallado.

11 Y ahora dices: ‘Ve, dile a tu señor: “Aquí está Elías.”‘

12 Y sucederá que cuando lo deje, el Espíritu del Señorlo llevará adonde yo no sepa; así que cuando yo vaya y se lo diga a Acab y él no pueda encontrarlo, me matará, aunqueyosu siervo he temido (reverenciado) al Señordesde mi juventud.

13 ¿No le han contado a mi señor lo que hice cuando Jezabel mató a los profetas del Señor, que escondí a cien de los profetas del Señorde cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustenté con pan y agua?

14 Y ahora usted me dice: ‘Ve, dile a tu señor: “Aquí está Elías”‘; entonces me matará.”

15 Elías le dijo: “Vive el Señorde los ejércitos, delante de quien estoy, que hoy ciertamente me mostraré a él.”

16 Abdías fue al encuentro de Acab, y le dio aviso; y Acab fue al encuentro de Elías.

17 Cuando Acab vio a Elías, Acab le dijo: “¿Eres tú, perturbador de Israel?”

18 Y él respondió: “Yo no he perturbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque ustedes han abandonado los mandamientos del Señory han seguido a los baales.

19 Ahora pues, envía a reunir conmigo a todo Israel en el Monte Carmelo,juntocon 450 profetas de Baal y 400 profetas de la Asera que comen a la mesa de Jezabel.”

Elías y los Profetas de Baal

20 Acab enviómensajea todos los Israelitas y reunió a los profetas en el Monte Carmelo.

21 Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: “¿Hasta cuándo vacilarán entre dos opiniones? Si el Señores Dios, síganlo; y si Baal, síganlo a él.” Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.

22 Entonces Elías dijo al pueblo: “Solo yo he quedadocomoprofeta del Señor, pero los profetas de Baal son 450 hombres.

23 Que nos den, pues, dos novillos. Que escojan un novillo para ellos y lo despedacen, y lo coloquen sobre la leña, pero que nolepongan fuegodebajo;y yo prepararé el otro novillo y lo colocaré sobre la leña, y nolepondré fuego.

24 Entonces invoquen el nombre de su dios, y yo invocaré el nombre del Señor; y el Dios que responda por fuego, ése es Dios.” Y todo el pueblo respondió: “La idea es buena.”

25 Y Elías dijo a los profetas de Baal: “Escojan un novillo para ustedes y prepárenlo primero, pues son los más, e invoquen el nombre de su dios, pero nolepongan fuego.”

26 Entonces tomaron el novillo que les dieron yloprepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: “Oh Baal, respóndenos.” Pero no hubo voz ni nadie respondió. Y danzaban alrededor del altar que habían hecho.

27 Como al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: “Clamen en voz alta, pues es un dios; tal vezestarámeditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo.”

28 Y gritaban a grandes voces y se sajaban, según su costumbre, con espadas y lanzas hasta que la sangre chorreaba sobre ellos.

29 Pasado el mediodía, se pusieron a gritar frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificiode la tarde; pero no hubo voz, ni nadie respondió ni nadie hizo caso.

30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: “Acérquense a mí.” Y todo el pueblo se acercó a Elías. Entonces él reparó el altar del Señorque había sido derribado.

31 Elías tomó doce piedras conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra del Señor, diciendo: “Israel será tu nombre.”

32 Con las piedras edificó un altar en el nombre del Señor, e hizo una zanja alrededor del altar, suficientemente grande para contener dos medidas (14.6 litros) de semilla.

33 Dispuso después la leña, cortó el novillo en pedazos ylocolocó sobre la leña.

34 Y dijo: “Llenen cuatro cántaros de agua y derrámenlasobre el holocausto y sobre la leña.” Después dijo: “Háganlo por segunda vez; y lo hicieron por segunda vez.” Y añadió: “Háganlo por tercera vez;” y lo hicieron por tercera vez.

35 El agua corría alrededor del altar, y también llenó la zanja de agua.

36 Y a la hora de ofrecerse el sacrificio de latarde, el profeta Elías se acercó y dijo: “Oh Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que Tú eres Dios en Israel, que yo soy Tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra Tuya.

37 Respóndeme, oh Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que Tú, oh Señor, eres Dios, yquehas hecho volver sus corazones.”

38 Entonces cayó el fuego del Señor, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y secó el agua de la zanja.

39 Cuando todo el pueblolovio, se postraron sobre su rostro y dijeron: “El Señor, El es Dios; el Señor, El es Dios.”

40 Entonces Elías les dijo: “Prendan a los profetas de Baal, que no se escape ninguno de ellos.” Los prendieron, y Elías los hizo bajar al torrente Cisón y allí los degolló.

Fin de la Sequía

41 Y Elías dijo a Acab: “Sube, come y bebe; porque se oye el estruendo demuchalluvia.”

42 Acab subió a comer y a beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo; y allí se agachó en tierra y puso su rostro entre las rodillas.

43 Y dijo a su criado: “Sube ahora,ymira hacia el mar.” Y él subió, miró y dijo: “No hay nada.” Y Elías dijo siete veces: “Vuelvea mirar.”

44 Y sucedió que a la séptimavez,él dijo: “Veo una nube tan pequeña como la mano de un hombre, que sube del mar.” Y Elías le dijo: “Sube,ydile a Acab: ‘Preparatu carroy desciende, para que lafuertelluvia no te detenga.'”

45 Al poco tiempo, el cielo se oscureció con nubes y viento, y hubo gran lluvia. Y Acab montóen su carroy fue a Jezreel.

46 Y la mano del Señorestaba sobre Elías, quien ajustándose el cinturón corrió delante de Acab hasta Jezreel.

1 Reyes 19

Elías Huye de Jezabel

1 Acab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho y cómo había matado a espada a todos los profetas.

2 Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: “Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu vida como la vida de uno de ellos.”

3 Elías tuvo miedo, y se levantó y se fue parasalvarsu vida; y vino a Beerseba de Judá y dejó allí a su criado,

4 y anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un arbusto (enebro); pidió morirse y dijo: “Basta ya, Señor, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres.”

5 Y acostándose bajo el arbusto, se durmió; pero un ángel lo tocó y le dijo: “Levántate, come.”

6 Entonces vio que en su cabecera había una tortacocida sobrepiedras calientes y una vasija de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse.

7 El ángel del Señorvolvió por segunda vez, lo tocó yledijo: “Levántate, come, porque es muy largo el camino para ti.”

8 Se levantó, pues, y comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

Elías se Encuentra con Dios

9 Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; yvinoa él la palabra del Señor, y El le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?”

10 Y él respondió: “He tenido mucho celo por el Señor, Dios de los ejércitos; porque los Israelitas han abandonado Tu pacto, han derribado Tus altares y han matado a espada a Tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela.”

11 Entonces el Señorle dijo: “Sal y ponte en el monte delante del Señor.” En ese momento el Señorpasaba, y un grande y poderoso viento destrozaba los montes y quebraba las peñas delante del Señor;peroel Señornoestabaen el viento. Después del viento, un terremoto;peroel Señornoestabaen el terremoto.

12 Después del terremoto, un fuego;peroel Señornoestabaen el fuego. Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible.

13 Cuando Elíaslooyó, se cubrió el rostro con su manto, y salió y se puso a la entrada de la cueva. Y una vozvinoa él ylepreguntó: “¿Qué haces aquí, Elías?”

14 Entonces él respondió: “He tenido mucho celo por el Señor, Dios de los ejércitos; porque los Israelitas han abandonado Tu pacto, han derribado Tus altares y han matado a espada a Tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela.”

15 Y el Señorle dijo: “Ve, regresa por tu camino al desierto de Damasco y cuando hayas llegado, ungirás a Hazael por rey sobre Aram;

16 y a Jehú, hijo de Nimsi, ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo, hijo de Safat de Abel Mehola, ungirás por profeta en tu lugar.

17 Al que escape de la espada de Hazael, Jehú lo matará, y al que escape de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.

18 Pero dejaré 7,000 en Israel, todas las rodillas que no se han doblado ante Baal y toda boca que no lo ha besado.”

Llamamiento de Eliseo

19 Elías partió de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntasde bueyesdelante de él, y élestabacon la última. Elías pasó adonde él estaba y le echó su manto encima.

20 Dejando él los bueyes, corrió tras Elías, y dijo: “Permítame besar a mi padre y a mi madre, entonces lo seguiré.” Y él le dijo: “Ve, vuélvete, pues, ¿qué te he hecho yo?”

21 Entonces se volvió, dejando de seguirlo, tomó un par de bueyes y los sacrificó, y con los aparejos de los bueyes coció su carne, yladio a la gente y ellos comieron. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.

1 Reyes 20

Guerra contra Ben Adad

1 Entonces Ben Adad, rey de Aram, reunió todo su ejército, y tenía con él treinta y dos reyes con caballos y carros; y subió, sitió a Samaria y peleó contra ella.

2 Envió mensajeros a la ciudad, a Acab, rey de Israel, diciéndole: “Así dice Ben Adad:

3 ‘Tu plata y tu oro son míos; míos son también tus mujeres y tus hijos más hermosos.'”

4 El rey de Israel le respondió: “Seaconforme a tu palabra, oh rey, señor mío; tuyo soy yo y todo lo que tengo.”

5 Después volvieron los mensajeros y dijeron: “Así dice Ben Adad: ‘Por cierto que envié a decirte: “Me darás tu plata, tu oro, tus mujeres y tus hijos.”

6 Pero mañana como a esta hora te enviaré mis siervos, y registrarán tu casa y las casas de tus siervos; y todo lo que sea agradable a tus ojoslotomarán en su mano y selollevarán.'”

7 El rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, ylesdijo: “Miren cómo éstesólobusca hacer daño; pues él envió apedirme mis mujeres, mis hijos, mi plata y mi oro, y no selosnegué.”

8 Y todos los ancianos y todo el pueblo le dijeron: “No escuche ni consienta.”

9 Entonces él respondió a los mensajeros de Ben Adad: “Digan a mi señor el rey: ‘Haré todo lo que mandaste a tu siervo la primera vez, pero estootrono lo puedo hacer.'” Se fueron los mensajeros y le llevaron la respuesta.

10 Y Ben Adad envió a decirle: “Así me hagan los dioses y aun me añadan, si el polvo de Samaria bastará para llenar las manos de todo el pueblo que me sigue.”

11 Respondió el rey de Israel: “Díganle:’No se jacte el que se ponelas armascomo el que selasquita.'”

12 CuandoBen Adadoyó esta palabra, estaba bebiendo con los reyes en las tiendas, y dijo a sus siervos: “Tomen posiciones.” Y tomaron posiciones contra la ciudad.

13 Y un profeta se acercó a Acab, rey de Israel, yledijo: “Así dice el Señor: ‘¿Has visto toda esta gran multitud? Hoy la entregaré en tu mano, y sabrás que Yo soy el Señor.'”

14 Acab le preguntó: “¿Por medio de quién?” Y él dijo: “Así dice el Señor: ‘Por medio de los jóvenes de los jefes de las provincias.'” EntoncesAcabdijo: “¿Quién comenzará la batalla?” Y él respondió: “Tú.”

15 Entonces pasó revista a los jóvenes de los jefes de las provincias y eran 232; después de ellos, pasó revista a todo el pueblo,es decir,todos los Israelitas, 7,000.

16 Salieron al mediodía, mientras Ben Adad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas junto con los treinta y dos reyes que lo ayudaban.

17 Los jóvenes de los jefes de las provincias salieron primero; y envió Ben Adadmensajerosque le avisaron, diciendo: “Han salido hombres de Samaria.”

18 Entonces dijo: “Si en paz han salido, préndanlos vivos; o si en guerra han salido, préndanlos vivos.”

19 Salieron, pues, aquéllos de la ciudad, los jóvenes de los jefes de las provincias y el ejército que los seguía.

20 Y mató cada uno a su hombre; los Arameos huyeron e Israel los persiguió, y Ben Adad, rey de Aram, escapó a caballo conalgunosjinetes.

21 El rey de Israel salió y atacó los caballos y los carros, y derrotó a los Arameoscausándolesgran matanza.

22 Entonces el profeta se acercó al rey de Israel, y le dijo: “Vaya, fortalézcase, y entienda bien lo que tiene que hacer; porque a la vuelta del año el rey de Aram subirá contra usted.”

23 Y los siervos del rey de Aram le dijeron: “Sus dioses son dioses de los montes, por eso fueron más fuertes que nosotros; mejor peleemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos?

24 Haga, pues, esto: quite a los reyes, cada uno de su puesto, y ponga capitanes en su lugar.

25 Aliste un ejército como el ejército que perdió, caballo por caballo y carro por carro. Entonces pelearemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos?” El escuchó su consejo y lo hizo así.

26 A la vuelta del año, Ben Adad alistó a los Arameos y subió a Afec para pelear contra Israel.

27 Y los Israelitas fueron alistados y provistos de raciones, y salieron a su encuentro. Los Israelitas acamparon delante de ellos como dos rebaños pequeños de cabras pero los Arameos llenaban la tierra.

28 Entonces un hombre de Dios se acercó y habló al rey de Israel, y dijo: “Así dice el Señor: ‘Porque los Arameos han dicho: “El Señores un dios de los montes, pero no es un dios de los valles; por tanto, entregaré a toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que Yo soy el Señor.”‘”

29 Acamparon unos frente a otros por siete días. Al séptimo día comenzó la batalla, y los Israelitas mataron de los Arameos a 100,000 hombres de a pie en un solo día.

30 Los demás huyeron a Afec, a la ciudad, y el muro cayó sobre los 27,000 hombres que quedaban. También Ben Adad huyó y se refugió en la ciudad en un aposento interior.

31 Y sus siervos le dijeron: “Hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos; le rogamos que nos deje poner cilicio en nuestros lomos y cuerdas sobre nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; quizás él salve su vida.”

32 Se ciñeron cilicio en sus lomos, pusieron cuerdas sobre sus cabezas y vinieron al rey de Israel, y dijeron: “Su siervo Ben Adad dice: ‘Te ruego que me perdones la vida.'” Y él dijo: “¿Vive todavía? Es mi hermano.”

33 Y los hombres tomaron esto como señal, y tomando de él la palabra prestamente dijeron: “Tu hermano Ben Adadvive.” Y él dijo: “Vayan y tráiganlo.” Entonces Ben Adad salió a él, y él le hizo subir en el carro.

34 YBen Adadle dijoal rey:”Devolveré las ciudades que mi padre tomó de tu padre, y te harás calles en Damasco, como mi padre hizo en Samaria. Y yo,dijo Acab,con este pacto te dejaré ir.” Hizo, pues, pacto con él y lo dejó ir.

35 Y cierto hombre de los hijos de los profetas dijo a otro por palabra del Señor: “Te ruego que me hieras.” Pero el hombre se negó a herirlo.

36 Entonces le dijo: “Porque no has atendido a la voz del Señor, tan pronto como te apartes de mí, un león te matará.” Y tan pronto se apartó de él, un león lo encontró y lo mató.

37 Entonces halló a otro hombre y le dijo: “Te ruego que me hieras.” Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo.

38 Y el profeta se fue y esperó al rey en el camino; se había disfrazado con una venda sobre los ojos.

39 Cuando el rey pasaba, clamó al rey y dijo: “Su siervo fue al centro de la batalla; y allí, un hombre se apartóde las filasy me trajo a uno, ymedijo: ‘Guarda a este hombre; si por alguna razón llega a faltar, entonces tu vida responderá por su vida o pagarás 34 kilos de plata.’

40 Mientras su siervo estaba ocupado aquí y allá, él desapareció.” Y el rey de Israel le dijo: “Así será tu sentencia; tú mismolohas decidido.”

41 Entonces él se apresuró a quitarse la venda de los ojos, y el rey de Israel lo reconoció como uno de los profetas.

42 Y él le dijo: “Así dice el Señor: ‘Porque has dejado salir detumano al hombre a quien Yo había destinado a la destrucción, tu vida responderá por su vida y tu pueblo por su pueblo.'”

43 El rey de Israel se fue a su casa disgustado y molesto, y entró en Samaria.

1 Reyes 21

La Viña de Nabot

1 Después de estas cosas aconteció que Nabot de Jezreel tenía una viña queestabaen Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria,

2 y Acab le dijo a Nabot: “Dame tu viña para que me sirva de huerta para hortaliza porque está cerca, al lado de mi casa, y en su lugar yo te daré una viña mejor; si prefieres, te daré su precio en dinero.”

3 Pero Nabot le dijo a Acab: “No permita el Señorque le dé la herencia de mis padres.”

4 Acab entonces se fue a su casa disgustado y molesto a causa de la palabra que Nabot de Jezreel le había dicho; pues dijo: “No le daré la herencia de mis padres.” Acab se acostó en su cama, volvió su rostro y no comió.

5 Pero Jezabel su mujer se acercó a él, y le preguntó: “¿Por qué está tu espíritu tan decaído que no comes?”

6 Entonces Acab le respondió: “Porque le hablé a Nabot de Jezreel, y le dije: ‘Dame tu viña por dinero; o, si prefieres, te daré una viña en su lugar.’ Pero él dijo: ‘No te daré mi viña.'”

7 Su mujer Jezabel le dijo: “¿No reinas ahora sobre Israel? Levántate, come, y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.”

8 Y ella escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su sello y envió las cartas a los ancianos y a los nobles que vivían en la ciudad con Nabot.

9 Y escribió en las cartas: “Proclamen ayuno y sienten a Nabot a la cabeza del pueblo.

10 Sienten a dos hombres malvados delante de él que testifiquen contra él, diciendo: ‘Tú has blasfemado a Dios y al rey.’ Entonces sáquenlo y apedréenlo para que muera.”

11 Los hombres de su ciudad, los ancianos y los nobles que vivían en su ciudad, hicieron como Jezabel les había mandado, tal como estaba escrito en las cartas que ella les había enviado.

12 Proclamaron ayuno y sentaron a Nabot a la cabeza del pueblo.

13 Entonces entraron los dos hombres malvados y se sentaron delante de él; y los dos hombres malvados testificaron contra él, es decir, contra Nabot delante del pueblo, diciendo: “Nabot ha blasfemado a Dios y al rey.” Y lo llevaron fuera de la ciudad, lo apedrearon y murió.

14 Después enviaronun mensajea Jezabel, diciendo: “Nabot ha sido apedreado y ha muerto.”

15 Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y había muerto, Jezabel dijo a Acab: “Levántate, toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, la cual él se negó a dártela por dinero, porque Nabot no está vivo, sino muerto.”

16 Así que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella.

17 Entonces vino la palabra del Señora Elías el Tisbita, diciendo:

18 “Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria; ahora él está en la viña de Nabot, adonde ha descendido a tomar posesión de ella.

19 Le hablarás: ‘Así dice el Señor: “¿Has asesinado, y además has tomado posesiónde la viña?”‘ También le hablarás: ‘Así dice el Señor: “En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán tu sangre, tu mismasangre.”‘”

20 Y Acab dijo a Elías: “¿Me has encontrado, enemigo mío?” Y él respondió: “Tehe encontrado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos del Señor.

21 Por tanto, traeré mal sobre ti, te barreré completamente y cortaré de Acab todo varón, tanto siervo como libre en Israel.

22 Haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías, por la provocación con la queMehas provocado a ira yporquehas hecho pecar a Israel.

23 También de Jezabel ha hablado el Señor: ‘Los perros comerán a Jezabel en la parcela de Jezreel.’

24 Cualquiera de Acab que muera en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo.”

25 Ciertamente no hubo nadie como Acab que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos del Señor, porque Jezabel su mujer lo había convencido.

26 Su conducta fue muy abominable,puesfue tras los ídolos conforme a todo lo que habían hecho los Amorreos, a los que el Señorhabía echado de delante de los Israelitas.

27 Cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sí y ayunó, se acostó con el cilicio y andaba abatido.

28 Entonces la palabra del Señorvino a Elías el Tisbita, diciendo:

29 “¿Ves como Acab se ha humillado delante de Mí? Porque se ha humillado delante de Mí, no traeré el mal en sus días; pero en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.”

1 Reyes 22

Micaías y los Falsos Profetas

1 Pasaron tres años sin que hubiera guerra entre Aram e Israel.

2 Al tercer año, Josafat, rey de Judá, descendióa visitaral rey de Israel.

3 El rey de Israel dijo a sus siervos: “¿Saben que Ramot de Galaad nos pertenece, y no estamos haciendo nada para quitarla de mano del rey de Aram?”

4 Y le preguntó a Josafat: “¿Quieres venir conmigo a pelearcontraRamot de Galaad?” Respondió Josafat al rey de Israel: “Yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo, mis caballos como tus caballos.”

5 Josafat dijo además al rey de Israel: “Te ruego que consultes primero la palabra del Señor.”

6 Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, unos 400 hombres, y les dijo: “¿Debo ir a pelear contra Ramot de Galaad o debo desistir?” Y ellos respondieron: “Suba porque el Señorlaentregará en manos del rey.”

7 Pero Josafat dijo: “¿No queda aún aquíalgúnprofeta del Señor, para que lo consultemos?”

8 Y el rey de Israel dijo a Josafat: “Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al Señor, pero lo aborrezco, porque no profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino lo malo. Es Micaías, hijo de Imla.” Pero Josafat dijo: “No hable el rey así.”

9 Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: “Trae pronto a Micaías, hijo de Imla.”

10 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos consusmantos reales, en la era a la entrada de la Puerta de Samaria; y todos los profetas estaban profetizando delante de ellos.

11 Y Sedequías, hijo de Quenaana, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: “Así dice el Señor: ‘Con éstos acornearás a los Arameos hasta acabarlos.'”

12 Y todos los profetas profetizaban así: “Suba a Ramot de Galaad y tendrá éxito, pues el Señorlaentregará en manos del rey.”

13 Y el mensajero que fue a llamar a Micaías le dijo: “Mira, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Te ruego que tu palabra sea como la palabra de uno de ellos, y que hables favorablemente.”

14 Pero Micaías dijo: “Vive el Señorque lo que el Señorme diga, eso hablaré.”

15 Cuando llegó al rey, éste le dijo: “Micaías, ¿iremos a Ramot de Galaad a pelear, o debemos desistir?” Y él le respondió: “Suba, y tendrá éxito, y el Señorlaentregará en manos del rey.”

16 Entonces el rey le dijo: “¿Cuántas veces he de tomarte juramento de que no me digas más que la verdad en el nombre del Señor?”

17 Micaías respondió: “Vi a todo Israel Esparcido por los montes, Como ovejas sin pastor; Y el Señordijo: ‘Estos no tienen señor, Que cada uno vuelva a su casa en paz.'”

18 Entonces el rey de Israel dijo a Josafat: “¿No te dije que no profetizaría lo bueno acerca de mí, sino lo malo?”

19 RespondióMicaías:”Por tanto, escuche la palabra del Señor. Yo vi al Señorsentado en Su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a El, a Su derecha y a Su izquierda.

20 Y el Señordijo: ‘¿Quién persuadirá a Acab para que suba y caiga en Ramot de Galaad?’ Y uno decía de una manera, y otro de otra.

21 Entonces un espíritu se adelantó, y se puso delante del Señor, y dijo: ‘Yo lo persuadiré.’

22 El Señorle preguntó: ‘¿Cómo?’ Y él respondió: ‘Saldré y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas.’ Entonces El dijo: ‘Lopersuadirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así.’

23 Y ahora el Señorya ha puesto un espíritu de mentira en boca de todos estos sus profetas; pues el Señorha decretado el mal contra usted.”

24 Entonces se acercó Sedequías, hijo de Quenaana, y golpeó a Micaías en la mejilla y dijo: “¿Cómo es que el Espíritu del Señorpasó de mí para hablarte a ti?”

25 Respondió Micaías: “Tú mismoloverás aquel día en que entres en un aposento interior para esconderte.”

26 Entonces el rey de Israel dijo: “Toma a Micaías y llévaselo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey,

27 y dile: ‘Así dice el rey: “Echen a éste a la cárcel, y aliméntenlo con poco pan y poca agua hasta que yo vuelva en paz.”‘”

28 Micaías le respondió: “Si en verdad vuelves en paz, el Señorno ha hablado por mí.” Y añadió: “Oigan, pueblos todos.”

29 El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, subieron contra Ramot de Galaad.

30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: “Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropasreales.” El rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla.

31 Pero el rey de Aram había ordenado a los treinta y dos capitanes de sus carros, diciendo: “No peleen contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.”

32 Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: “Ciertamente éste es el rey de Israel,” y se desviaron para pelear contra él, pero Josafat gritó.

33 Al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.

Muerte de Acab

34 Un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo a su cochero: “Da la vuelta y sácame de la batalla, pues estoy gravemente herido.”

35 Pero la batalla arreció aquel día, y el rey fue sostenido en su carro frente a los Arameos y al atardecer murió. La sangre de la herida corría hasta el fondo del carro.

36 A la puesta del sol, pasó un grito por el ejército que decía: “Cada hombre a su ciudad y cada uno a su tierra.”

37 Pues el rey había muerto. Y fue llevado a Samaria, y sepultaron al rey en Samaria.

38 Lavaron el carro junto al estanque de Samaria y los perros lamieron su sangre (yallíse bañaban las rameras), conforme a la palabra que el Señorhabía hablado.

39 Los demás hechos de Acab y todo lo que hizo, la casa de marfil que edificó y todas las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?

40 Durmió, pues, Acab con sus padres; y su hijo Ocozías reinó en su lugar.

Reinados de Josafat y Ocozías

41 Josafat, hijo de Asa, comenzó a reinar sobre Judá en el cuarto año de Acab, rey de Israel.

42 Josafatteníatreinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madreeraAzuba, hija de Silhi.

43 Anduvo en todo el camino de su padre Asa; no se desvió de él, haciendo lo recto ante los ojos del Señor. Sin embargo, los lugares altos no fueron quitados; todavía el pueblo sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.

44 También Josafat hizo la paz con el rey de Israel.

45 Los demás hechos de Josafat, el poderío que mostró y cómo peleó en las guerras, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá?

46 Y echó fuera de la tierra al resto de los sodomitas que habían quedado desde los días de su padre Asa.

47 No había entonces ningún rey en Edom; había gobernadoren lugar derey.

48 Josafat se construyó naves de Tarsis para ir a Ofir por oro, pero no fueron porque las naves se rompieron en Ezión Geber.

49 Entonces Ocozías, hijo de Acab, dijo a Josafat: “Permite que mis siervos vayan con tus siervos en las naves.” Pero Josafat no quiso.

50 Josafat durmió con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de su padre David; y su hijo Joram reinó en su lugar.

51 Ocozías, hijo de Acab, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria en el año diecisiete de Josafat, rey de Judá, y reinó dos años sobre Israel.

52 Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor, y anduvo en el camino de su padre, en el camino de su madre y en el camino de Jeroboam, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel.

53 Sirvió, pues, a Baal y lo adoró, y provocó a ira al Señor, Dios de Israel, conforme a todo lo que había hecho su padre.

2 Samuel 1

David Oye de la Muerte de Saúl

1 Después de la muerte de Saúl, habiendo regresado David de derrotar a los Amalecitas, David permaneció dos días en Siclag.

2 Al tercer día, un hombre llegó del campamento de Saúl con sus ropas rasgadas y polvo sobre su cabeza. Al llegar ante David, se inclinó a tierra y se postró.

3 David le preguntó: “¿De dónde vienes?” “Me he escapado del campamento de Israel,” le respondió.

4 David le preguntó: “¿Qué aconteció? Te ruego que me lo digas.” Y él respondió: “El pueblo ha huido de la batalla, y también muchos del pueblo han caído y han muerto; también Saúl y su hijo Jonatán han muerto.”

5 Así que David le preguntó al joven que se lo había contado: “¿Cómo sabes que Saúl y su hijo Jonatán han muerto?”

6 El joven que se lo había contado, dijo: “Yo estaba por casualidad en el Monte Gilboa, y vi que Saúl estaba apoyado sobre su lanza. Y que los carros y los jinetes lo perseguían de cerca.

7 Al mirar él hacia atrás, me vio y me llamó. Y dije: ‘Aquí estoy.’

8 Y él me dijo: ‘¿Quién eres?’ Y le respondí: ‘Soy un Amalecita.’

9 Entonces él me dijo: ‘Te ruego que te pongas junto a mí y me mates, pues la agonía se ha apoderado de mí, porque todavía estoy con vida.’

10 Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona queestabaen su cabeza y la pulsera queestabaen su brazo, y los he traído aquí a mi señor.”

11 Entonces David agarró sus ropas y las rasgó, yasí hicierontambién todos los hombres queestabancon él.

12 Se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señoryporla casa de Israel, porque habían caído a espada.

13 David le preguntó al joven que se lo había contado: “¿De dónde eres?” “Soy hijo de un extranjero, un Amalecita,” le respondió.

14 Y David le dijo: “¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del Señor?”

15 Llamando David a uno de los jóvenes,ledijo: “Ve, mátalo.” Y él lo hirió, y murió.

16 Y David le dijo: “Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: ‘Yo he matado al ungido del Señor.'”

Elegía de David por Saúl y Jonatán

17 Entonces David entonó esta elegía por Saúl y por su hijo Jonatán,

18 y ordenó que enseñaran a los hijos de Judá elcántico delarco; el cual está escrito en el Libro de Jaser:

19 “Tu hermosura, oh Israel, ha perecido sobre tus montes. ¡Cómo han caído los valientes!

20 Noloanuncien en Gat, No lo proclamen en las calles de Ascalón; Para que no se regocijen las hijas de los Filisteos, Para que no se alegren las hijas de los incircuncisos.

21 Oh montes de Gilboa, No haya sobre ustedes rocío ni lluvia, ni campos de ofrendas; Porque allí fue deshonrado el escudo de los valientes, El escudo de Saúl, no ungido con aceite.

22 De la sangre de los muertos, de la grasa de los poderosos, El arco de Jonatán no volvía atrás, Y la espada de Saúl no volvía vacía.

23 Saúl y Jonatán, amados y amables en su vida, Y en su muerte no fueron separados; Más ligeros eran que águilas, Más fuertes que leones.

24 Hijas de Israel, lloren por Saúl, Que las vestía lujosamente de escarlata, Que ponía adornos de oro en sus vestidos.

25 ¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla! Jonatán, muerto en tus alturas.

26 Estoy afligido por ti, Jonatán, hermano mío; Tú me has sido muy estimado. Tu amor fue para mí más maravilloso Que el amor de las mujeres.

27 ¡Cómo han caído los valientes, Y perecido las armas de guerra!”

2 Samuel 2

David Proclamado Rey de Judá

1 Después de esto David consultó al Señor: “¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá?” Y el Señorle dijo: “Sube.” “¿Adónde subiré?” dijo David. Y El dijo: “A Hebrón.”

2 Entonces David subió allá, y también sus dos mujeres, Ahinoam la Jezreelita y Abigail, viuda de Nabal, el de Carmel.

3 Y David trajo a los hombres queestabancon él, cada uno con su familia; y habitaron en las ciudades de Hebrón.

4 Los hombres de Judá vinieron y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Y avisaron a David: “Fueron los hombres de Jabes de Galaad los que sepultaron a Saúl.”

5 Y David envió mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad, a decirles: “Benditos sean del Señor, porque han mostrado esta bondad a Saúl su señor, y lo han sepultado.

6 Ahora, que el Señorles muestre misericordia y verdad; y yo también les haré bien por esto que han hecho.

7 Fortalezcan, pues, sus manos, y sean valientes porque Saúl su señor ha muerto, y la casa de Judá me ha ungido rey sobre ellos.”

Isboset Proclamado Rey de Israel

8 Pero Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Saúl, había tomado a Isboset, hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim.

9 Y le hizo rey sobre Galaad, sobre Gesuri, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín y sobre todo Israel.

10 Isboset, hijo de Saúl, tenía cuarenta años cuando comenzó a reinar sobre Israel, y reinó dos años. La casa de Judá, sin embargo, siguió a David.

11 El tiempo que David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá fue de siete años y seis meses.

12 Abner, hijo de Ner, salió de Mahanaim a Gabaón con los siervos de Isboset, hijo de Saúl.

13 Y Joab, hijo de Sarvia, y los siervos de David salieron y los encontraron junto al estanque de Gabaón; y se sentaron, unos a un lado del estanque y los otros al otro lado.

14 Entonces Abner dijo a Joab: “Que se levanten ahora los jóvenes y compitan delante de nosotros.” “Que se levanten,” respondió Joab.

15 Se levantaron y pasaron en igual número, doce por Benjamín e Isboset, hijo de Saúl, y doce de los siervos de David.

16 Cada uno agarró a su adversario por la cabeza, ymetiósu espada en el costado del adversario de manera que cayeron juntos. Por eso aquel lugar fue llamado Helcat Hazurim, el cual está en Gabaón.

17 Aquel día la batalla fue muy reñida, y Abner y los hombres de Israel fueron derrotados delante de los siervos de David.

18 Estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Y Asaelera tanligero de pies como una gacela del campo.

19 Asael persiguió a Abner, y no se desvió ni a derecha ni a izquierda deirtras Abner.

20 Entonces Abner, miró atrás y dijo: “¿Eres tú Asael?” “Yo soy,” respondió él.

21 Abner le dijo: “Desvíate a tu derecha o a tu izquierda, apodérate de uno de los jóvenes y toma para ti sus despojos.” Pero Asael no quería dejar de perseguirlo.

22 Abner volvió a decirle a Asael: “Deja de perseguirme. ¿Por qué he de derribarte en tierra? ¿Cómo podría entonces levantar mi rostro ante tu hermano Joab?”

23 Pero él rehusó apartarse; por tanto, Abner lo hirió en el estómago con la parte trasera de la lanza, y la lanza le salió por la espalda; allí cayó, y allí mismo murió. Y todos los que venían al lugar donde Asael había caído y muerto, se detenían.

24 Pero Joab y Abisai persiguieron a Abner, y cuando el sol se ponía, llegaron a la colina de Amma, que está frente a Gía junto al camino del desierto de Gabaón.

25 Los Benjamitas se agruparon detrás de Abner formando una sola banda, y se detuvieron en la cumbre de una colina.

26 Abner llamó a Joab, y dijo: “¿Devorará la espada para siempre? ¿No sabes que el final será amargo? ¿Hasta cuándo esperarás para decirles que dejen de perseguir a sus hermanos?”

27 Respondió Joab: “Vive Dios, que si no hubieras hablado, ciertamente el pueblo, después de perseguir cada cual a su hermano,nose hubiera ido hasta la mañana.”

28 Entonces Joab tocó la trompeta y todo el pueblo se detuvo; no persiguieron más a Israel ni continuaron peleando más.

29 Abner y sus hombres marcharon toda aquella noche por el Arabá, cruzaron el Jordán, y caminando toda la mañana, llegaron a Mahanaim.

30 Joab volvió también de perseguir a Abner, y cuando reunió a todo el pueblo, faltaban de los siervos de David, diecinueve hombres, además de Asael.

31 Pero los siervos de David habían herido de Benjamín y de los hombres de Abner, a 360 hombres,los cualesmurieron.

32 Se llevaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, queestabaen Belén (Casa del Pan). Joab y sus hombres caminaron toda la noche hasta que les amaneció en Hebrón.