2 Samuel 13

Amnón y Tamar

1 Después de esto aconteció que Absalón, hijo de David, tenía una hermanamuyhermosa que se llamaba Tamar, de la cual se enamoró Amnón, hijo de David.

2 Y Amnón estaba tan atormentado a causa de su hermana Tamar que se enfermó, porque ella era virgen, y le parecía difícil a Amnón hacerle cosa alguna.

3 Pero Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto.

4 Yéstele dijo: “Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día? ¿No melocontarás?” “Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón,” le respondió Amnón.

5 Entonces Jonadab le dijo: “Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: ‘Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me déalgúnalimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yolavea y la coma de su mano.'”

6 Amnón se acostó y se fingió enfermo. Cuando el rey vino a verlo, Amnón dijo al rey: “Te ruego que venga mi hermana Tamar y haga dos tortas delante de mí para que yo coma de su mano.”

7 Y David enviómensajea Tamar, asucasa, diciendo: “Ve ahora a la casa de tu hermano Amnón, y prepárale la comida.”

8 Fue, pues, Tamar a la casa de su hermano Amnón, y él estaba acostado. Y ella tomó masa,laamasó, hizo tortas delante de él y las coció.

9 Y tomando la sartén,lassirvió delante de él, pero él rehusó comer. Y Amnón dijo: “Que salgan todos de aquí.” Y todos salieron de allí.

10 Entonces Amnón dijo a Tamar: “Trae la comida a la alcoba para que yo coma de tu mano.” Y Tamar tomó las tortas que había hecho ylasllevó a su hermano Amnón a la alcoba.

11 Cuando ella selasllevó para que comiera, él le echó mano, y le dijo: “Ven, acuéstate conmigo, hermana mía.”

12 Pero ella le respondió: “No, hermano mío, no abuses de mí, porque tal cosa no se hace en Israel; no cometas esta terrible ofensa (infamia).

13 Pues, ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y tú serías como uno de los insensatos de Israel. Ahora pues, te ruego que hables al rey, que él no me negará a ti.”

14 Pero él no quiso escucharla; como era más fuerte que ella, la forzó, y se acostó con ella.

15 Entonces Amnón la aborreció con un odio muy grande; porque el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y Amnón le dijo: “Levántate, vete.”

16 Pero ella le respondió: “No, porque esta injusticiaque me haces,echándome fuera, es mayor que la otra que me has hecho.” Pero él no quiso oírla.

17 Llamó, pues, a su criado que le servía yledijo: “Echa a esta mujer fuera de aquí, y cierra la puerta tras ella.”

18 (Ella llevaba un vestido de manga larga, porque así las hijas vírgenes del rey se vestían con túnicas.) Su criado la echó fuera, y cerró la puerta tras ella.

19 Entonces Tamar se puso ceniza sobre la cabeza, rasgó el vestido de manga larga que llevaba puesto, y se fue gritando con las manos sobre la cabeza.

Venganza de Absalón

20 Su hermano Absalón le dijo: “¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Guarda silencio ahora, hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por este asunto.” Tamar, pues, se quedó desconsolada en casa de su hermano Absalón.

21 Cuando el rey David se enteró de todas estas cosas, se enojó mucho.

22 Pero Absalón no le habló a Amnón ni bien ni mal; pues odiaba a Amnón, porque había violado a su hermana Tamar.

23 Después de dos años, teniendo Absalón esquiladores de ovejas en Baal Hazor, que está junto a Efraín, invitó a todos los hijos del rey.

24 Y Absalón vino al rey y le dijo: “Su siervo tiene ahora esquiladores de ovejas; ruego que venga el rey y sus asistentes con su siervo.”

25 Pero el rey respondió a Absalón: “No, hijo mío, no debemos ir todos, para no ser carga para ti.” Y aunque le insistió, no quiso ir, pero lo bendijo.

26 Entonces Absalón dijo: “Pues si no, le ruego que deje ir a mi hermano Amnón con nosotros.” “¿Por qué ha de ir contigo?” le preguntó el rey.

27 Pero cuando Absalón le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.

28 Absalón ordenó a sus siervos y dijo: “Miren, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo les diga: ‘Hieran a Amnón,’ entonces mátenlo. No teman; ¿no se lo he mandado yo? Tengan ánimo y sean valientes.”

29 Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalónleshabía mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron.

30 Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: “Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos.”

31 Entonces el rey se levantó, rasgó sus vestidos y se echó en tierra; y todos sus siervos estaban a su lado con los vestidos rasgados.

32 Y Jonadab, hijo de Simea, hermano de David, dijo: “No crea mi señor que han dado muerte a todos los jóvenes, hijos del rey, pues sólo ha muerto Amnón; porque esto había sido determinado por decisión de Absalón desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar.

33 Ahora pues, no tome en serio mi señor el rey el rumor que dice: ‘todos los hijos del rey murieron,’ porque sólo Amnón ha muerto.”

Huida de Absalón

34 Entre tanto Absalón había huido. Y el joven que estaba de atalaya alzó los ojos y miró, y había mucha gente que venía por el caminoque estabaa sus espaldas del lado del monte.

35 Y Jonadab dijo al rey: “Son los hijos del rey que vienen; conforme a la palabra de su siervo, así ha sucedido.”

36 Apenas había acabado de hablar, los hijos del rey llegaron, alzaron su voz y lloraron. También el rey y todos sus siervos lloraron muy amargamente.

37 Huyó Absalón y fue a Talmai, hijo de Amiud, rey de Gesur. YDavidlloraba por su hijo todos los días.

38 Así fue que Absalón huyó a Gesur, y estuvo allí tres años.

39 Y el rey David ansiaba ir adondeestabaAbsalón, pues con respecto a Amnón que había muerto, ya se había consolado.

2 Samuel 14

Joab y la Mujer de Tecoa

1 Joab, hijo de Sarvia, comprendió que el corazón del reyse inclinabahacia Absalón.

2 Y Joab envió a Tecoa a traer a una mujer sabia de allí, y le dijo: “Te ruego que finjas estar de duelo, te pongas ahora ropas de luto y no te unjas con óleo, sino pórtate como una mujer que por muchos días ha estado de duelo por un muerto;

3 después ve al rey y háblale de esta manera.” Y Joab puso las palabras en su boca.

4 Cuando la mujer de Tecoa habló al rey, cayó sobre su rostro en tierra, y postrándose, dijo: “¡Ayúdeme, oh rey!”

5 “¿Qué te sucede?” le dijo el rey. Ella le respondió: “Ciertamente soy viuda, pues mi marido ha muerto.”

6 “Su sierva tenía dos hijos; lucharon entre sí en el campo, y no habiendo quien los apartara, uno hirió al otro y lo mató.

7 Y toda la familia se ha levantado contra su sierva, y dicen: ‘Entrega al que hirió a su hermano, para que le demos muerte por la vida de su hermano a quien mató, y destruyamos al heredero también.’ Así extinguirán el ascua que me queda, no dejando a mi marido nombre ni remanente sobre la superficie de la tierra.”

8 “Ve a tu casa, y daré órdenes respecto a ti,” el rey respondió a la mujer.

9 Y la mujer de Tecoa dijo al rey: “Oh rey mi señor, la iniquidad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre, pero el rey y su trono sean sin culpa.”

10 “Cualquiera que te hable, tráemelo, y no te molestará más,” dijo el rey.

11 Y ella dijo: “Le ruego, oh rey, que se acuerde del Señorsu Dios,para queel vengador de sangre no aumente el daño, no sea que destruya a mi hijo.” Y él dijo: “Vive el Señor, ni un pelo de tu hijo caerá a tierra.”

12 Dijo entonces la mujer: “Permita que su sierva diga una palabra a mi señor el rey.” “Habla,” le dijo David.

13 Y la mujer dijo: “¿Por qué, pues, ha pensado tal cosa contra el pueblo de Dios? Porque al decir esta palabra, el reyse hacecomo uno que es culpable,ya queel rey no hace volver a su desterrado.

14 Pues ciertamente moriremos; somos como el agua derramada en tierra que no se vuelve a recoger. Pero Dios no quita la vida, sino designa medios para que el desterrado no sea alejado de él.

15 Ahora, la razón por la cual he venido a decir esta palabra a mi señor el rey, es porque el pueblo me ha atemorizado; por eso su sierva se dijo: ‘Hablaré ahora al rey, tal vez el rey cumpla la petición de su sierva.

16 Pues el rey oirá y librará a su sierva de mano del hombre que destruiría a ambos, a mí y a mi hijo, de la heredad de Dios.’

17 Se dijo además su sierva: ‘Sea de consuelo la palabra de mi señor el rey, pues como el ángel de Dios, así es mi señor el rey para discernir el bien y el mal. ¡Que el Señorsu Dios sea con usted!'”

18 Respondió el rey y dijo a la mujer: “Te ruego que no me ocultes nada de lo que voy a preguntarte.” “Hable mi señor el rey,” le dijo la mujer.

19 Y el rey dijo: “¿Está contigo la mano de Joab en todo esto?” Y la mujer respondió: “Vive su alma, mi señor el rey, nadiepuede desviarseni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado. En verdad fue su siervo Joab quien me mandó, y fue él quien puso todas estas palabras en boca de su sierva;

20 su siervo Joab ha hecho esto con el fin de cambiar el aspecto de las cosas. Pero mi señor es sabio, comoconla sabiduría del ángel de Dios, para saber todo lo que hay en la tierra.”

Regreso de Absalón

21 Entonces el rey dijo a Joab: “Mira, ciertamente ahora haré esto; veytrae al joven Absalón.”

22 Joab cayó rostro en tierra, y postrándose, bendijo al rey. Entonces Joab dijo: “Oh rey mi señor, hoy su siervo sabe que he hallado gracia ante sus ojos, puesto que el rey ha concedido la petición de su siervo.”

23 Joab se levantó, fue a Gesur y trajo a Absalón a Jerusalén.

24 Pero el rey dijo: “Que vuelva a su casa y no vea mi rostro.” Y Absalón volvió a su casa, y no vio el rostro del rey.

25 En todo Israel no había nadie tan bien parecido ni tan celebrado como Absalón. Desde la planta de su pie hasta su coronilla no había defecto en él.

26 Cuando se cortaba el cabello (y era al final de cada año que selocortaba, pues le pesaba mucho y por eso se lo cortaba), el cabello pesaba 200 siclos (2.3 kilos) según el peso real.

27 A Absalón le nacieron tres hijos y una hija que se llamaba Tamar; ella era una mujer de hermosa apariencia.

28 Absalón residió dos años completos en Jerusalén sin ver el rostro del rey.

29 Entonces Absalón mandó a buscar a Joab para enviarlo al rey, pero él no quiso venir. Y por segunda vez envió por él, pero no quiso venir.

30 Dijo, pues, a sus siervos: “Miren, el campo de Joab está junto al mío, y allí tiene cebada; vayan y préndanle fuego.” Y los siervos de Absalón prendieron fuego al campo.

31 Entonces Joab se levantó, vino a la casa de Absalón y le dijo: “¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo?”

32 Y Absalón respondió a Joab: “Mira, mandé a decirte: ‘Ven acá, para enviarte al rey a decirle:”¿Para qué vine de Gesur? Mejor me hubiera sido estar aún allá.”‘ Ahora pues, vea yo el rostro del rey; y si hay iniquidad en mí, que me dé muerte.”

33 Cuando Joab vino al rey y le hizo saberesto,llamó a Absalón, quien vino ante el rey y se postró sobre su rostro en tierra delante del rey. Y el rey besó a Absalón.

2 Samuel 15

Conspiración de Absalón

1 Aconteció después de esto que Absalón consiguió un carro y caballos, y cincuenta hombres que corrieran delante de él.

2 Absalón se levantaba temprano y se situaba junto al camino de la puerta; y sucedía que todo aquél que tenía un pleito y venía al rey para juicio, Absalón lo llamaba y decía: “¿De qué ciudad eres?” Yésterespondía: “Tu siervo es de una de las tribus de Israel.”

3 Entonces Absalón le decía: “Mira, tu causa es buena y justa, pero nadie te va a escuchar de parte del rey.”

4 Decía además Absalón: “¡Quién me nombrara juez en la tierra! Entonces todo hombre que tuviera pleito o causa alguna podría venir a mí y yo le haría justicia.”

5 Y sucedía que cuando alguien se acercaba y se postraba ante él, él extendía su mano, lo levantaba y lo besaba.

6 De esta manera Absalón trataba a todo Israelita que venía al rey para juicio. Así Absalón robó el corazón de los hombres de Israel.

7 Después de cuatro años, Absalón dijo al rey: “Le ruego me deje ir a Hebrón a pagar mi voto que he hecho al Señor.

8 Pues su siervo prometió un voto mientras habitaba en Gesur, en Aram y dijo: ‘Si en verdad el Señorme hace volver a Jerusalén, entonces yo serviré al Señor.'”

9 “Vete en paz,” le dijo el rey. Y él se levantó y fue a Hebrón.

10 Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel y dijo: “Tan pronto oigan el sonido de la trompeta, entonces dirán: ‘Absalón es rey en Hebrón.'”

11 Con Absalón fueron 200 hombres de Jerusalén como invitados; fueron inocentemente, sin saber nada.

12 Y Absalón envió por Ahitofel el Gilonita, consejero de David, desde Gilo su ciudad, cuando ofrecía los sacrificios. Y la conspiración se hacía fuerte porque constantemente aumentaba la gente que seguía a Absalón.

13 Entonces un mensajero vino a David y le dijo: “El corazón de los hombres de Israel está con Absalón.”

14 Y David dijo a todos sus siervos queestabancon él en Jerusalén: “Levántense y huyamos, porquesi no,ninguno de nosotros escapará de Absalón. Vayan de prisa, no sea que nos alcance pronto, traiga desgracia sobre nosotros y hiera la ciudad a filo de espada.”

15 Y los siervos del rey le dijeron: “Sus siervosestán listos para hacertodo lo que nuestro señor el rey quiera.”

16 Salió el rey, y toda su casa con él, dejando el rey a diez concubinas para cuidar la casa.

17 Salió, pues, el rey y toda la gente con él, y se detuvieron en la última casa.

18 Todos sus siervos pasaron junto a él, todos los Cereteos, los Peleteos y todos los Geteos, 600 hombres que habían venido con él desde Gat;todospasaron delante del rey.

19 Y el rey dijo a Itai el Geteo: “¿Por qué has de venir tú también con nosotros? Regresa y quédate con el rey, porque eres un extranjero y también un desterrado;regresaa tu lugar.

20 Llegasteapenasayer, ¿y he de hacer que vagues hoy con nosotros mientras yo voy por donde quiera ir? Regresa y haz volver a tus hermanos, y que sean contigo la misericordia y la verdad.”

21 Pero Itai respondió al rey: “Vive el Señory vive mi señor el rey, ciertamente dondequiera que esté mi señor el rey, ya sea para muerte o para vida, allí también estará su siervo.”

22 Entonces David dijo a Itai: “Ve y pasa adelante.” Así Itai el Geteo pasó con todos sus hombres y con todos los pequeños queestabancon él.

23 Mientras todo el país lloraba en alta voz, todo el pueblo cruzó. El rey también cruzó el torrente Cedrón, y todo el pueblo pasó en dirección al desierto.

24 Y Sadocpasótambién, y todos los Levitas con él, llevando el arca del pacto de Dios. Y asentaron el arca de Dios, y Abiatar subió después que había terminado de pasar todo el puebloque salíade la ciudad.

25 Entonces el rey dijo a Sadoc: “Haz volver el arca de Dios a la ciudad. Si hallo gracia ante los ojos del Señor, El me hará volver y me mostrará tanto el arca como Su morada.

26 Pero si El dijera así: ‘No me complazco en ti,’ mira, aquí estoy, que haga conmigo lo que bien le parezca.”

27 También el rey David dijo al sacerdote Sadoc: “¿Noeres vidente? Regresa en paz a la ciudad, y con ustedes sus dos hijos, tu hijo Ahimaas, y Jonatán, hijo de Abiatar.

28 Miren, esperaré en los vados del desierto hasta que venga palabra de ustedes para informarme.”

29 Sadoc y Abiatar hicieron volver el arca de Dios a Jerusalén, y se quedaron allí.

30 David subía a la cuesta delMonte de losOlivos, y mientras iba, lloraba con la cabeza cubierta ylos piesdescalzos. Entonces todo el pueblo queibacon él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.

31 Alguiendio aviso a David: “Ahitofel está entre los conspiradores con Absalón.” Y David dijo: “Oh Señor, Te ruego, haz necio el consejo de Ahitofel.”

32 Sucedió que mientras David se acercaba a la cumbre donde se adoraba a Dios, Husai el Arquita salió a su encuentro con su manto desgarrado y polvo sobre la cabeza.

33 Y David le dijo: “Si pasas conmigo, entonces me serás una carga.

34 Pero si regresas a la ciudad, y dices a Absalón: ‘Seré su siervo, oh rey; como en el pasado he sido siervo de su padre, así ahora seré su siervo,’ entonces hará nulo el consejo de Ahitofel en favor mío.

35 ¿Y no están allí contigo Sadoc y Abiatar los sacerdotes? Por tanto, todo lo que oigas de la casa del rey lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar.

36 También, sus dos hijos están allí con ellos, Ahimaas, hijo de Sadoc, y Jonatán, hijo de Abiatar, y por medio de ellos me comunicarás todo lo que oigas.”

37 Husai, amigo de David, entró en la ciudad cuando Absalón entraba en Jerusalén.

2 Samuel 16

Simei Maldice a David

1 Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre, vio que Siba, el criado de Mefiboset,salíaa su encuentro con un par de asnos aparejados, y sobre elloshabíadoscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de verano y un odre de vino.

2 Y el rey dijo a Siba: “¿Para qué tienes esto?” Y Siba respondió: “Los asnos son para que monte la familia del rey, y el pan y la fruta de verano para que los jóvenes coman, y el vino para que beba cualquiera que se fatigue en el desierto.”

3 Entonces el rey dijo: “¿Y dónde está el hijo de tu señor?” Y Siba respondió al rey: “Está en Jerusalén, pues ha dicho: ‘Hoy la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre.'”

4 Y el rey dijo a Siba: “Mira, todo lo que pertenece a Mefiboset es tuyo.” Y Siba dijo: “Me inclinoante usted;que halle yo gracia ante sus ojos, oh rey, mi señor.”

5 Al llegar el rey David a Bahurim, entonces, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera. Cuando salió, iba maldiciendo,

6 y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos loshombresvalientesestabana su derecha y a su izquierda.

7 Así decía Simei mientras maldecía: “¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno!

8 El Señorha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el Señorha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. Aquí estásprendidoen tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario.”

9 Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: “¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjeme que vaya ahora y le corte la cabeza.”

10 Pero el rey dijo: “¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el Señorle ha dicho: ‘Maldice a David,’ ¿quién, pues, le dirá: ‘¿Por qué has hecho esto?'”

11 Entonces David dijo a Abisai y a todos sus siervos: “Mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este Benjamita? Déjenlo, que siga maldiciendo, porque el Señorse lo ha dicho.

12 Quizá el Señormire mi aflicción y me devuelva bien por su maldición de hoy.”

13 Así pues, David y sus hombres siguieron su camino; y Simei iba por el lado del monte paralelo a él, y mientras ibalomaldecía, le tiraba piedras ylearrojaba polvo.

14 Y el rey y todo el pueblo queibacon él llegaron al Jordán fatigados, y allí descansaron.

15 Entonces Absalón y todo el pueblo, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén, y Ahitofel con él.

16 Sucedió que cuando Husai el Arquita, amigo de David, vino a Absalón, Husai dijo a Absalón: “¡Viva el rey! ¡Viva el rey!”

17 Y Absalón dijo a Husai: “¿Es ésta tu lealtad para con tu amigo? ¿Por qué no fuiste con tu amigo?”

18 Respondió Husai a Absalón: “No, pues a quien el Señor, este pueblo y todos los hombres de Israel han escogido, de él seré, y con él me quedaré.

19 Además, ¿a quién debería yo servir? ¿Nohabría de seren la presencia de su hijo? Tal como he servido delante de tu padre, así seré delante de ti.”

20 Entonces Absalón dijo a Ahitofel: “Den ustedes su consejo. ¿Qué debemos hacer?”

21 Y Ahitofel respondió a Absalón: “Lléguese a las concubinas de su padre, a quienes él ha dejado para guardar la casa. Entonces todo Israel sabrá que usted ha hecho odioso a su padre, y las manos de todos los que están con usted se fortalecerán.”

22 Levantaron, pues, una tienda en el terrado para Absalón, y él se llegó a las concubinas de su padre a la vista de todo Israel.

23 El consejo que Ahitofel daba en aquellos díaseracomo si uno consultara la palabra de Dios. Así eraconsideradotodo consejo de Ahitofel tanto por David como por Absalón.

2 Samuel 17

Consejos de Ahitofel y de Husai

1 Ahitofel dijo también a Absalón: “Le ruego que me deje escoger 12,000 hombres, y esta noche me levantaré y perseguiré a David.

2 Caeré sobre él cuando esté cansado y fatigado, le infundiré terror y huirá todo el pueblo que está con él. Entonces heriré al rey solamente,

3 y haré volver a usted a todo el pueblo. El regreso de todos depende del hombre a quien busca;despuéstodo el pueblo estará en paz.”

4 Y el plan agradó a Absalón y a todos los ancianos de Israel.

5 Entonces Absalón dijo: “Llame también ahora a Husai el Arquita y escuchemos lo que él tiene que decir.”

6 Cuando Husai vino a Absalón, éste le dijo: “Ahitofel ha hablado de esta manera, ¿Llevaremos a cabo su plan? Si no, habla.”

7 Y Husai dijo a Absalón: “Esta vez el consejo que Ahitofel ha dado no es bueno.”

8 Dijo además Husai: “Usted conoce a su padre y a sus hombres, que son hombres valientes y que están enfurecidos como una osa en el campo privada de sus cachorros. Su padre es un experto en la guerra, y no pasará la noche con el pueblo.

9 Ciertamente, él ahora se habrá escondido en una de las cuevas o en algúnotrolugar. Y sucederá que si en el primerasaltocaen algunos de los suyos, cualquiera que se entere, dirá: ‘Ha habido una matanza entre el pueblo que sigue a Absalón.’

10 Y aun el valiente, cuyo corazón es como el corazón de un león, se desanimará completamente, pues todo Israel sabe que su padre es un hombre poderoso y que todos los que están con él son valientes.

11 Pero yo aconsejo que todo Israel se reúna con usted, desde Dan hasta Beerseba, abundantes como la arena que está a la orilla del mar, y que usted personalmente vaya al combate.

12 Así que iremos a él en cualquiera de los lugares donde se encuentre, y descenderemos sobre él como cae el rocío sobre la tierra. De él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno.

13 Si se refugia en una ciudad, todo Israel traerá sogas a aquella ciudad y la arrastraremos al valle hasta que no se encuentre en ella ni una piedra pequeña.”

14 Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: “El consejo de Husai el Arquita es mejor que el consejo de Ahitofel.” Pues el Señorhabía ordenado que se frustrara el buen consejo de Ahitofel para que el Señortrajera calamidad sobre Absalón.

15 Después Husai dijo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: “Esto es lo que Ahitofel aconsejó a Absalón y a los ancianos de Israel, y esto es lo que yo he aconsejado.

16 Ahora pues, envíen inmediatamente y avisen a David: ‘No pase la noche en los vados del desierto sino pase al otro lado sin falta, no sea que el rey y el pueblo que está con él sean destruidos.'”

17 Y Jonatán y Ahimaas aguardaban en En Rogel. Una criada iría a avisarles y ellos irían a avisar al rey David, porque no debían verse entrando a la ciudad.

18 Pero un muchacho los vio y avisó a Absalón; así que los dos salieron rápidamente y fueron a la casa de un hombre en Bahurim que tenía un pozo en su patio, al cual descendieron.

19 Y tomando la mujer una manta, la extendió sobre la boca del pozo y esparció grano sobre ella, de modo que nada se notaba.

20 Entonces los siervos de Absalón fueron a la casa de la mujer y dijeron: “¿Dónde están Ahimaas y Jonatán?” Y la mujer les dijo: “Ellos han pasado el arroyo.” Buscaron, y al no encontrarlos,regresaron a Jerusalén.

Absalón Persigue a David

21 Después que los siervos se fueron, salieron del pozo, y fueron y dieron aviso al rey David, diciéndole: “Levántense y pasen aprisa las aguas, porque Ahitofel ha aconsejado así contra ustedes.”

22 Entonces David y todo el pueblo queestabacon él se levantaron y pasaron el Jordán. Ya al amanecer no quedaba ninguno que no hubiera pasado el Jordán.

23 Viendo Ahitofel que no habían seguido su consejo, aparejósuasno, se levantó y fue a su casa, a su ciudad, puso en orden su casa y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en la tumba de su padre.

24 Al llegar David a Mahanaim, Absalón pasó el Jordán y con él todos los hombres de Israel.

25 Absalón nombró a Amasa jefe del ejército en lugar de Joab. Amasaerahijo de un hombre que se llamaba Itra, el Israelita, el cual se había llegado a Abigail, hija de Nahas, hermana de Sarvia, madre de Joab.

26 Y acampó Israel con Absalón en la tierra de Galaad.

27 Cuando David llegó a Mahanaim, entonces Sobi, hijo de Nahas de Rabá, de los hijos de Amnón, Maquir, hijo de Amiel de Lodebar, y Barzilai el Galaadita de Rogelim,

28 trajeron camas, copas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina,granotostado, habas, lentejas,semillastostadas,

29 miel, cuajada, ovejas, y queso de vaca, para que comieran David y el pueblo queestabacon él, pues decían: “El pueblo está hambriento, cansado y sediento en el desierto.”

2 Samuel 18

Derrota y Muerte de Absalón

1 Entonces David contó el pueblo queestabacon él, y puso sobre ellos capitanes de mil y capitanes de cien.

2 Y envió David al pueblo: una tercera parte bajo el mando de Joab, otra tercera parte bajo el mando de Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y otra tercera parte bajo el mando de Itai el Geteo. Y el rey dijo al pueblo: “Ciertamente yo también saldré con ustedes.”

3 Pero el pueblo dijo: “No debe salir; porque si tenemos que huir, no harán caso de nosotros. Aunque muera la mitad de nosotros, no harán caso de nosotros. Pero usted valepordiez mil de nosotros; ahora pues, será mejor que ustedesté listopara ayudarnos desde la ciudad.”

4 “Yo haré lo que les parezca mejor,” les dijo el rey. Y el rey se puso junto a la puerta, y todo el pueblo salió por centenares y por millares.

5 Y el rey David mandó a Joab, a Abisai y a Itai y dijo: “Por amor a mítratenbien al joven Absalón.” Y todo el pueblo oyó cuando el rey dio orden a todos los capitanes acerca de Absalón.

6 El pueblo salió al campo al encuentro de Israel, y se entabló la batalla en el bosque de Efraín.

7 Allí fue derrotado el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y la matanza aquel día allí fue grande: 20,000 hombres.

8 La batalla se extendió por toda aquella región, y el bosque devoró más gente aquel día que la que devoró la espada.

9 Absalón se encontró con los siervos de David. Absalón iba montado ensumulo, y pasó el mulo debajo del espeso ramaje de una gran encina, y se le trabó la cabezaa Absalónen la encina, y quedó colgado entre el cielo y la tierra, mientras que el mulo que estaba debajo de él siguió de largo.

10 Cuando uno de los hombres vioesto,avisó a Joab: “Yo vi a Absalón colgado de una encina.”

11 Joab dijo al hombre que le había avisado: “Así quetú loviste, ¿por qué no lo heriste allíderribándoloa tierra? Yo te hubiera dado diezmonedasde plata y un cinturón.”

12 Respondió el hombre a Joab: “Aunque yo recibiera 1,000monedasde plata en la mano, no extendería la mano contra el hijo del rey. Porque ante nuestros oídos el rey te ordenó a ti, a Abisai y a Itai: ‘Protéjanme al joven Absalón.’

13 De otro modo, si yo hubiera hecho traición contra su vida (y no hay nada oculto al rey), tú mismo te hubieras mostrado indiferente.”

14 Respondió Joab: “No malgastaré mi tiempo aquí contigo.” Y tomando tres dardos en la mano, los clavó en el corazón de Absalón mientras todavía estaba vivo en medio de la encina.

15 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón y lo remataron.

16 Entonces Joab tocó la trompeta, y el pueblo regresó de perseguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo.

17 Y tomaron a Absalón, lo echaron en una fosa profunda en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda.

18 En vida, Absalón había tomado y erigido para sí una columna que está en el Valle del Rey, pues se había dicho: “No tengo hijo para perpetuar mi nombre.” Y llamó la columna por su propio nombre, y hasta hoy día se llama Monumento de Absalón.

19 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, dijo: “Te ruego que me dejes correr y llevar las noticias al rey de que el Señorlo ha liberado de la mano de sus enemigos.”

20 Pero Joab le dijo: “Tú no eres el hombre para llevar hoy las noticias; las llevarás otro día. No llevarás noticias hoy, porque el hijo del rey ha muerto.”

21 Entonces Joab dijo al Cusita (al Etíope): “Ve, anuncia al rey lo que has visto.” Y el Cusita se inclinó ante Joab, y corrió.

22 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: “Pase lo que pase, te ruego que me dejes correr tras el Cusita.” “¿Por qué correrás, hijo mío, ya que no tendrás recompensa por ir?” le dijo Joab.

23 Peroél dijo: “Pase lo que pase, correré.” Entonces le dijo: “Corre.” Y Ahimaas corrió por el camino de la llanura, y pasó al Cusita.

24 David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y vio a un hombre que corría solo.

25 Y el atalaya llamó y avisó al rey. Y el rey dijo: “Si viene solo hay buenas noticias en su boca.” Mientras se acercaba más y más,

26 el atalaya vio a otro hombre corriendo. Entonces el atalaya dio voces al portero, y dijo: “Veo aotrohombre corriendo solo.” “Este también trae buenas noticias,” dijo el rey.

27 Y el atalaya dijo: “Creo que el correr del primero es como el correr de Ahimaas, hijo de Sadoc.” Y el rey dijo: “Este es un buen hombre y viene con buenas noticias.”

28 Y Ahimaas dio voces, y dijo al rey: “Todo está bien.” Se postró rostro en tierra delante del rey, y dijo: “Bendito es el Señorsu Dios, que ha entregado a los hombres que levantaron sus manos contra mi señor el rey.”

29 “¿Le va bien al joven Absalón?” preguntó el rey. Y Ahimaas respondió: “Cuando Joab envió al siervo del rey y a su siervo, vi un gran tumulto, pero no supe quéera.”

30 “Ponte a un lado y quédate aquí,” le dijo el rey. Y él se puso a un lado, y se quedó allí.

31 Y cuando llegó el Cusita, dijo: “Reciba mi señor el rey buenas noticias, porque el Señorlo ha librado hoy de la mano de todos aquéllos que se levantaron contra usted.”

32 Dijo el rey al Cusita: “¿Le va bien al joven Absalón?” Y el Cusita respondió: “Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra usted para mal.”

33 El rey se conmovió profundamente, y subió al aposentoque habíaencima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: “¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!”

2 Samuel 19

Joab Reprende a David

1 Entonces dieron aviso a Joab: El rey está llorando y se lamenta por Absalón.

2 Y la victoria (la salvación) aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque el pueblo oyó decir aquel día: “El rey está entristecido por su hijo.”

3 Aquel día el pueblo entró calladamente en la ciudad, como pueblo que humillado, entra a escondidas cuando huye de la batalla.

4 Y el rey con su rostro cubierto, clamaba en alta voz: “¡Oh hijo mío Absalón, oh Absalón, hijo mío, hijo mío!”

5 Entonces Joab entró en la casa del rey, y dijo: “Hoy usted ha cubierto de vergüenza el rostro de todos sus siervos que han salvado hoy su vida, la vida de sus hijos e hijas, la vida de sus mujeres y la vida de sus concubinas,

6 al amar a aquéllos que lo odian y al odiar a aquéllos que lo aman. Pues hoy ha demostrado que príncipes y siervos no son nada para usted; porque ahora en este día sé que si Absalón estuviera vivo y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, entonces usted estaría complacido.

7 Ahora pues, levántese, salga y hable bondadosamente a sus siervos, porque juro por el Señorque si no sale, ciertamente ni un solo hombre pasará la noche con usted, y esto le será peor que todo el mal que ha venido sobre usted desde su juventud hasta ahora.”

8 Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: “Miren, el rey está sentado a la puerta,” entonces todo el pueblo vino delante del rey. Perolos deIsrael habían huido, cada uno a su tienda.

David Regresa a Jerusalén

9 Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: “El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los Filisteos, pero ahora ha huido de la tierrapor causade Absalón.

10 Sin embargo, Absalón, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en combate. Ahora pues, ¿por qué guardan silenciorespecto arestaurar al rey?”

11 Entonces el rey David enviómensajea los sacerdotes Sadoc y Abiatar y dijo: “Hablen a los ancianos de Judá, y díganles: ‘¿Por qué son los últimos en hacer volver al rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha llegado al rey, a su casa?

12 Ustedes son mis hermanos; mi hueso y mi carne son. ¿Por qué, pues, son los últimos en hacer volver al rey?’

13 Y díganle a Amasa: ‘¿No eres hueso mío y carne mía? Así haga Dios conmigo y aun más si no has de ser comandante del ejército delante de mí para siempre en lugar de Joab.'”

14 Así inclinó el corazón de todos los hombres de Judá como el de un solo hombre, y enviaronpalabraal rey,diciendo:”Regresa, tú y todos tus siervos.”

15 Volvió el rey y llegó hasta el Jordán. Y Judá vino a Gilgal para ir al encuentro del rey, para conducir al rey al otro lado del Jordán.

16 Entonces Simei, hijo de Gera, el Benjamita queerade Bahurim, se dio prisa y descendió con los hombres de Judá al encuentro del rey David.

17 Con élhabía1,000 hombres de Benjamín, y Siba, siervo de la casa de Saúl, y con él sus quince hijos y sus veinte siervos; y se apresuraron apasarel Jordán delante del rey.

18 Y seguían cruzando el vado para pasar atodala casa del rey, y hacer lo que le pareciera bien. Y Simei, hijo de Gera, se postró ante el rey cuandoésteiba a pasar el Jordán.

19 Y dijo al rey: “No me considere culpable mi señor, ni se acuerde del mal que su siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén. Que el reyno loguarde en su corazón.

20 Pues yo su siervo reconozco que he pecado; por tanto, hoy he venido, el primero de toda la casa de José, para descender al encuentro de mi señor el rey.”

21 Pero Abisai, hijo de Sarvia, respondió: “¿No ha de morir Simei por esto, porque maldijo al ungido del Señor?”

22 Entonces David dijo: “¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia, para que en este día me sean adversarios? ¿Ha de morir hoy hombre alguno en Israel? ¿Acaso no sé que hoy soy rey sobre Israel?”

23 Y el rey dijo a Simei: “No morirás.” Así el rey se lo juró.

24 También Mefiboset, nieto de Saúl, descendió al encuentro del rey; y no se había aseado los pies, ni recortado el bigote, ni lavado la ropa, desde el día en que el rey se marchó hasta el día en que volvió en paz.

25 Y cuando vino de Jerusalén al encuentro del rey, éste le dijo: “¿Por qué no fuiste conmigo, Mefiboset?”

26 Y él respondió: “Oh rey, señor mío, mi siervo me engañó; pues su siervo se dijo: ‘Me aparejaré un asno para montar en él e ir con el rey,’ porque su siervo es cojo.

27 Además, ha calumniado a su siervo ante mi señor el rey; pero mi señor el rey es como el ángel de Dios; haga, pues, lo que le parezca bien.

28 Porque toda la casa de mi padre no era más que hombres muertos ante mi señor el rey. Con todo, puso a su siervo entre los que comían a su propia mesa. ¿Qué derecho tengo todavía para quejarme más al rey?”

29 Y el rey le dijo: “¿Por qué sigues hablando de tus asuntos? Yo he decidido: ‘Tú y Siba se repartirán las tierras.'”

30 “Que él las tome todas, ya que mi señor el rey ha vuelto en paz a su propia casa,” dijo Mefiboset al rey.

31 Barzilai el Galaadita también había descendido de Rogelim, y había cruzado el Jordán con el rey para despedirlo en el Jordán.

32 Barzilai era muy anciano, de ochenta años, y había dado provisiones al rey mientraséstepermanecía en Mahanaim, porque era hombre muy poderoso.

33 Y el rey dijo a Barzilai: “Pasa conmigo y yo te sustentaré junto a mí en Jerusalén.”

34 Pero Barzilai respondió al rey: “¿Cuánto tiempo me queda de vida para que yo suba con el rey a Jerusalén?

35 Ahora tengo ochenta años. ¿Puedo distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Puede su siervo saborear lo que come o bebe? ¿Puede oír aún la voz de los cantores o de las cantoras? ¿Por qué, pues, ha de ser su siervo otra carga más para mi señor el rey?

36 Su siervo no haría más que pasar el Jordán con el rey. ¿Por qué ha de concederme el rey esta recompensa?

37 Permita que su siervo vuelva, para morir en mi ciudad junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Sin embargo, aquítiene asu siervo Quimam; que pase él con mi señor el rey, y haz por él lo que le parezca bien.”

38 Y el rey respondió: “Quimam pasará conmigo, y haré por él lo que te parezca bien; y todo lo que me pidas,loharé por ti.”

39 Todo el pueblo pasó el Jordán y el rey también pasó. Entonces el rey besó a Barzilai y lo bendijo, yésteregresó a su lugar.

40 El rey siguió hasta Gilgal y Quimam fue con él; y todo el pueblo de Judá y también la mitad del pueblo de Israel acompañaban al rey.

41 Y todos los hombres de Israel vinieron al rey y le dijeron: “¿Por qué te han secuestrado nuestros hermanos, los hombres de Judá, y han hecho pasar el Jordán al rey y a su casa, y a todos los hombres de David con él?”

42 Entonces todos los hombres de Judá respondieron a los hombres de Israel: “Porque el rey es pariente cercano nuestro. ¿Por qué, pues, están enojados por esto? ¿Acaso hemos comido algoa costadel rey, o se nos ha dado algo?”

43 Pero los hombres de Israel respondieron a los hombres de Judá: “Nosotros tenemos diez partes en el rey, y por eso también tenemos másderechoque ustedes sobre David. ¿Por qué, pues, nos han despreciado? ¿No fue nuestro consejo el primero que se dio para hacer volver a nuestro rey?” Pero las palabras de los hombres de Judá fueron más duras que las palabras de los hombres de Israel.

2 Samuel 20

Rebelión y Muerte de Seba

1 Y se encontraba allí un hombre indigno que se llamaba Seba, hijo de Bicri, el Benjamita; yéstetocó la trompeta y dijo: “No tenemos parte con David, Ni tenemos heredad con el hijo de Isaí; ¡Israel, cada uno a sus tiendas!”

2 Y todos los hombres de Israel dejaron de seguir a David,ysiguieron a Seba, hijo de Bicri; pero los hombres de Judá permanecieron fieles a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.

3 Cuando David llegó a su casa en Jerusalén, el rey tomó las diez mujeres, las concubinas que había dejado para guardar la casa, las puso bajo custodia y les dio alimento, pero no se llegó a ellas. Ellas estuvieron encerradas hasta el día de su muerte, viviendo como viudas.

4 Entonces el rey dijo a Amasa: “Convócame a los hombres de Judá dentro de tres días, y tú también preséntate aquí.”

5 Amasa fue para convocar alos hombres deJudá, pero tardó más que el tiempo que él le había señalado.

6 Y David dijo a Abisai: “Ahora Seba, hijo de Bicri, nos hará más daño que Absalón. Toma a los siervos de tu señor y persíguelo, no sea que halle para sí ciudades fortificadas y se nos escape.”

7 Entonces los hombres de Joab salieron tras él, junto con los Cereteos, los Peleteos y todos los hombres valientes; salieron de Jerusalén para perseguir a Seba, hijo de Bicri.

8 Estaban junto a la piedra grande que está en Gabaón, cuando Amasa vino a su encuentro. Joab estaba vestido con su ropa militar, y sobre ella llevaba un cinturón atado a la cintura con espada en la vaina y mientras avanzaba, se le cayóla espada.

9 Y Joab dijo a Amasa: “¿Te va bien, hermano mío?” Y Joab tomó a Amasa por la barba con su mano derecha para besarlo.

10 Pero Amasa no se protegió de la espada que estaba en la mano de Joab y éste lo hirió en el vientre con ella y derramó sus entrañas por tierra, sinherirlode nuevo, y murió. Entonces Joab y Abisai su hermano siguieron tras Seba, hijo de Bicri.

11 Y junto a Amasa estaba uno de los jóvenes de Joab, y dijo: “Quien esté por Joab y quien esté por David, que siga a Joab.”

12 Y Amasa estaba revolcándose ensusangre en medio del camino. Al ver el hombre que todo el pueblo se detenía, trasladó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura porque vio que todo el que pasaba junto a él se detenía.

13 CuandoAmasafue apartado del camino, todos los hombres pasaron tras Joab para perseguir a Seba, hijo de Bicri.

14 Y pasóSebapor todas las tribus de IsraelhastaAbel Bet Maaca y todo Barim,quienesse reunieron y fueron también tras él.

15 Llegaronlos de Joaby lo sitiaron en Abel Bet Maaca, y levantaron un terraplén contra la ciudad, yésteestaba junto al baluarte. Todo el pueblo queibacon Joab se puso a socavar el muro para derribarlo.

16 Entonces una mujer sabia gritó desde la ciudad: “Oigan, oigan; ruego que digan a Joab: ‘Venga acá para que hable con usted.'”

17 Y él se acercó a ella, y la mujer dijo: “¿Es usted Joab?” “Yo soy,” respondió él. Entonces ella le dijo: “Escuche las palabras de su sierva.” “Escucho,” respondió Joab.

18 Ella dijo: “Antes acostumbraban decir: ‘Ellos ciertamente pediránconsejoen Abel,’ y así terminabanla querella.

19 Yo soy de las pacíficasyfieles en Israel. Usted procura destruir una ciudad madre (importante) en Israel. ¿Por qué ha de destruir la heredad del Señor?”

20 Y Joab respondió: “Lejos, lejos esté de mí que yo destruya o extermine.

21 Este no es el caso, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, llamado Seba, hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David. Solamente entréguenlo, y yo me iré de la ciudad.” Y la mujer dijo a Joab: “Enseguida su cabeza le será arrojada por encima del muro.”

22 Entonces la mujer, con su sabiduría, fuea hablara todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y selaarrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.

23 Joabera jefesobre todo el ejército de Israel, y Benaía, hijo de Joiada,era jefesobre los Cereteos y los Peleteos.

24 Adoramestabaa cargo de los trabajos forzados, y Josafat, hijo de Ahilud,eracronista;

25 Sevaeraescriba, y Sadoc y Abiatareransacerdotes;

26 también Ira el Jaireo era sacerdote de David.

2 Samuel 21

Venganza de los Gabaonitas

1 En los días de David hubo hambre por tres años consecutivos, y David buscó la presencia del Señor. Y el Señordijo: “Es por causa de Saúl y de su casa sangrienta, porque él dio muerte a los Gabaonitas.”

2 Y llamó el rey a los Gabaonitas y les habló. (Los Gabaonitas no eran de los Israelitas, sino del remanente de los Amorreos, y los Israelitas habían hecho un pacto con ellos, pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los Israelitas y los de Judá.)

3 Dijo, pues, David a los Gabaonitas: “¿Qué debo hacer por ustedes? ¿Y cómo haré restitución para que bendigan la heredad del Señor?”

4 Entonces los Gabaonitas le respondieron: “No nos importa la plata ni el oro de Saúl o de su casa, ni nos corresponde dar muerte a ningún hombre en Israel.” “Haré por ustedes lo que digan,” les dijo el rey.

5 Y ellos dijeron al rey: “Del hombre que nos consumió y que trató de exterminarnos para que no quedáramos dentro del territorio de Israel,

6 que nos entreguen siete hombres de entre sus hijos, y los ahorcaremos delante del Señoren Guibeá de Saúl, el elegido del Señor.” “Losentregaré,” dijo el rey.

7 Pero el rey perdonó a Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del pacto del Señorque había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saúl.

8 El rey tomó a los dos hijos de Rizpa, hija de Aja, Armoni y Mefiboset, que ella había dado a Saúl, y a los cinco hijos de Merab, hija de Saúl, que ella había dado a Adriel, hijo de Barzilai el Meholatita,

9 Entonces los entregó en manos de los Gabaonitas, que los ahorcaron en el monte delante del Señor, de modo que los siete cayeron a la vez. Les dieron muerte en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la cosecha de la cebada.

10 Y Rizpa, hija de Aja, tomó tela de cilicio y lo tendió para sí sobre la roca, desde el comienzo de la cosecha hasta que llovió del cielo sobre ellos; y no permitió que las aves del cielo se posaran sobre ellos de día ni las fieras del campo de noche.

11 Cuando le contaron a David lo que había hecho Rizpa, hija de Aja, concubina de Saúl,

12 David fue y recogió los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo,que estaban en posesiónde los hombres de Jabes de Galaad, quienes los habían robado de la plaza de Bet Sán, donde los Filisteos los habían colgado el día que los Filisteos mataron a Saúl en Gilboa.

13 David trajo de allí los huesos de Saúl y los huesos de su hijo Jonatán, y recogieron también los huesos de los ahorcados.

14 Entonces sepultaron los huesos de Saúl y de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Zela, en el sepulcro de su padre Cis, e hicieron todo lo que el rey había ordenado. Después de esto Dios fue movido a misericordia para con la tierra.

Guerras contra los Filisteos

15 De nuevo hubo guerra entre los Filisteos e Israel. Descendió David con sus siervos, y mientras peleaban contra los Filisteos, David se cansó.

16 Entonces Isbi Benob, queerade los descendientes del gigante, y cuya lanza pesaba 300siclos(3.4 kilos) de bronce, y que estaba ceñido con unaespadanueva, trató de matar a David;

17 pero Abisai, hijo de Sarvia, vino en su ayuda, e hirió al Filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron: “Nunca más saldrá a la batalla con nosotros, para que no apague la lámpara de Israel.”

18 Después de esto otra vez hubo guerra en Gob contra los Filisteos. Entonces Sibecai el Husatita mató a Saf, queerade los descendientes del gigante.

19 De nuevo hubo guerra contra los Filisteos en Gob, y Elhanán, hijo de Jaare Oregim, de Belén (Casa del Pan), mató a Goliat el Geteo. El asta de su lanzaeracomo un rodillo de tejedor.

20 Hubo guerra otra vez en Gat, donde había un hombre degranestatura que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro en total. El también descendía del gigante.

21 Cuando desafió a Israel, lo mató Jonatán, hijo de Simea, hermano de David.

22 Estos cuatro descendían del gigante en Gat y cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.

2 Samuel 22

Salmo de Alabanza de David

1 David habló las palabras de este cántico al Señorel día que el Señorlo libró de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.

2 Y dijo: “El Señores mi roca, mi baluarte y mi libertador;

3 Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable y mi refugio; Salvador mío, Tú me salvas de la violencia.

4 Invoco al Señor, que es digno de ser alabado, Y soy salvo de mis enemigos.

5 Las ondas de la muerte me cercaron, Los torrentes de iniquidad me atemorizaron,

6 Los lazos del Seol (región de los muertos) me rodearon, Las redes de la muerte surgieron ante mí.

7 En mi angustia invoqué al Señor, Sí, clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamorllegóa Sus oídos.

8 Entonces la tierra se estremeció y tembló, Los cimientos de los cielos temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó.

9 Humo subió de Su nariz, Y el fuego de Su boca consumía; Carbones fueron por él encendidos.

10 Inclinó también los cielos, y descendió Con densas tinieblas debajo de Sus pies.

11 Cabalgó sobre un querubín, y voló; Y apareció sobre las alas del viento.

12 De tinieblas hizo pabellones a Su alrededor, Abundantes aguas, densos nubarrones.

13 Del fulgor de Su presencia Ascuas de fuego se encendieron.

14 Tronó el Señordesde los cielos, Y el Altísimo dio Su voz.

15 Envió flechas, y los dispersó, Relámpagos, y los confundió.

16 Entonces los abismos del mar aparecieron, Los cimientos del mundo quedaron al descubierto, Por la reprensión del Señor, Por el soplo del aliento de Su nariz.

17 Extendióla manodesde lo altoyme tomó; Me sacó de las muchas aguas.

18 Me libró de mi poderoso enemigo, De los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo.

19 Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, Pero el Señorfue mi sostén.

20 También me sacó a un lugar espacioso; Me rescató, porque se complació en mí.

21 El Señorme ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado.

22 Porque he guardado los caminos del Señor, Y no me he apartado impíamente de mi Dios.

23 Pues todas Sus ordenanzasestabandelante de mí, Yen cuanto aSus estatutos, no me aparté de ellos.

24 También fui íntegro (intachable) para con El, Y me guardé de mi iniquidad.

25 Por tanto el Señorme ha recompensado conforme a mi justicia, Conforme a mi pureza delante de Sus ojos.

26 Con el benigno (leal) Te muestras benigno (leal), Con el hombre íntegro Te muestras íntegro;

27 Con el puro eres puro, Y con el perverso eres sagaz.

28 Salvas al pueblo afligido, Pero Tus ojos están sobre los altivosA quienesTú humillas.

29 Porque Tú eres mi lámpara, oh Señor; El Señoralumbra mis tinieblas.

30 Pues contigo aplastaré ejércitos, Con mi Dios escalaré murallas.

31 En cuanto a Dios, Su camino es perfecto; Acrisolada es la palabra del Señor; El es escudo a todos los que a El se acogen.

32 Pues ¿quién es Dios, fuera del Señor? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios?

33 Dios es mi fortaleza poderosa, Yel quepone al íntegro (al intachable) en Su camino.

34 El hace mis pies como de ciervas, Y me afirma en mis alturas.

35 El adiestra mis manos para la batalla, Y mis brazos para tensar el arco de bronce.

36 Tú me has dado también el escudo de Tu salvación, Y Tu ayuda me engrandece.

37 Ensanchas mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.

38 Perseguí a mis enemigos y los destruí, Y no me volví hasta acabarlos.

39 Los he consumido y los he destrozado, y no pudieron levantarse; Cayeron debajo de mis pies.

40 Pues Tú me has ceñido con fuerzas para la batalla; Has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron.

41 También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Y destruí a los que me odiaban.

42 Clamaron, pero no hubo quiénlossalvara;Aunal Señorclamaron,mas no les respondió.

43 Entonces los pulvericé, como polvo de la tierra, Como lodo de las calles los trituréylos pisé.

44 Tú me has librado también de las contiendas de mi pueblo; Me has guardado para ser cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me sirve.

45 Los extranjeros me fingen obediencia, Al oírme,me obedecen.

46 Los extranjeros desfallecen, Y salen temblando de sus fortalezas.

47 El Señorvive, bendita sea mi roca, Y ensalzado sea Dios, roca de mi salvación,

48 El Dios que por mí hace venganza, Y hace caer pueblos debajo de mí;

49 El que me libra de mis enemigos. Tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí; Me rescatas del hombre violento.

50 Por tanto, Te daré gracias, oh Señor, entre las naciones, Y cantaré alabanzas a Tu nombre.

51 Eles torre de salvación a Su rey, Y muestra misericordia a Su ungido, A David y a su descendencia para siempre.”